Veteranos, siempre al pie del cañón y sin traicionarse ni a si mismos ni a sus seguidores, The Breath of Life siguen siendo una banda respetada y respetable gracias a discos como este muy recomendable "Whispering Fields".
"Whispering Fields" es un trabajo de The Breath of Life editado en Danse Macabre (Ref: DM2012017) en Septiembre de 2012. Interpretado por Isabelle Dekeyser como cantante & Giovanni Bortolin a los teclados,violines y programaciones & Benoit Sokay en el bajo & Didier Czepczyk como guitarrista y programador & Marc Haerden en la batería y la programación desde Belgica y se centra en el estilo Darkwave y tiene una duración de 55,09 minutos. Enlaces Relacionados:The Breath of Life & Danse Macabre Valoración: 8.5 sobre 10
El tiempo suele ser implacable testigo y notario de las muy a menudo nefastas evoluciones de grupos, llamemósles góticos, que empiezan destacando mucho dentro del género para luego ir navegando disco a disco hacia puertos muy pero muy alejados de aquellos de los que algún día partieron, alegando todo tipo de causas peregrinas e insostenibles para justificar esa evolución, que en el fondo no oculta nada más que una ausencia casi total de principios o un interés desaforado por ganar dinero atrayendo a otros públicos más amplios, y más crédulos, que el público gótico.
Por eso es para mí un verdadero placer reseñar discos de bandas como The Breath of Life, quienes, para que mentir, nunca ha sido especialmente santo de mi devoción pero a los que respeto enormemente por haber mantenido, durante sus más de veinte años de existencia, una línea musical coherente con sus principios, con el punto justo de evolución para que no se les acuse de practicar un sonido desfasado, pero que nunca han dado motivo para que se le acuse del transfuguismo oportunista al que hacia referencia anteriormente.
Aunque ya tenían un par de discos entonces, fue con aquel inolvidable temazo, ‘Nasty cloud’, un auténtico llenapistas, con el que se dieron a conocer a todo el público gótico. Precisamente de este pequeño gran clásico se ofrece en este disco no una sino dos versiones, una actualizada y otra acústica. La primera, aunque carece un poco de la fuerza y la contundencia de la original, en algunos momentos la recuerda bastante; se puede decir que no ha quedado mal del todo. Por su parte, la versión acústica es una verdadera delicia, un prodigio de delicada y sobria elegancia que merece la pena escuchar cada cierto tiempo para apaciguar un poco el furor que nos invade al enfrentarnos con la cruda realidad diaria.
Estas dos versiones de ‘Nasty cloud’ se encargan de cerrar el disco. Para abrirlo tenemos un conjunto de temas estupendos y muy recomendables. Sin estridencias, sin salidas de tono, muy dentro de la darkwave más ortodoxa, canciones como ‘The dark side’, ‘Forgotten sins’ o la muy dinámica ‘Cutting wings’ te hacen pensar que no te has equivocado en absoluto a la hora de invertir tu dinero en la compra de “Whispering fields”. Sus excelentes arreglos, sus melodías clásicas y, muy en especial, la cautivadora voz de Isabelle Dekeyser, son elementos de mucho peso a la hora de conseguir el muy buen resultado final de estas canciones.
Los sinuosos aires cargados de misterio de canciones como ‘Holy shrine’ o ‘To the wild’ resultan francamente embriagadores mientras que la creciente tensión y ritmo de ‘The souls remain’ te atrapa desde el primer momento sin permitirte un respiro, al igual que ocurre con la fantástica ‘Your whisperings’, que cuenta con unos de los mejores arreglos y melodías de todo el cd.
Sin duda estamos ante un buen disco de una banda que, por más que pasen los años, no muestran en absoluto síntomas de falta de talento, sino todo lo contrario. Ojalá sigan manteniendo este excelente nivel durante, por lo menos, otros veinte años más.
El tiempo suele ser implacable testigo y notario de las muy a menudo nefastas evoluciones de grupos, llamemósles góticos, que empiezan destacando mucho dentro del género para luego ir navegando disco a disco hacia puertos muy pero muy alejados de aquellos de los que algún día partieron, alegando todo tipo de causas peregrinas e insostenibles para justificar esa evolución, que en el fondo no oculta nada más que una ausencia casi total de principios o un interés desaforado por ganar dinero atrayendo a otros públicos más amplios, y más crédulos, que el público gótico.
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