Después de su aclamado debut en el 2004, regresan los estadounidense con un nuevo y terrorífico álbum con ese sonido clásico y a la vez crudo que les ha caracterizado desde sus inicios.
"Inhumane" es un trabajo de Koffin Kats editado en Hair Ball 8 (Ref: PSYCHOUS-007) en Junio de 2005. Interpretado por Vic Victor como cantante y contrabajo & Tommy Koffin como guitarra & DamianDetroit como batería desde Estados Unidos y se centra en el estilo Psychobilly y tiene una duración de 49,06 minutos. Enlaces Relacionados:Koffin Kats & Hair Ball 8 Valoración: 8 sobre 10
Europa contempló tanto en los comienzos de los 80s como en los 90s, como el sonido psycho se abría paso por los difíciles caminos que el hard rock había creado en su desarrollo con el punk. Ahora tenemos un nuevo despertar de grandes y buenas bandas, pero esta vez la acogida a este género proviene de América. Este respiro que actualmente aportan los grupos del otro lado del Atlántico se está tallando un lugar aún más grande, recogiendo legados anteriores a la vez que lo dotan de los matices generados por una nueva era. Y como buen ejemplo de ello, los Koffin Kats.
Inhumane es el nombre con el que Koffin Kats ha llamado a su segundo disco, en el cual podemos apreciar tanto en su propio nombre como en la portada un atisbo de lo que encontraremos en el álbum. Con unas líricas que entremezclan las películas de serie B y el horror sepulcral, sumado a un sonido que respira negrura y demencia con el que, podríamos hacer un puente entre la melodía de Reverend Horton y el lado más hardcore de los Hellbillies.
Este trío oriundo de Detroit, USA se caracteriza por tener una energía que se debate entre los impulsos más crudos y las melodías más punzantes, viniendo a ser sus mejores activos en estos 15 temas que componen el disco. Brillando a través de pistas como `Vampires Curse´, `Darker Place´y `Graveyard Tree II´donde el bajo conduce, por medio de una oscilación punzante, a unos enfermizos rasgueos de guitarra lo suficientemente infecciosos, a la vez que una trepitosa energía nos arrastra hacia los torrentes arrítmicos de un condenado Vic Victor, que, encajando abruptamente en el cuadro rítmico que la batería va evolucionando con la canción. Todo esto crean temas de singularidad especial, donde el tiempo no es nuestro mejor aliado, a la vez que nuestra mente se figura contrastando tramos rítmicos con ciertas muestras de los Tiger Army.
Mientras nuestros sentidos, en plena digestión sonora y sin previo aviso, pasamos a las arrolladoras Hatred, Caught Up y Die Cat Die. La fuerza demoledora de estas canciones confronta a nuestros cuerpos con piedras en torrente abismal (ya veo el por qué de la portada), siendo la velocidad en caída la misma fuerza y odio que por nuestras venas corre a la vez que se disuelve en la ansiedad perturbada de las mismas, fruto del colapso nervioso. Estridentes rasgueos, con predominancia en el perturbante bajo a un tempo endemoniado, hacen de estos cortes verdaderas delicias para cualquier amante del clásico psychobilly.
Sin aún recuperarnos del demoledor sonido abrupto y tronador, llegamos con ánimo de querer más, a la vez que nos perdemos en los enfermizos laberintos sonoros en los ecos de `Meltdown´y `Perfect Suicide´sin distanciar al melódico `Purgatory´que con maña, la guitarra de Tommy Koffin nos engancha en sus raros flangers que usa medianamente bien al paso de los extremos del álbum.
Como anécdota tenemos la peculiar forma con que terminan el disco `2084´(13:35). El tema más extenso y difícil de abordar ya que se divide en dos tiempos, separados el uno del otro por largos silencios. En el primer corte, como ya nos vienen acostumbrando, aparecen sus melódicas tonadas con el característico del disco y una voz más que rítmica. Después de más de 10 minutos de silencio, llegan unos Koffin Kats más que ruidistas, como si una tras otra pista se colocasen encima para entorpecer el ritmo y llegar hasta los crudos estados del caos, mientras una discordante voz no dice sus buenas bienaventuranzas.
Las canciones se juegan y se escriben bien oscilando entre una dinámica lenta, armoniosa y una crudeza abrupta en su estado más extremo. A medida que éstos 15 temas avanzan nos damos cuenta de esa solidez y furiosa energía que hacen destacar a los Koffin Kats dentro del territorio psycho.
Mientras nuestros sentidos, en plena digestión sonora y sin previo aviso, pasamos a las arrolladoras 
{MN}