A pesar de su engañoso título La orgía nocturna de los vampiros no contieneescenas de sexo, pero está llena de momentos terroríficos e intensos, que convierten a esta entrañable película en una de las más destacadas del cine de terror español de la época.
"La orgía nocturna de los vampiros" dirigida por León Klimovsky con la distribución de Divisa Home Video y presentada 1973. Interpretada por Jack Taylor como Luis & Dianik Zurakowska como Alma & José Guardiola como Boris & Charo Soriano como Raquel & Helga Liné como la condesa & Manuel de Blas como Marcos & David Aller como César & Luis Ciges como Godo & Gaspar González como Ernesto & Fernando Bilbao como Gigante & Alfonso de la Vega como el herrero desde España y pertenece al género Terror , tiene una duración de 80 minutos. Enlace Relacionado:Divisa Home Video Valoración: 8.5 sobre 10
En un autobús viajan un grupo de personas con destino a una mansión en la que todos ellos han sido contratados para realizar diversos trabajos, como doncella, jardinero, cocinera o mayordomo. El conductor del autobús fallece repentinamente y los pasajeros no saben muy bien que ruta seguir; cuando llegan a un cruce de caminos ven que el pueblo al que van está aún a más de cien kilómetros, pero a escasos diez se encuentra el pueblo de Tolnia, al que deciden finalmente ir aún a pesar de no encontrar referencia alguna al mismo en los mapas. En la posada del pueblo, oscuro y sin sol, se encuentran con un viajante de comercio, tan extrañado como ellos al no encontrar a nadie en el pueblo; sin embargo, como la posada dispone de habitaciones preparadas y a punto para ser ocupadas, todos ellos deciden quedarse allí. Esa misma noche uno de los miembros del grupo sale a pasear por el pueblo y acabará siendo víctima de un grupo de personas que caen sobre él con hambrientas y feroces expresiones.
A la mañana siguiente la posada está llena de vida, pues los lugareños se dejan ver por fín. Boris, quien se presenta a sí mismo como alcalde, explica a Alma, una de las viajeras y a Luis, el viajante de comercio, que cuando ellos llegaron todo el pueblo se encontraba en el cementerio, en un entierro. Cuando intentan marcharse el autobús no funciona, por lo que Boris les invita a quedarse en el pueblo y les presenta a la Señora, unacondesa a la que todo el pueblo parece reverenciar. La dama se encapricha de uno de los viajeros, quien pasa la noche con ella. Cuando despierta ve ante sí a la mujer convertida en una aterradora vampira, que le clavará los colmillos en el cuello y que lanzará su cuerpo desde su balcón hacia los hambrientos lugareños que esperan debajo. Esa misma noche el viajero que cayó víctima de los vampiros la noche anterior atrae a dos de sus compañeros hacia el autobús, donde les esperan unos cuantos vampiros que darán buena cuenta de ellos.
Luis empieza a sospechar que en el pueblo ocurre algo muy raro y le hace partícipe a Alma de sus sospechas. Ambos planean marcharse la noche siguiente, sin olvidarse de Raquel, la viajera superviviente, y de su hija Violeta. Sin embargo, la niña desaparece y mientras su madre la busca se tropieza con la mismísima Señora; aunque consigue escapar de ella, será finalmente atrapada en su habitación por varios de sus excompañeros de viaje, ahora convertidos en voraces chupadores de sangre. Por su parte, la niña, que se ha quedado atrapada en el cementerio del pueblo, es acosada por un grupo de sedientos vampiros y muere de forma accidental escondiéndose de ellos. Luis y Alma, únicos supervivientes ya, consiguen arreglar el coche de él y escapan del pueblo a duras penas, tras deshacerse de la horda de feroces monstruos que les persiguen implacablemente. Su sorpresa es mayúscula cuando, tras salir de la población, acuden a la policía de otro pueblo y junto a ellos regresan al cruce de caminos del principio de la película para comprobar que el camino a Tolnia no existe. Lo que ninguno de ellos ve, ni los policias, ni Alma, ni Luis, son los restos del autobús, muy cerca de ellos…
Esto que acabais de leer es el argumento de una de las más representativas películas de terror de la época dorada del género en España. Dirigida por el argentino de origen León Klimovsky, responsable de algunos de los mejores títulos del género, La orgía nocturna de los vampiros adolece de todos los defectos y atesora todas las virtudes que han hecho popular el fantaterror español entre todas aquellas personas tan trastornadas como el abajo firmante, los cuales nunca nos cansamos de ver estas películas tan entrañables para nosotros y tan deleznables para el resto del mundo.
La orgía nocturna de los vampiros está poseída por un más que evidente aire a las viejas novelas de terror de la Editorial Bruguera que tan populares se hicieron en la España de la época. El guión podría estar firmado perfectamente por Ralph Barby ( Rafael Barberán ), Curtis Garland ( Juan Gallardo ), Silver Kane ( el Premio PlanetaFrancisco González Ledesma ) o cualquiera de los maestros de la literatura pulp española que formaron parte de la nómina de escritores de las colecciones de bolsillo de la Editorial Bruguera. Esta circunstancia añade un encanto todavía más especial a este pequeño gran clásico.
Algunas de las grandes virtudes de La orgía nocturna de los vampiros son el adecuado clima terrorífico conseguido gracias a la oscura fotografía y a que las escenas nocturnas están casi todas rodadas realmente de noche, sin utilizar la tan extendida y nefasta noche americana, es decir, rodar escenas nocturnas a plena luz del día poniendo un sencillo filtro oscuro en la cámara. El maquillaje y la iluminación de los rostros de los vampiros también es excelente, proporcionando una especial tenebrosidad a las escenas en que estos seres acosan a los viajeros. Además la película contiene unos cuantos detalles de especial perversidad, muy difíciles de hallar tanto en el cine de Hollywood como en las películas de la Hammer; me estoy refiriendo, por ejemplo, a ese momento en que los viajeros comen con evidentes muestras de placer un delicioso asado, que en realidad resulta ser la pierna de uno de los habitantes del lugar.
Escenas destacadas hay muchas; por ejemplo, el momento en que la condesa se levanta de su tumba o cuando esta arroja desde su balcón el cuerpo de uno de los viajeros para que los ansiosos vampiros que esperan debajo den buena cuenta de él. También tenemos el momento en que los vampiros se acercan al cementerio donde está atrapada la niña o el acosoa uno de los viajeros dentrodel autobús, magníficamente rodado e iluminado. También merece la pena destacar algunas de las interpretaciones, como la del gran Luis Ciges, quien demuestra que no sólo sabía hacer papeles cómicos sino que también se movía bien por películas como estas. Por su parte la siempre estimulante Helga Liné hace un papelón como una vampira seductora y poderosa, que es capaz tanto de desenvolverse cómodamente en una reunión social como de levantar sin esfuerzo a un hombre en volandas.
Pero como en toda película española de terror de la época, también hay elementos que chirrían terriblemente. Entre ellos destaca de manera muy especial la horrorosa música del comienzo, tan propia de las producciones españolas de aquel momento. La primera aparición de los vampiros es subrayada por una música más propia de unos Pekenikes desatados que de una película de terror. Gran parte de las escenas terroríficas están subrayadas por una música pop singularmente inadecuada, incluso hay momentos, como el final, donde parece haber sido extraida de algún spaghetti western, quizá de alguno de los dirigidos por el propio León Klimovsky. Si la música hubiera sido más tenebrosa, o simplemente tenebrosa, la película hubiera ganado muchos enteros.
El guión, tan efectivo y tan ágil durante buena parte de la película, no consigue sin embargo disimular ese aire tan inequívocamente español que tienen tanto ese pueblo supuestamente centroeuropeo en que tiene lugar la acción como sus habitantes. Y es que hemos de recordar que la censura franquista impedía que los guiones de este tipo de películas tuvieran lugar en territorio español... Y hablando del guión tampoco puedo dejar de señalar algunas notables incongruencias, o cosas que hubieran necesitado una mayor explicación, como por ejemplo el hecho de que no todos los lugareños son vampiros, aunque se nos de a entender lo contrario. No se nos explica porqué unos si y otros no, así como tampoco se nos cuenta como se alimentan los vampiros cuando no llegan viajeros perdidos al pueblo. Sin embargo ninguno de estos elementos discordantes son capaces de eliminar el encanto que desprende este título imprescindible del fantaterror español sino que incluso lo aumenta.
En cuanto a la edición en dvd, señalar que es simplemente correcta. En cuanto a extras, los habituales en el sello Divisa Home Video, es decir, ficha técnica y artística, galeria de imágenes y unos cuantos textos.; son escasos pero cumplen su función. En cualquier caso, tenga o no extras, este dvd es una interesante adquisición para cualquier aficionado al cine de terror de bajo presupuesto, hecho con más voluntad que acierto, pero con unos resultados que son, como mínimo, interesantes.
A la mañana siguiente la posada está llena de vida, pues los lugareños se dejan ver por fín. 
Esto que acabais de leer es el argumento de una de las más representativas películas de terror de la época dorada del género en 
Pero como en toda película española de terror de la época, también hay elementos que chirrían terriblemente. Entre ellos destaca de manera muy especial la horrorosa música del comienzo, tan propia de las producciones españolas de aquel momento. La primera aparición de los vampiros es subrayada por una música más propia de unos 