La tristeza y el desgarro sonoro se dan la mano en este disco para ofrecernos una buena ración de música intensa, pesada y cargada de una intensa y negra melancolía.
"The piper at the gates of doom" es un trabajo de Doomshine editado en Massacre Records (Ref: MAS CD 0493) en Julio de 2010. Interpretado por Timmy Holz como cantante y guitarrista & Carsten Fisch en el bajo y los coros & Sven Podgurski a la guitarra principal & Markus Schlaps como batería desde Alemania y se centra en el estilo Doom Metal y tiene una duración de 73,17 minutos. Enlaces Relacionados:Doomshine & Doomshine MySpace & Massacre Records Valoración: 7 sobre 10
Doomshine son una banda alemana plenamente inmersa en esa corriente musical que se ha dado en llamar doom metal; ya sabéis, melodías melancólicas y oscuras, ritmos lentos y guitarras pesadas, muy pesadas en ocasiones, que transmiten al oyente una hondísima sensación de desesperanza y agobio. Dentro del doom metal existen varias tendencias; con teclados, sin teclados, con voz femenina, sin voz femenina… Doomshine pertenece a la escuela más tradicional del género, aquella que no emplea teclados ( o lo hace muy fugazmente y en momentos muy puntuales ) ni tampoco voces femeninas. Su sonido, oscuro y muy denso, podría encuadrarse en la onda de bandas tan señeras como Black Sabbath, Candlemass o Mirror of Deception, de quienes incluyen en este disco una versión, ‘Vanished’.
Formados hacia 2002, Doomshine sólo han editado dos discos en todo este tiempo, “Thy Kingdoom come” en 2004 y el presente “The piper at the gates of doom”. Como buena banda de doom metal, Doomshine se toma con calma no sólo el tempo de las canciones sino también el espacio entre la edición de un trabajo y otro… Al menos la larga espera ha merecido la pena, pues el nuevo álbum cumple de sobra con las expectativas que se pueden tener con un disco de este estilo; canciones largas y densas, de ambientes envolventes y oscuros, y con una voz entre plañidera y siniestra que casa a la perfección con la música. Los temas son a medio tiempo, con fugacísimos pero intensos cambios de ritmo en algún momento puntual.
Aunque a veces el disco peca de una cierta linealidad, lo cierto es que contiene varias canciones francamente destacables, como la intensa ‘Hark! The absurd angels fall’, en donde las guitarras alcanzan un excelente nivel de dramatismo y fuerza. Las oscuras melodías que éstas dibujan encajan perfectamente con la voz entre furiosa y lastimera del cantante, sin rastros de la guturalidad tan habitual en el género, pero cargada de oscura pasión. También el tema de apertura, ‘Sanctuary demon’, aunque recuerda bastante a éste en determinados momentos, consigue crear momentos de gran brillantez.
‘River of January’ es algo más ágil y dinámica, saliéndose un poco en su rítmica de los rígidos cánones del género. Algo similar ocurre con ‘The crow pilot’. No es que ambas canciones se aceleren, sino que en realidad en algunos momentos introducen una ciertadiferencia en sus monolíticos y seudoprocesionales ritmos. De ambas me quedo con la segunda, que ha llegado a conseguir que mueva la cabeza al compás de la música. Otra canción que destaca es ‘Waltzhalla’, gracias a sus ritmos que, como indica su nombre, recuerdan lejanamente a los del vals. El resultado de mezclar los bailes de salón con la intensa y negra melancolía de la música de Doomshine es cuanto menos curioso, e incluso brillante.
El principal handicap de este álbum es a la vez uno de sus mayores valores. La linealidad monolítica presente en muchas de sus canciones es a la vez una excelente manera de introducir al oyente en la espesísima y arrastrada melancolía que éstas desprenden casi sin excepción. Si el oyente consigue penetrar la densa muralla sónica que Doomshine levanta en torno a su música, sin duda se verá inmerso en un panorama deliciosamente desolador y maravillosamente sofocante. Merece la pena hacer el esfuerzo y dejarse llevar por la avasalladora máquina expendidora de angustia que este cuarteto germano ha conseguido poner en marcha con este estupendo trabajo.
Aunque a veces el disco peca de una cierta linealidad, lo cierto es que contiene varias canciones francamente destacables, como la intensa ‘