El último trabajo de los británicos sol nos imbuye indefectiblemente en un océano de sensaciones marcadas por el apocalyptic folk más turbio y un impactante toque experimental. Sueños sin descifrar que compungen el espíritu.
"Where Suns Come To Die" es un trabajo de Sol editado en Cold Spring (Ref: CSR186CD) en Marzo de 2015. Interpretado por Emil Brahe como compositor & Jens Balder a la tuba & Mikkel Reher-Langberg Olga Goija,a los violines desde Gran Bretaña y navega entre los estilos Apocalyptic Folk & Dark Ambient y tiene una duración de 36,17 minutos. Enlaces Relacionados:Sol & Cold Spring Valoración: 7.5 sobre 10
“Where Suns Come To Die” es el último lanzamiento de Sol, un conjunto comandado por Emil Brahe que no ha cesado de ofrecernos excelentes propuestas desde su debut, allá por el año 2007.
En esta nueva entrega se conjugan de forma magistral el apocalyptic folk más tenebroso y yermo con drones que tienen la vida contada, imbricados entre sí de forma melódica. Si a esto le añadimos la voz en recital del líder de Die Weisse Rose, Thomas Bøjden, y Tor Brandt, obtenemos un disco marcado por las influencias marciales que el proyecto austriaco Der Blutharsch desarrollase durante los albores de su carrera en discos como “The First Album”. Sobre todo en lo que respecta a aderezos acústicos.
La totalidad de los cortes que estructuran “Where Suns Come To Die” se caracterizan por su talante pausado y gélido. Música imponente y hecatómbica que nos anuncia el fin del tiempo. La voz de Thomas puede recordarnos ocasionalmente al hieratismo lírico de Boyd Rice o Michael Moynihan, fundamentalmente en trabajos como el celebérrimo “Absinthe - La Folie Verte”, compartido con el ya desaparecido proyecto francés Les Joyaux de la Princesse. De hecho, muchos de los cortes que vertebran este CD recordarán en más de una ocasión a las inefables tonadas que fundamentaron uno de los discos más elogiados de todos los tiempos dentro del campo del darkfolk.
Sin embargo, dejando atrás las connotaciones, “Where Suns Come To Die” se eleva como un CD potente y atractivo. Puro nihilismo acústico que embriaga gracias a su elocuencia decadentista. Definido con una paleta de colores escasa pero efectiva, sus temas concentran una fuerza que se expulsa escrita en líneas intermitentes cargadas de parsimonia y escepticismo.
Como tema estrella podemos destacar el que da cierre al CD, “The Grinding Wheels Of Time”, aunque todos ellos encierran una tónica parecida. La guinda del álbum quizá resida en la instrumentación con la que éste es aderezado. Los instrumentos de viento como la tuba o los de cuerda frotada como el violín consiguen alumbrar contextos marcados por la desolación y el desasosiego espiritual. Un viaje de más de media hora por la carretera que nos conduce al infierno.
Esta es la primera ocasión en la que el sello británico Cold Spring y Sol estrechan sus manos. La banda ha dejado atrás la casa con la que acostumbraban a trabajar, Ván Records, para unirse a una de las discográficas pioneras de los sonidos más herméticos dentro del panorama industrial. El CD se ha presentado enclaustrado en la clásica caja de plástico y viene acompañado por un libreto de doce páginas en el que se alternan ilustraciones idílicas rebosantes de carga confesional con los textos que nutren cada uno de los cuatro cortes que dan forma al disco.
Sol se presenta como un exponente perfecto para los amantes de los primeros tiempos del neofolk. No pierdas la ocasión de disfrutarlos.