Los británicos mantienen intacta la capacidad para componer obras maestras del mejor metal oscuro, esta vez apostando por la melodía y un tono más accesible en general
"A Line Of Deathless Kings" es un trabajo de My Dying Bride editado en Peaceville & Mastertrax (Ref: CDVILE 150) en Octubre de 2006. Interpretado por Aaron Stainthorpe en las voces & Andrew Craighan y Hamish Glencross como guitarristas & Ade Jackson en el bajo & Shaun Steels en la batería & Sarah stanton en los teclados desde Gran Bretaña y navega entre los estilos Doom Metal & Gothic Metal y tiene una duración de 61,10 minutos. Enlaces Relacionados:My Dying Bride & Peaceville & Mastertrax Valoración: 8 sobre 10
Le tocaba a “The Angel And The Dark River”, si seguimos la teoría de que, tras los múltiples recopilatorios y directos editados a finales de los 90, My Dying Bride estaban reconstruyendo, o mejor revisitando, las influencias de sus 5 primeros discos. Los sonidos más orientados al doom / death de “Turn Lose The Swans” y “As Flowers Withers” tenían su paralelismo primero en “The Light Of The End Of The World” y después en “The Dreadful Hours” y “Songs Of Darkness, Words Of Light”, y “A Line Of Deathless Kings” entronca, independientemente de que mi teoría sea cierta o no, con los sonidos más góticos y melódicos de “The Angel...” y “Like Gods Of The Sun”. Casi como una mezcla de ambos, porque contiene los elementos más distintivos de los dos: los riffs melódicos, aunque todavía enraizados en el doom de “The Angel...” pero incorporando las estructuras más directas y góticas de “Like Gods...”, y sobre todo con la novedad que aporta Aaron Stainthorpe, que, quizá por primera vez en la carrera de My Dying Bride, se decide a “cantar” en todos los temas, dejando el tono casi declamatorio que tenían las líneas vocales de anteriores trabajos de la banda.
Y eso ocurre ya desde el principio, porque a pesar de que el riff y el tempo recuerden a la etapa más dura y oscura de la banda, tanto las voces como los teclados y guitarras limpias de ‘To Remain Tombless’ enseguida decantan la atmósfera del tema hacia terrenos puramente góticos. Algo parecido ocurre en ‘I Cannot Be Loved’, en donde guitarras y bases otra vez mantienen el sonido más doom junto a una línea vocal tremendamente melódica y oscura. ‘And I Walk With Them’ y ‘Love’s Intolerable Pain’ son los temas más, digamos, experimentales del disco. El primero de ritmo menos monolítico de lo habitual y donde las guitarras dibujan melodías también más abiertas, que junto a la voz de Aaron recuerdan por momentos casi a los primeros Black Sabbath y su sonido oscuro y más “rockero”, para acabar en forma de gothic metal. Y más metalero el segundo, que retoma en cierto modo algo del espíritu de los incluídos en “34’788%... Complete” en el sonido de guitarras y donde la banda juega con diferentes cambios de ritmo y de voces, pasando de momentos de calma a partes death metal y de voces limpias a otras más siniestras, aunque sin llegar al gruñido.
‘My Raven Wings’ y ‘One Of Beauty’s Daughters’ recuperan la fórmula original, de ritmo pausado y contundente y con los habituales riffs melódicos y oscuros a dos guitarras que con tanta maestría dominan My Dying Bride, y junto a la excepcional ‘L’Amour Detruit’ son la perfecta muestra del grado de perfección que ha conseguido la banda en cuanto a su sonido característico tras más de 15 años de carrera. Y ‘Deeper Down’ y ‘The Blood, The Wine, The Roses’ cierran el trabajo de manera más simple, sobre todo la segunda, un tema directo, despojado casi en su totalidad de artificios melódicos, con unas guitarras casi de heavy metal clásico (tamizadas por el filtro Bride, por supuesto).
La producción es igual de cristalina que las influencias que la banda ha utilizado para este “A Line Of Deathless Kings”, nada recargada, con guitarras y voces en primer plano y un trabajo muy sutil, muy atmosférico con los teclados, completando así el que quizá sea el disco en conjunto más accesible de My Dying Bride. Accesible no es igual a comercial ni por supuesto a malo, aunque hay que decir que, desde mi punto de vista, este disco es ligeramente inferior a sus dos últimos trabajos, verdaderas obras maestras. Aún así seguirá siendo unos de los discos del año, porque los británicos son un ejemplo perfecto de cómo conseguir una carrera absolutamente coherente, con la dosis justa de evolución disco a disco (aunque muchas veces no lo parezca), y siguen ocupando el trono del doom / gothic casi dos décadas después de su formación. Larga vida a los Reyes.
