Flojo concierto de la banda referente del rock gótico, que de la mano de su líder, Andrew Eldritch, dio otro concierto mediocre del que poco se puede salvar
Adoro The Sisters of Mercy. Adoro un grupo que fue pionero del rock gótico, que hizo el que puede ser considerado como primer disco del género, “First And Last And Always” y que, abanderados por un genio llamado Andrew Eldritch, crearon una colección de temas increíblemente buenos.
Pero lo que vi en la sala Heineken no eran The Sisters of Mercy. Al escenario subieron un artista egocéntrico venido a menos, que ha conseguido que una de las carreras más grandes de la música vaya difuminándose concierto a concierto, acompañado de dos músicos malos que parecían ser parte de una banda de punk y no de la que son, y otro tipo que al mando de Doktor Avalanche dieron un concierto del que poco se puede salvar.
Cuando llegué a la sala ya estaba hasta arriba de gente. El cambio de La Riviera a Heineken, bastante más pequeña, supuso que conseguir un buen sitio para ver el espectáculo resultara casi imposible; aunque con la exagerada afición al humo de la que hace gala el grupo en sus conciertos, no creo que se pudiera ver bien en ningún lado.
A las 21:30 apareció la banda en el escenario. El tema elegido para empezar fue ‘Crash Burn’, y tras la cortina de humo aparecía Eldritch. Con una floja ‘Ribbons’ (parece increíble que este tema suene flojo, pero así fue) y la mezcla que hacen actualmente entre ‘Train’ y ‘Detonation Boulevard’, llegó el primer tema salvable de la noche, la grandísima ‘Alice’. Esta barbaridad de tema del año 82, que tiene que sonar bien siempre, nos remitía por fin a los Sisters de antaño. Tras ‘Flood I’, dos de sus temas más antiguos recogidos en “Some Girls Wander By Mistake”: ‘Floorshow’ y ‘Anaconda’. El siguiente tema fue ‘Marian’, temazo del primer disco, para dar paso al segundo gran tema de la noche: ‘We Are The Same, Susanne’, una de las últimas maravillas de Eldritch. Otro tema nuevo: ‘Bei Mir Bist Du Schoen’, y llegamos al que para mí fue el mejor tema de la noche: ‘Dominion / Mother Russia'. Con este tema, una de las joyas de la corona, se cerraba el trío de temas que dejaban a un lado la mediocridad actual y mostraban la grandeza y el buen hacer de los que hacía gala este grupo hace 20 años. Con ‘Summer’ se cerraban los temas más modernos y, después, un ‘First And Last And Always’ muy flojo y otro tema comodín: ‘This Corrosion’. Para acabar esta primera parte otro tema de “Floodland”: ‘Flood II’.
Salieron otra vez y empezaron con la preciosa ‘Something Fast’, tema más tranquilo para dar paso a otro clásico más cañero: ‘Vision Thing’ y, a continuación, ‘Lucretia My Reflection’, con una interpretación malísima. Lo de este tema fue de cárcel, ¿cómo pudieron interpretar así un tema como éste? Unas guitarras machaconas en el momento cumbre del tema dejaban claro el mal envejecer de Eldritch y su banda. Una pena, de verdad. Tras ello, el tema instrumental ‘Top Nite Out’ y, para finalizar, el clásico entre los clásicos: ‘Temple Of Love’.
En resumen, un concierto muy pobre, cuya única tabla de salvación fue tener uno de los mejores repertorios que se pueden encontrar en la música (gótica o no) de los ’80. Una lástima ver a un dios arrastrándose así por los escenarios.