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 Vampiros y hippies pijos, una mezcla sorprendente

Drácula 73

 
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Publicado
2008-11-24
 
Habiendo descendido al nivel de desquicio y desmelene de las producciones de terror españolas de la época ( aunque con un presupuesto algo más abultado ) la otrora gloriosa productora Hammer se ve inmersa en una agonía lenta que le lleva a producir pastiches tan epatantes como esta pequeña y absurda joya.
 

"Dracula 73" dirigida por Alan Gibson con la distribución de Warner Bros Video y presentada 1972.
Interpretada por Christopher Lee como Drácula & Peter Cushing como Lawrence Van Helsing & Stephanie Beacham como Jessica Van Helsing & Christopher Neame como Johnny Alucard & Michael Coles como Inspector & William Ellis como Joe Mitcham & Marsha Hunt como Gaylor & Janet Key como Anna & Philip Miller como Bob & Michael Kitchen como Greg & David Andrews como Detective & Caroline Munro como Laura desde Gran Bretaña y pertenece al género Terror , tiene una duración de 90 minutos.
Enlace Relacionado: Warner Bros Video
Valoración: 7.5 sobre 10
Videos:
Formato Video Localizado por MNPlayBehind the scenes ( inglés )
Formato Video Localizado por MNPlayTrailer ( inglés )
Formato Video Localizado por MNPlayCréditos de apertura ( inglés )

      Estamos en Londres, en 1872. Drácula y Van Helsing luchan a muerte encima de una carroza que corre desbocada por un parque indeterminado de la capital británica. El vehículo sufrirá un aparatoso accidente y Drácula morirá empalado por los radios de una de las ruedas, al igual que Van Helsing. Cuando los dos antagonistas exhalan su "último" suspiro, un misterioso personaje que ha estado observando su agonía se acerca para recoger el anillo y las cenizas del vampiro, de las cuales depositará una parte más tarde en el mismo cementerio donde se está llevando a cabo el entierro de Van Helsing.

Drácula 73Tras este prólogo damos un salto de cien años hacia delante para ir a parar al Londres de 1972, donde conoceremos a un grupo de jóvenes aburridos de buena posición y de aspecto hippie, que no saben qué hacer para matar el ocio que llena sus vidas. Uno de ellos, muy parecido al que recogió las cenizas del vampiro cien años antes y que responde al ingeniosísimo nombre de Johnny Alucard ( no ofenderé vuestra inteligencia diciéndoos que lo intentéis leer al revés… ) , les propone contactar con el Diablo en una vieja iglesia desconsagrada, que casualmente es aquella en cuyo cementerio están enterrados el cuerpo de Van Helsing y las cenizas de Drácula. A pesar de las reticencias de Jessica, una de las chicas del grupo y nieta del nieto de Van Helsing, el aquelarre finalmente se celebra justo la noche en la que se cumplen cien años de la muerte del vampiro y de su perseguidor.

Durante el transcurso de la terrorífica ceremonia Johnny, que guarda una parte de las cenizas y el anillo de Drácula, exige la presencia de Jessica en el altar de los sacrificios, pero Laura, otra de las jóvenes de la pandilla, se le adelanta. Tumbada en el altar, recibe las cenizas del vampiro, mezcladas con la sangre de Johnny, en la copa que sostiene en sus manos y que acaba volcándose en los pechos de la muchacha. El resto de los jóvenes sale huyendo, despavoridos, mientras la aterrorizada Laura se queda atrapada dentro de la iglesia, embrujada por algún extraño hechizo. Mientras tanto, Johnny presencia la resurrección de Drácula, quien dará buena cuenta de la joven atrapada en el interior de la iglesia desconsagrada.

El cadáver de Laura es encontrado más de forma casual y la policía, debido a las señales del cuerpo, decide contactar con el nieto del viejo cazador de vampiros, el profesor Lorrimer Van Helsing, para pedir su opinión. Mientras tanto, Johnny emborracha a Gaylor, otra de las chicas de la banda y la lleva hasta la iglesia de la que Drácula no puede salir. El vampiro, furioso porque no es Jessica Van Helsing la víctima que se le ofrece, bebe la sangre de la joven y convierte a Johnny en un vampiro.

Van Helsing acaba convenciendo al inspector encargado del caso que tras la serie de cadáveres desangrados que empiezan a aparecer por Londres se enconde la mano, es decir, los colmillos, de un vampiro. Mientras tanto Bob, el novio de Jessica, vampirizado por Alucard, lleva a la joven al encuentro de éste, quien tiene la intención de entregársela a Drácula para que complete su venganza sobre la familia Van Helsing. Cuando su abuelo se entera de la noticia sale en busca de Alucard, a quien finalmente encuentra y destruye. Sin embargo, aún le queda lo más difícil, rescatar a su nieta de las garras de Drácula, quien la mantiene secuestrada en el interior de la iglesia desconsagrada. Pero finalmente, tras una intensa lucha, el conde vampiro es aniquilado una vez más ( para la Hammer sería la sexta ocasión y aún le quedarían otras dos… ).

Drácula 73Esto que acabáis de leer es el argumento de Dracula 72 a.d, estrenada en España como Drácula 73. Esta película refleja como pocas la decadencia imparable de la mítica Hammer, la cual, desesperada por mantenerse a flote en un mercado cada vez más competitivo, llegó a filmar películas tan descacharrantes como ésta, en la que se mezclan alegremente hippies y vampiros, o como la posterior y muy friki La leyenda de los siete vampiros de oro, de la que algún día hablaremos. A pesar de la frenética cuesta abajo en la que la productora se veía inmersa, todavía se podían vislumbrar destellos de evidente calidad en las cada vez más desquiciadas películas que se producían, y Drácula 73 no es una excepción.

Entre esos momentos brillantes podemos destacar la escena de la enésima resurrección de Drácula, el momento de más tensión de una película bastante lineal, en el que destaca la interpretación de la bella hammerette Caroline Munro, la primera víctima del vampiro en esta película. De igual manera merece destacarse la interpretación de Christopher Neame en el papel del tenebroso Johnny Alucard, el último gran villano que alumbraría la Hammer, y que bascula entre el más exagerado histrionismo y la más sibilina perversidad. También es necesario recordar la iglesia desconsagrada de la que Drácula no puede salir y que sería el último gran decorado gótico de la Hammer. Y cómo no, la soberbia interpretación del gran maestro Peter Cushing en el papel del nieto del Van Helsing original. Realmente lo del señor Peter Cushing es de admirar; por mala o desquiciada que fuera la película en la que interviniese, su interpretación siempre era impecable, sin dejarse arrastrar en absoluto por las circunstancias y dando siempre el 110 por ciento en su trabajo. Todo lo contrario que su amigo del alma Christopher Lee, a quien se le nota en exceso la desgana y la desidia interpretativa a la hora de encarar su papel en esta ocasión.

Un crítico de cine serio y sesudo diría sin duda que Drácula 73 es una mala película. Afortunadamente para mi salud mental no soy un crítico de cine, ni tampoco soy una persona seria ni sesuda, por lo que para mí ésta es una "buena mala película"; es decir, soy consciente que Drácula 73 no es merecedora de ningún premio académico pero también soy consciente que ésta es una película hecha sin ningún tipo de pretensiones, sin ninguna clase de objetivos artísticos y sí con una falta casi total de prejuicios que la hacen enormemente atractiva. La monstruosa absurdez de algunos de sus planteamientos, la horrenda música setentera que asola nuestros oídos durante todo el metraje y el histrionismo de algunas de sus interpretaciones ( ved si no a Johnny Alucard huyendo de la luz del día que le arroja Van Helsing... risas aseguradas, amigos ) le dan un atractivo suplementario a una película voluntariosa pero que hace aguas en muchos puntos. A pesar de todo eso, este cómic en movimiento que se llama Drácula 73 se deja ver con enorme placer, sentado en un cómodo sofá y armado con un gigantesco cubo de palomitas de maíz.
Artículos que también podrían interesarte:Reseña Escrita por: Juan Antonio Jordan  {MN}

Información Relativa al Artículo
Estilos: Terror
Nacionalidades: Gran Bretaña

*{Derechos Reservados}*

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