La artista peruana Natasha Luna, ya conocida por los más fieles lectores de Mentenebre, nos hace llegar su tercer disco, el impresionante “Carcasse”, un derroche de melancolía y oscuridad que estremecerá todas las fibras de tu cuerpo.
"Carcasse" es un trabajo de Natasha Luna editado en Autoproducido en Enero de 2015. Interpretado por Natasha Luna como cantante,compositora e instrumentista desde Peru y se centra en el estilo Neoclassical y tiene una duración de 49 minutos. Enlace Relacionado:Natasha Luna Valoración: 9 sobre 10
“Carcasse” no es un disco fácil, eso es algo que quiero advertiros desde un principio. No hay en él ni un solo guiño a la comercialidad, ni un único rastro de nada de lo que arrastra a las masas y les induce a darlo todo en la pistas de baile. Muy al contrario, “Carcasse” es un trabajo profundamente introspectivo, melancólico, ideal para escuchar en solitario, con muy poca luz y con una gran disposición a que la música nos envuelva en un manto de soledad, de esa soledad tan confortable como aterradora que nos acecha constantemente y que en este cd toma cuerpo de una forma asombrosamente sólida.
El disco es muy oscuro pero no porque Natasha Luna haya querido, según mi criterio, buscar la oscuridad, sino porque la soledad y la melancolía son así, o así se nos presentan en “Carcasse”. Para recrear esos sentimientos, la artista ha utilizado una cantidad bastante pequeña de instrumentos y también se ha apoyado en un artwork espectacular, con unas magníficas fotos en blanco y negro que refuerzan notablemente las sensaciones que transmiten las canciones.
El piano, grave, solemne, oscuro, es el protagonista indudable de un disco que se basa en la creación de ambientes y paisajes sonoros de una fuerza más que notable y en el que prácticamente han desaparecido las bases rítmicas. Junto al piano destaca la presencia de instrumentos como la viola, el chello o el fagot, además del violín ( con una presencia prácticamente testimonial ), que son los encargados de transmitir la tristeza, el dolor e incluso la amargura que se puede percibir en algunos de los temas.
“Carcasse” es un trabajo muy lineal que sigue todo el tiempo una línea sonora sin sobresaltos y sin subidones ni bajones. Dentro de esa uniformidad resulta complicado destacar unas canciones sobre otras, pues todas ellas tienen algo que te llega dentro, algo que te impacta, algo que te desgarra y hace aflorar tus miedos y tus emociones. Tras pensarlo mucho quizá me quedaría con la espectacular ‘Rhinocéros et dissonantia’, con un piano increíble, sublime y emocionante como en ningún otro momento del disco. También me impresiona la muy oscura ‘Phantom der Nacht’, un homenaje sonoro a la película “Nosferatu” ( Werner Herzog, 1979 ) que hubiera merecido sobradamente figurar entre los temas de su banda sonora.
Hay un par de canciones que escapan un poco de esa linealidad antes referida. Una de ellas es ‘Naila, the sunken dreams’, sin piano, sin instrumentos de cuerda, toda ella a base de teclados que recrean una atmósfera de banda sonora de espectacular y gélida belleza. La otra es ‘Three violas hanging from my waist and a meddling bassoon’, que como su titulo indica está interpretada por tres violas y un fagot con un resultado un tanto desasosegante, lo cual es lógico teniendo en cuenta que en ningún momento la intención de “Carcasse” es sosegar nuestros espíritus alterados, sino quizás todo lo contrario.
Si quieres una herramienta musical que te ayude a sobrellevar la soledad que te atenaza, aunque sea a base de sumergirte plenamente en el centro de ese mar de negrura que tanto temes, Natasha Luna ha creado el instrumento perfecto para que lo hagas de forma tan placentera como estremecedora. “Carcasse” es sin duda el mejor vehículo para viajar a los desolados parajes del interior de tu alma.