Diecisiete años después de la aparación de su último disco de estudio, esta leyenda del trash metal de EEUU regresa con un nuevo trabajo para dejar claro que siguen vivos y muy vivos, aunque algún listo les haya dado por muertos y enterrados.
"Left for dead" es un trabajo de Laaz Rockit editado en Massacre Records (Ref: MAS-CD 0603) en Julio de 2008. Interpretado por Michael Coons como cantante & Aaron Jellum en la guitarra & Phil Kettner en la guitarra & Willy Lange al bajo & Sky Harris como batería desde Estados Unidos y navega entre los estilos Trash Metal & Speed Metal y tiene una duración de 49 minutos. Enlaces Relacionados:Laaz Rockit & Massacre Records Valoración: 7.5 sobre 10
Nada menos que hasta 1982 debemos remontarnos para asistir al nacimiento en Berkley, California, de esta banda norteamericana de trash metal de tan curioso nombre, una ligera variación fonética de la denominación de cierta arma de gran poder destructivo usada por el actor Clint Eastwood en una de sus películas. Desde entonces hasta 1992, fecha de su separación, Laaz Rockit atronó al mundo con sus avasalladoras descargas de potentísimo y brutal trash metal. Fue justo trece años después de la ruptura que la banda volvió a unirse con motivo de una minigira junto a otros grupos. A partir de ahí fueron surgiendo más oportunidades de tocar juntos y de recuperar la magia, algo que se vió apoyado por la edición de un dvd en directo y por la reedición de su primer disco. Con tales mimbres estaba casi cantada la aparición de un nuevo trabajo de estudio de Laaz Rockit, y efectivamente, aquí lo tenemos.
Para los no acostumbrados a este tipo de sonidos, como yo mismo, este disco podría parecer en principio difícil de asimilar, como a mí me lo pareció la primera vez que lo escuché. La atronadora potencia que emana de las canciones de “Left for dead” no está pensada sino para complacer los oídos de los fans más irredentos de Laaz Rockit y del trash metal en general, los cuales comprobarán con placer que los años no han pasado en balde por este quinteto. Pero no sólo ellos pueden disfrutar de las canciones de la banda, cualquier otro amante de la música dispuesto a escuchar con una mente abierta podrá extraer elementos de “Left for dead” que le hagan pasar un buen rato escuchándolo.
Y eso es precisamente lo que a mí me pasa. Ahora ya no me asusta la contundencia guitarrera del tema de apertura, ‘Brain wash’, sino que además me quito el sombrero ante la maestría técnica de una banda que en poco más de tres minutos y medio de canción es capaz de crear y unir melodías tan variadas y diferentes, dándoles a todas ellas un aire brutal y fiero. ‘Delirium void’ es menos variada que su predecesora y, por ello, algo menos sorpresiva y estimulante, aunque sin ceder ni un ápice en intensidad. ‘Erased’ es más lenta, pero incluye unos excelentes solos de guitarra. ‘My euphoria’ aumenta, afortunadamente, la velocidad, e incluye en su comienzo unas sensaciones melodías tocadas por unas guitarras estratosféricas que no bajan la guardia en ningún momento.
Las buenas sensaciones continuan con el bonito comienzo de guitarras acústicas de ‘Ghost in the mirror’, canción en la que el cantante nos demuestra que tiene más registros además del gritón furioso que ha demostrado hasta el momento. La canción pronto se revestirá de la dureza metálica habitual pero no dejará nunca de tener un cierto toque oscuro. Por su parte ‘Turmoil’ regresa a los cánones habituales del estilo para dar paso a ‘Liar’. Brutal, seca y contundente, esta canción te asombrará por la enorme fuerza que atesora en todas y cada una de sus notas.
‘Desolate oasis’, con su fastuosa variedad de ritmos y ambientes, ora bellos, ora ligeramente oscuros, se erige en el tema más complejo y trabajado, y en uno de mis favoritos, de este disco. El fin llega con la dinámica ‘No man’ y con una ‘Outro’ instrumental en la que la banda demuestra, por si no lo hubiéramos notado ya, todo el poderío y la maestría que atesoran. Tras unos instantes de silencio llega el verdadero final del disco, una bonita canción en la que predominan las guitarras acústicas, inyectando así en nuestros organismos una dosis de paz que se hace muy necesaria tras la electrizante tensión a la que se nos ha sometido durante la escucha de “Left for dead”.
Un consejo; aunque el trash metal no sea lo vuestro, si tenéis oportunidad de escuchar este disco no la desaprovechéis. Os ayudará a comprender, como a mí me está empezando a pasar, que la música en realidad no entiende de géneros ni de clasificaciones y que de cualquier artista, por imposible que te pudiera parecer a priori, puedes extraer momentos altamente disfrutables.
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Las buenas sensaciones continuan con el bonito comienzo de guitarras acústicas de ‘
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