Tan adictiva como la sed de sangre que sufren los vampiros, esta trilogía de novelas combina con singular maestría la novela gótica con la literatura de rol a lo largo de sus más de mil intensas y absorbentes páginas.
"Trilogia de Von Carnstein - Las guerras de los vampiros" escrito por Steven Savile en la editorial de Timun Mas (ISBN: 978-84-480-3984-4) con 1024 páginas. Desde Gran Bretaña y presentado en 2009 se encuadra entre los géneros Terror & Fantasía Enlaces Relacionados:Steven Savile & Timun Mas Valoración: 9.5 sobre 10
Seguramente alguno de vosotros seréis seguidores de los juegos, o de los libros, de la saga Warhammer, un mundo fantástico repleto de hombres, enanos, orcos, elfos y otras criaturas de fantasía que se mueven en un entorno con aires entre medievales y mágicos en el que resulta muy fácil dejarse llevar por nuestras más intensas fantasías de dominio, conquista y gallardía. Entre las criaturas de fantasía que habitan en este lugar tenemos diversos clanes de vampiros, cuyo máximo objetivo ( no muy diferente del de la mayoría de las razas que lo pueblan ) es dominar y sojuzgar cuanto más territorio mejor.
Esta trilogía de novelas, publicadas en España por separado en 2006 y reunidas en un solo volumen en 2009, narra el ascenso y caída del clan Von Carnstein, una familia de vampiros cuya sed de sangre es sólo equiparable a sus ansias de batalla y conquista. Cada uno de los tres libros ( "Herencia", "Dominio" y "Venganza" ) se centra en la figura de los tres sucesivos jefes del clan Von Carnstein; Vlad, Konrad y Mannfred. El primero de ellos exhibe, junto a su inefable y aplastante crueldad, un cierto sibaritismo y un interés por la belleza que lo hace destacarse de sus descendientes. Mannfred, el tercero, es el más astuto y el más determinado a la conquista del mundo, en la que se empeña con un ardor terrible.
Pero el más fascinante de todos ellos es, sin duda alguna, Konrad. Paranoico, esquizofrénico, con una locura que va aumentando hasta llegar a escandalizar a los más curtidos de sus vampiros, este es el personaje más destacado y brillante de toda la trilogía. Sus conversaciones con las treinta cabezas cortadas de sus enemigos que guarda en un sótano son una de las escenas más aterradoras de la novela, así como aquella en la que organiza un banquete para sus vampiros más cercanos con decenas de mujeres desnudas y encadenadas a una pared. Su locura progresiva dará pie a una serie infinita, y fascinante, de conspiraciones a su alrededor con el objetivo de apearle del poder y ocupar su puesto. Aunque insertada en un mundo de fantasía, esta podría ser una revisitación de la vida del emperador romano Calígula.
Aparte de la tríada de vampiros que gobierna Sylvania, merece la pena destacar también a otros dos personajes, los cuales aparecen al principio como humanos y que en el transcurso de la novela se ven convertidos en vampiros; Jon Skellan y Jerek Von Carnstein. El primero de ellos pasa de ser un implacable cazador de brujas y vampiros, movido por un intenso y enfermizo deseo de venganza, a convertirse en un monstruo sediento de sangre, rezumante de crueldad y malevolencia, pero no exento de un negro sentido del humor y de una afilada astucia. El otro, un héroe de guerra, será el único vampiro que, por unas circustancias no muy claras, trate de resistirse a su nuevo estado y luche contra aquello en lo que se ha convertido. Hasta tal punto tendrá éxito que finalmente Jerek será el elemento que haga caer la impresionante maquinaria de guerra montada por Mannfred Von Carnstein y acabe con el reino de terror de los condes vampiro de Sylvania.
Las escenas terroríficas se combinan con las de guerra en unos porcentajes bastante equitativos. Tanto en unas como en otras el autor no ahorra palabras en absoluto a la hora de describir con todo detalle los degollamientos, las decapitaciones, los destripamientos y los desmembramientos que se suceden continuamente. Otras escenas terroríficas que dejan huella en el lector es el baile que organizan Vlad y su loca y mortífera esposa Isabella, en el que en una aterradora orgía de sangre acaban con todos los noblesde Sylvania, elterritorio que gobiernan los Von Carnstein. También impresiona esa escena en la que un posadero de Sylvania recibe la visita de su hijo vampiro, rogándole que le deje entrar, en una recreación perfecta de algunos de los momentos más memorables de la literatura y el cine de terror clásicos. La llegada de Mannfred a Sylvania y su constatación de la desolación dejada por Konrad también es algo que pone el vello de punta. La verdad es que a lo largo de las más de mil páginas de esta trilogía se pueden encontrar muchos y muy espeluznantes momentos terroríficos.
El talento de Steven Savile permite que el manejo de los muchos personajes de esta trilogía y de los muchos ambientes en que estos se mueven se haga con notable fluidez y agilidad, creando escenas rápidas, de diálogos dinámicosy descripciones minuciosas y detalladas que proporcionan en todo momento una sólida y oscura atmósfera al absorbente relato del ascenso y caída de los condes vampiro de Sylvania. Es de destacar la maravillosa ambientación de novela gótica que desprende toda la trilogía, en la que los personajes tienen nombres germanos, algunos de ellos tan notoria y vampíricamente góticos como Von Carnstein ( recordemos que el apellido de la inmortal Carmilla de Joseph Sheridan LeFanu es muy similar ) y en la que la oscuridad está presente en todo momento. Aún así tengo algún pequeño detalle que reprocharle, como la excesivamente rápida desaparición de los tres nigromantes que trabajan para Konradlevantando muertos con el objetivo de unirlos a su ejército; incluso de uno de ellos no se vuelve a saber a nada y no se sabe si muere o no…
No me cansaré nunca de defender la literatura de rol, un subgénero normalmente menospreciado por la mayoría y relegado únicamente a freaks y gente rara en general. Esa categorización injusta relega a este tipo de libros a un rincón demasiado oscuro, a un lugar al que a gran parte del público le resulta difícil de acceder y del que a mí me gustaría mucho que saliera. Espero que ésta y otras reseñas sobre esta clase de literatura contribuyan a que, aunque sea muy mínimamente, esta situación pueda irse enmendando.
Seguramente alguno de vosotros seréis seguidores de los juegos, o de los libros, de la saga 
Las escenas terroríficas se combinan con las de guerra en unos porcentajes bastante equitativos. Tanto en unas como en otras el autor no ahorra palabras en absoluto a la hora de describir con todo detalle los degollamientos, las decapitaciones, los destripamientos y los desmembramientos que se suceden continuamente. Otras escenas terroríficas que dejan huella en el lector es el baile que organizan 