Esperado regreso de la voz por excelencia del Techno Pop germano. Después de su traumática ruptura, incluido juicio de por medio, con la banda que le catapulto a la fama, Wolfsheim.
"Solo" es un trabajo de Peter Heppner editado en Warner Music (Ref: 5051865-0253-2-0) en Septiembre de 2008. Interpretado por Peter Heppner como cantante y compositor desde Alemania y navega entre los estilos Synthpop & Dark Pop y tiene una duración de 47,58 minutos. Enlaces Relacionados:Peter Heppner & Peter Heppner MySpace & Warner Music Valoración: 8 sobre 10
Peter Heppner regresa a la escena musical después de protagonizar uno de los divorcios musicales más sonados de los últimos tiempos en Alemania. A principios de este año, después de un fallido intento de acuerdo amistoso entre él y su compañero de banda, el Tribunal Regional de Hamburgo dictó sentencia a favor de Markus Reinhard, otorgándole todos los derechos sobre el proyecto que habían creado entre ambos en 1987, Wolfsheim.
Markus estaba harto del egocentrismo y ambición de Peter Heppner y, sobre todo, estaba cansado de la poca atención que prestaba el cantante a Wolfsheim, más entretenido en colaborar con gente como Paul van Dyk, Schiller o José Alvarez-Brill, y firmar en el 2005 un contrato con la multinacional Warner para publicar unos cuantos discos en solitario. Discos que para Markus suponían una amenaza para la criatura que ambos compartían.
"Solo" es el primero de los discos culpables de que Wolfsheim no vaya a ser la misma banda de siempre, y que contiene tanto el buen hacer como los defectos de este gurú de la escena electrónica alemana, Peter Heppner.
Ante todo nos encontramos con un trabajo ambicioso, incluso pretencioso y arrogante en alguna de sus formas, y en el que Peter ha querido rodarse de una producción a la altura de las circunstancias. Para ello, qué mejor que contar con la ayuda de un amigo de toda la vida, José Alvarez-Brill, y con uno de los mejores productores de los últimos tiempos, Peter-John Vettese, quien no sólo tiene en su excelso currículum la producción de gente como Pet Shop Boys, Frankie goes to Hollywood, Simple Minds, Bee Gees, Cher o Annie Lennox, sino que también es conocido por haber sido teclista, durante la década de los ochenta, de la banda de rock progresivo Jethro Tull.
A quienes conocen el trabajo de Wolfsheim no les costará nada reconocer quién produce cada tema. Es fácil descubrir el sello de José Alvarez-Brill en las canciones 'Alleinesein', 'Vorbei' y ' Walter (London Or Manchester)'. Temas que recuerdan muchísimo a los últimos trabajos del dúo alemán y que coinciden con la parte más bailable del cd. 'Alleinesein' es una nueva perla-pop en la discografía de Heppner, un tema alegre, algo desenfadado y con una melodía rítmica y contagiosa que la convierten en carne de cañón para las pistas. 'Vorbei', sin embargo, es mucho más oscura, cargada de épica trágica y una letra ambigua que engrandece aún más la aterciopelada voz del cantante. El corte aparece al final del disco, cantado a duo con Timo Peter, voz de la banda alemana Moonrise, en una versión mucho más contundente, oscura y gótica que hará las delicias de los amantes del Gothic Rock.
El resto de temas producidos por Peter-John Vettese consiguen mantener el estilo y el sonido de la antigua banda de Heppner, pero carecen del espíritu y la magia que Wolfsheim impregna sus canciones. El sonido está cuidado al máximo, manteniendo un delicado y oscuro equilibrio entre las partes orquestales y las electrónicas. Al señor Heppner le ha sentado muy bien pasar una temporada en las Islas Britanicas, suavizando bastante su marcado acento germano y mejorando la pronunciación de su inglés.
Sin embargo, aunque todos los cortes producidos en Inglaterra son perfectos, técnicamente hablando, no llenan tanto como los producidos por José Alvarez-Brill. Sólo hay que comparar el precioso medio tiempo ' Walter (London Or Manchester)' con el resto de las baladas. Este tema te llega al alma, te emociona, dejándote con una sonrisa boba en la boca, como ocurre cada vez que escucho el famoso 'Künstliche Welten' de Wolfsheim. El productor sabe cómo aprovechar la emoción contenida en la voz de Peter y emplearla como un instrumento más que resalta la belleza del corte. Al menos el productor inglés ha tenido cuidado en mantener la linealidad del trabajo, no desentonando con las piezas producidas en Alemania.
'Wherever', 'Suddenly' o 'Being Me' mantienen el tipo gracias a la elegancia, buen hacer y aire intelectual con los que Peter Heppner siempre dota a cualquier proyecto en el que participa, pero no son más que piezas menores y olvidables dentro de la trayectoria de este señor. Podrían haber sido mucho mejores, sin necesidad de recurrir a arreglos ostentosos o a las melancólicas melodías de siempre.
"Solo" agradará a los seguidores menos exigentes de Peter Heppner, a los que sabemos de lo que es capaz de hacer el cantante germano, sinceramente, echarán de menos la musica de Markus Rainhard o la admiración de unos pedazo de músicos como Paul van Dyk, Joachim Witt o Schiller, que sepan de verdad aprovechar la bellísima voz de este cantante.
