Por sorpresa, sin apenas promoción, Emilie Autumn y sus esquizofrenicas amigas del "The Asylum" visitaron nuestras tierras para compartir una velada especial rebosante de té, pastas y malsano encanto victoriano.
La actuación de Emilie Autumn en España ha sido un sueño hecho realidad para unos pocos. Y digo "para unos pocos" porque la violinista norteamericana llegó casi sin avisar, precedida por una promoción y venta de entradas pésima. Sólo los muy fans que siguen atentamente las noticias de los múltiples foros que hay sobre la cantante, o aquellos que compraron su último mcd "Girls just wanna have fun / Bohemian Rhapsody", estaban avisados de tan esperado acontecimiento. Una forma muy extraña, suicida comercialmente, de anunciar el concierto de una de las personalidades más relevantes en la actual escena gótica, por no decir que es la artista que más discos vende dentro de nuestra pequeña escena.
Y si mala fue la promoción, mala fue también la organización del concierto. La sala abrió una hora más tarde de lo anunciado y con cambios en la programación, Emilie Autumn seria la telonera de nuestros compatriotas Circus. Los pocos asistentes allí reunidos, aunque expectantes y con sonrisa de asombro ante un escenario propio del más tétrico circo del arte, decorado con muebles barrocos, calaveras y osos de peluche, se esperaban los peores augurios ante desastrosa organización.
Afortunadamente, las luces de la sala Caracol se apagaron y comenzó uno de los espectáculos más sorprendentes, bizarros y deliciosos que se ha podido disfrutar en nuestra ciudad. Junto a los tétricos compases de la victoriana '4 O'Clock' fueron apareciendo las chicas del "The Asylum" . La bella y rubísima Aprella, la linda y maliciosa muñequita pelirroja Maggot, la mujerona Beth Condessa y la preciosa e inocente señorita Sugarless. Desgraciadamente, las aún más bellas Veronica Barlow, My Lucina y Apneatic no pudieron acudir a la cita. Y es que un concierto del "The Asylum" es una auténtica delicia para la vista. ¿De dónde sacará Emilie Autumn estos bellezones? No puedo más que recomendaros que echéis un vistazo por la pagina de MySpace de Emilie y cotilleéis las páginas de todas estas señoritas, especialmente sus fotos, y así os podéis hacer una idea de lo que muchos de vosotros os perdisteis.
Una vez que estaban todas las chicas en el escenario, detrás de un biombo y caracterizada de rata, apareció nuestra querida Emilie para atemorizar a sus pequeñas. Lo que realmente atemorizaba fue el sonido horroroso de la sala Caracol, que hizo que el público pasara del asombro a la decepción con la segunda canción del repertorio, la conocida 'Opheliac'. La musica, en su mayoría grabada, sonaba saturada y casi no dejaba escuchar la voz de la cantante, algo de lo que se dio cuenta la propia Emilie y la puso tan nerviosa que casi no pudo quitarse la mascara de ratón, por no comentar cómo esta embarazosa situación influyó en su voz. También le debió afectar salir al escenario y encontrarse a tan poco público.
Afortunadamente, la norteamericana tardó poco en relajarse y el técnico de sonido mejoró como pudo aquel desastre sonoro que arruinaba el divertido espectáculo circense que veíamos sobre el escenario, con todas aquellas mujeres increíbles bailando, haciendo acrobacias, bromeando entre ellas, y bebiendo té, o lo que fuera, como locas.
De Emilie sólo puedo decir que es sencillamente encantadora, aunque hay que reconocer que canta muchísimo mejor cuando esta quieta, tocando tranquilamente el teclado, que bailando y haciendo el mono con sus compañeras sobre el escenario. Comentar que sacó la parte más oscura de su carácter para echar la bronca a algunos indeseables que no paraban de hablar y molestar entre el público. Ya se sabe cómo es a veces el público español.
En cuanto al repertorio elegido, éste fue bastante completo. Casi dos horas de concierto, en el que se escucharon temas que iban desde su primer trabajo en Trisol, "Opheliac", hasta su último "Girls just wanna have fun / Bohemian Rhapsody" . Personalmente, me quedo con el bellísimo solo de violín 'Face The Wall', ejecutado con mucha pasión y sentimiento por la joven violinista y que consiguió ponerme el vello de punta. También el precioso y melancólico 'Shalott' quedará para siempre guardado en mi baúl de bellos recuerdos, y es que ambos temas corresponden a la parte más íntima y personal del concierto, protagonizados únicamente por la cantante y su violín.
Terminada la actuación, Emilie y sus compañeras tuvieron el detalle, como compensación a aquel de organización, de salir de los camerinos para firmar autógrafos, hacerse fotos y repartir besos a diestro y siniestro a todos los fans de las artistas que se apelotonaban frente el puesto de merchandising. Algo a lo que muy pocas personalidades de nuestra escena raramente se ofrece. Y es que, repito, Emilie es todo un encanto, una mujer impresionante, llena de vitalidad, malicia y ternura de la que es imposible no enamorarse.
A los españoles Circus les toco comenzar su actuación mientras Emilie y sus compañeras firmaban autógrafos, por lo que sólo los amigos de la banda les prestaron atención al principio. Fue una verdadera lástima, porque su actuación mereció bastante la pena. El sonido fue mucho mejor y potente que el de las chicas norteamericanas, tal vez porque Circus son una banda de rock tradicional, guitarra, bajo y batería y no dependen tanto de la electrónica y las partes grabadas como el conjunto anterior. Su estilo, pop-rock con pinceladas de gótico, ha evolucionado bastante desde su primer LP "Circus", más cercano al sonido de bandas españolas de rock actuales, que a los ramalazos de gothic-rock de sus comienzos. Aunque a mí me gustasen más, hay que reconocer que ahora tienen muchas más posibilidades de darse a conocer al público mayoritario.
Los españoles, con su energía desatada y muy buenas maneras, consiguieron poner el broche de oro a una velada entrañable que quedará para siempre en el recuerdo de algunos, a pesar de la escasez de público y los importantes fallos de sonido y organización.
