Tras siete años de existencia, la banda británica de metal sinfónico Damnation Angels nos ofrece su primer e interesante larga duración de la mano de Massacre Records.
"Bringer of Light" es un trabajo de Damnation Angels editado en Massacre Records (Ref: MAS CD-0803) en Febrero de 2013. Interpretado por William Graney a las guitarras,orquestaciones y coros & Per Fredik Asly como cantante & John Graney en la batería & Stephen Averill al bajo & Dawn Trigg como pianista desde Gran Bretaña y se centra en el estilo Symphonic Metal y tiene una duración de 57,33 minutos. Enlaces Relacionados:Damnation Angels & Massacre Records Valoración: 8.5 sobre 10
Todos sabemos que el mercado musical es una jungla muy dura, muy difícil y muy amarga. Una prueba más de ello se puede obtener echando un vistazo a la biografía de esta banda británica, formada en 2006 y que no pudo sacar un ep hasta tres años después y eso encima teniendo que producírselo ellos mismos. Dicho lanzamiento les trajo la posibilidad de realizar una serie de conciertos a lo largo y ancho del mundo y de entablar negociaciones con diversas discográficas con el fin de hacer realidad el sueño de editar un cd completo. No fue hasta el año 2012 en que dichas negociaciones cristalizaron en un contrato con la discográfica japonesa Radtone Music para editar este “Bringer of Light”. Meses más tarde serían los germanos deMassacre Records los que se encargarían de editar el cd para el resto del mundo, y es por eso que hoy os lo presentamos.
El estilo de Damnation Angels se nutre de diversas y variadas fuentes, pero se podría decir que la más principal es un híbrido entre el heavy metal y el power metal. A esto se viene a añadir un exquisito gusto a la hora de arropar su música con adornos orquestales y sinfónicos, singularme bien escogidos y colocados a lo largo de las canciones para que estas puedan ser disfrutadas no sólo por los adeptos a los estilos antes mencionados sino también por, por qué no, góticos carentes de prejuicios u otras gentes a los que no les importe cruzar las cada vez más difusas barreras entre géneros musicales. Y por si lo ya mencionado fuera poco, Damnation Angels añaden una singular particularidad a su música, y es la inclusión en ciertos momentos de voces en japonés y de melodías que remiten inmediatamente al país del Sol Naciente, en lo que parece ser un agradecimiento a la tierra que primero confió en ellos para sacar su disco y en la que tienen un notable éxito.
Ya desde la intro nos damos cuenta del singular buen gusto de Damnation Angels a la hora de introducir coros y orquestaciones en su música, un buen gusto que se hace patente en prácticamente todos los cortes de “Bringer of Light”, un disco, por cierto, con diez canciones ( once en la edición japonesa ), en el cual repiten dos temas de su anterior ep ( ‘I hope’ y ‘Bringer of light’ ) y en el que se incluye una versión de los mismísimos Metallica, ‘No leaf clover’. Las omnipresentes orquestaciones y los envolventes y atmosféricos teclados y coros dulcifican las cabalgadas metaleras y los arranques de pasión heavy de los que este disco está lleno. Así ocurre en temas como el mencionado ‘I hope’ o como en el extenso ‘The longest day of my life’, por poner un par de ejemplos.
Aparte de la muy orquestal intro y del hermoso interludio ‘Acerbus inceptum’, yo me quedo con las canciones en la que cuesta más encontrar esa esencia heavy metal que tan presente está en el disco, o en las que no está tan omnipresente. Ese es el caso, por ejemplo, de ‘Reborn’, con unos ritmos más pausados y sinuosos y con unas melodías de ligero matiz oscuro, envueltas en unos teclados absolutamente majestuosos que arropan maravillosamente la voz de un cantante que baja bastante el tono y casi se olvida de los característicos gorgoritos heavies. También es el caso de ‘Pride ( the warriors way )’ en cuyos diez minutos de duración no sólo caben los tópicos del heavy metal y las espléndidas orquestaciones de Damnation Angels, sino también una fascinante variedad de melodías, los impactantes y cautivadores toques japoneses a las que antes aludía, una preciosa parte central repleta de épica y majestuosa belleza y una no menos hermosa parte final en la que el cantante comparte protagonismo con una dulce voz de fémina japonesa mientras melodías tradicionales de aquel país y coros guerreros no dejan de sonar de fondo. Sin duda, una joya repleta de virtuosismo, variedad, buen gusto y elegancia.
Ser “gótico” no es en absoluto un obstáculo para poder disfrutar de este “Bringer of Light”, pues este disco demuestra bien a las claras que las fronteras entre géneros son cada vez más inconsistentes, cuando no prácticamente nulas, por lo que seguir anclado en los purismos fundamentalistas lo único que consigue es impedirnos apreciar la calidad de trabajos como éste. Así que da igual si llevas el pelo cardado y vistes de negro o tienes el pelo largo hasta la rabadilla y vistes pantalones pitillo, este cd te va a gustar igualmente.
Todos sabemos que el mercado musical es una jungla muy dura, muy difícil y muy amarga. Una prueba más de ello se puede obtener echando un vistazo a la biografía de esta banda británica, formada en 
Aparte de la muy orquestal intro y del hermoso interludio ‘