Heldentod nos presenta su primer CD oficial, “The Ghost Machine” una genuina obra maesta del dark industrial. Agresivo a la vez que equilibrado y misterioso. Una maravilla.
"The Ghost Machine" es un trabajo de Heldentod editado en Cold Spring (Ref: CSR131CD) en 2012. desde Gran Bretaña y navega entre los estilos Industrial & Power Noise y tiene una duración de 44,57 minutos. Enlaces Relacionados:Heldentod & Cold Spring Valoración: 8 sobre 10
El sello británico Cold Spring Records, especializado desde hace décadas en la música industrial y power noise, vuelve a sorprendernos con el lanzamiento al mercado de una nueva promesa del dark industrial: Heldentod.
La historia de esta banda es bastante exigua. Únicamente cuentan con una discografía de tres CDr, sin embargo este hecho no hace justicia a su magnífica calidad musical. Heldentod se caracteriza por generar unas texturas acústicas tiránicas y angustiosas en las que loops de voces con una sobrecarga considerable de reverberación inundan el espacio sombrío que generan las tonadas, aportando una perspectiva todavía más sombría y misteriosa. El hieratismo que desprenden los cortes se ve ocasionalmente alterado por los escapes sonoros, disonantes y salvajemente agresivos que violan con eterna pasión el compás. Las canciones se convierten en una pesadilla obtusa y descarriada, introduciendo al oyente en un contexto vacante, descrito en escala de grises, en el que se encuentra perdido, desorientado, incapaz de hallar una salida ante la desolación que de manera indefectible le aprisiona.
Elogiable resulta el trabajo cosechado en “The Ghost Machine”. Podríamos asemejarlo disimuladamente a los primeros trabajos de Anenzephalia, tocados a su vez por el influjo macabro de Satori, el arco conceptual de Lustmord y los recursos vocales de NON en el “Good And Beast”. El resultado alcanzado es fascinante. El decaimiento toma forma de disco, se materializa en ocho cortes desbordantes y maléficos.
Resulta muy difícil diferenciar temas favoritos, ya que el disco en sí podría entenderse como un sólo tema, aunque presente silencios entre los distintos cortes. El álbum cuenta una historia sin argumento, narra un vacío que se ve ocupado por la presencia del mal en su estado más puro. El sosiego se muestra envenenado. La calma no tiene porqué dirigir a la paz, todo lo contrario, induce al nerviosismo. La analogía se fractura y eso resulta todavía más fascinante.
La única excepción que rompe la tranquilidad impuesta en el disco es el séptimo corte ‘Betrayal’, un dechado de power electronics acompasado y mordaz que crea adeptos tras su escucha. Sin lugar a dudas un magnífico piscolabis que nos despierta del letargo desesperanzador en el que nos encontrábamos enterrados. Su estilo se acerca mucho al producido por Genocide Organ, lo que viene a decir que el ruidismo está más que garantizado.
Este trabajo se terminó de grabar durante los últimos meses de 2011, por lo que ha terminado viendo la luz hace unos cincuenta días. Desde entonces su aceptación ha sido fantástica, está cosechando unas fabulosas críticas dentro de del campo experimental e industrial. Respeta la ensoñación de la vieja escuela a la vez que ofrece una nueva perspectiva dentro de la categorización establecida.
Mi primera impresión ha sido una grata sorpresa. Faltan grupos con talento, y si alguno necesita ejemplos de maestría, aquí tenemos uno.