Marek X. Marchoff se ha servido de estas canciones para expresar el dolor sentido por la pérdida de un ser amado, realizando un curioso ejercicio de expresión de una pena y una angustía tan íntimas que resultan un poco difíciles de comprender por aquellos que no conocieron a la persona homenajeada.
"Funeral musik fur Jenny Marchoff" es un trabajo de Marek X. Marchoff editado en Zoharum (Ref: ZOHAR 058-2) en Noviembre de 2013. Interpretado por Marek Xavier Marchoff como instrumentista desde Polonia y se centra en el estilo Dark Ambient y tiene una duración de 56,27 minutos. Enlaces Relacionados:Marek X. Marchoff & Zoharum Valoración: 7 sobre 10
No quiero engañaros; estamos ante un disco difícil de escuchar y también difícil de entender. Me explico: Los ocho cortes que conforman este trabajo fueron compuestos por su autor tras la muerte, hace quince años, de su abuela, por lo que están trufados de unos sentimientos y de unas vivencias muy íntimos y muy personales. El dolor y la pena que sentimos por la muerte de nuestros seres queridos es diferente en todos y cada uno de nosotros y da lugar a muy variadas reacciones y en el caso de Marek decidió volcar gran parte de su sentimientos en este disco, compuesto en apenas dos horas y grabado, como ya he dicho, hace quince años. El porqué se edita ahora es un misterio para mí, aunque tengo que agradecerle a este artista que finalmente haya decidido compartir con todos nosotros el resultado de volcar su dolor en una obra artística.
Para conservar intacto el espíritu que le animó en su día a crear estas composiciones, Marek X. Marchoff ( miembro, entre otras formaciones, de Different State ) ha dispuesto que estas grabaciones vean la luz de la misma forma y con el mismo sonido con el que fueron grabadas en su día, sin hacerles ningún retoque ni remozarlas ni ponerlas al día de ninguna manera. Así, podemos escuchar a lo largo de todo el trabajo instrumentos tales como sintetizadores analógicos o loops repetitivos y obsesivos, amén de otros elementos ampliamente utilizados en la escena experimental. Es precisamente los temas donde más se abusa de estos loops los que me resultan más difíciles de escuchar; una y otra vez oímos las mismas secuencias, como si fueran una espiral de dolor interminable y eterno, un reflejo de un sentimiento de pérdida y angustia que nunca va a remitir y que siempre atenazará nuestro corazón. ‘Egham’, el tema más largo de todo el cd, es un ejemplo de esto, al menos en varios de los muchos pasajes diferentes que contiene. En otros se sumerge de lleno en un dark ambient más envolvente y oscuro.
Me quedo con canciones como la inquietante ‘27th street’, que navega constantemente por lo que podría ser un espacio exterior atravesado por continuas ráfagas de fría e inquietante oscuridad, un lugar ideal para albergar las incontables almas de los muertos. Quizá sea también un poco obsesiva y repetitiva, pero, al contrario que ‘Egham’, no cansa sino que deja con ganas de más cuando termina, pues el efecto que produce en el oyente, entre lo relajante y lo inquietante, resulta sumamente adictivo. Por su parte, ‘Broadway’ nos ofrece un oscuro paseo por las desiertas calles de alguna ciudad abandonada, en la que reina la desolación más absoluta y en la que la atmósfera se torna más amenazadora a cada paso que damos.
Se trata pues de un disco interesante como ejercicio de exploración de los sentimientos de dolor y pérdida, pero también de un disco un poco difícil de escuchar para oídos poco entrenados en la música experimental, como es mi caso. Suerte que, además de esa experimentalidad y de ese dolor tan personal y tan íntimo que lo inundan, este disco también tiene otros elementos que suavizan esa aridez y que le hacen escuchable, y muy disfrutable, para todos aquellos a los que les interese dejarse atrapar por atmósferas negras, inquietantes y amenazadoras, de las cuales este trabajo también anda bastante bien surtido.
Para conservar intacto el espíritu que le animó en su día a crear estas composiciones, 