El dúo finlandes, a la sazón, directores del sello Anima Arctica, siguen con paso firme editando nuevos trabajos de raigambre folk intimista.
"Taival" es un trabajo de Tervahäät editado en Anima Arctica (Ref: AUER 013) en Mayo de 2014. Interpretado por J.J.A. Kettunen & Mikko Pöyhönen desde Finlandia y se centra en el estilo Neofolk y tiene una duración de 36 minutos. Enlace Relacionado:Anima Arctica Valoración: 8 sobre 10
El carácter finés está marcado por un velo taciturno, calmo y, diría yo, muy triste. Serán quizás las largas temporadas bajo el mánto de la nieve, a temperaturas tan bajas que es imposible la relación social y que obligan al recogimiento y al ensimismamiento. Esto desemboca en una comunicación que dista mucho de la mediterránea. Los fineses son un poco distantes, introvertidos, aunque cuando te abren el corazón lo hacen para siempre. Muy buena gente.
Así, J.J.A. Kettunen y Mikko Pöyhönen se juntan –cuando el clima es favorable- para componer sus canciones. Prácticamente les basta la guitarra y la voz -el ordenador está también presente- para, en un tono bajo, ir construyendo, una tras otra, melodías que no pueden salir sino de la profundidad del frío.
Los lectores de Mentenebre probablemente los conocéis ya. Amablemente nos han mandado todos sus trabajos previos: “Tervahäät”, “Kalmonsäie” y “Patria” y ya cuentan sus respectivas reseñas en Mentenebre. Esta vez, y con esa misma afabilidad y confianza, nos remiten este reciente álbum titulado “Taival” que no significa otra cosa que “camino a seguir”. Así que debemos preparar nuestra andadura para un camino que tal vez esté lleno de pesar.
Pero la virtud de Tervahäät es la de encontrar la belleza en la melancolía. Según avanzamos los pasos que nos indican las pistas del CD nos vamos adentrando en el manto polar. A veces la melodía se apodera de ti y te llega hasta lo más profundo. Esto sucede en ‘Kevätkirot’, magníficamente compuesta y en ‘Kultaluu’ otra bellísima tonada compuesta al calor del hogar. Pero quizá la canción que me ha caldo más hondo sea ‘Taival’, la que da nombre al disco, en donde aparece una melodía de sintetizado que es la que va trazando la senda de ese camino que debemos seguir, incluso cuando la luz del sol desaparece y aparece en el firmamento el espectáculo sin par de las auroras boreales.
El lenguaje finés, en el que están compuestas todas las letras no nos deja saber su significado literal, pero los tempos, los tonos, la vocalización, lenta y grave, así como los acompañamientos, nos hacen entrever un universo teñido de oscuro. El sentimiento es más fuerte que el mensaje literal. Si queréis experimentar un paseo por la tundra finesa, cubiertos de nieve hasta las rodillas, muy a bajo cero, para seguir la senda que nos indica Tervahäät, adentraros en este CD. Recomendable solo para almas solitarias.