Electric Weekend se estrenó como festival en la comunidad de Madrid ofreciendo el mejor cartel de Metal de toda la historia de la villa.
Un increíble cartel y una mejor organización hicieron que el fantasma de la Cantueña desapareciera de la mente de más de uno. Sin querer entrar en el debate de la guerra de festivales, he de decir que la apuesta de la concejalía de cultura del ayuntamiento de Getafe fue más que acertada al darle al Electric weekend lo que últimamente se echaba en falta en los festivales de música de la comunidad, la acampada.
Con un terreno muy amplio en el pinar del Cerro de los Ángeles, se pudo disfrutar desde el jueves hasta el domingo de una agradable estancia que todos añoraban desde que se perdió el parque del Soto en Mostoles como enclave por parte de la organización de Festimad.
El holding de LastTourInternational que representa a BilbaoBBKLive, AzkenaRock Festival,Cuva y a Kobeta Sonik, aparte del Electric Festival, no quiso defraudar y así lo hizo, manteniendo durante los tres días un servicio de autobuses lanzadera que sólo se vio colapsado la noche del sábado desde las 2:30 am hasta las 4:00 am, aproximadamente, por la masiva salida de personas tras el concierto de Metallica.
El auditorio John Lennon, cuyo terreno fue cedido por el acuartelamiento aéreo de Getafe (ACAR Getafe), y su distribución para la zona de conciertos se vio pequeña para albergar a las cerca de cien mil personas que pasaron a lo largo del festival ( 45.000 el viernes y 53.000 el sábado), teniendo un escenario principal y uno secundario con cubierta, dos carpas promocionales de bebida (Jack Daniel´s a seis euros, chavales!), los típicos puestos de complementos y ropa, varias barras para la bebida por parte de la propia organización y una carpa de catering, que fue uno de los pocos fallos de los organizadores a destacar, por resultar un auténtico infierno conseguir un bocadillo al tratarse de una única barra para 50.000 personas.
Tras la acampada de la noche del jueves al viernes, aquellos que sobrevivieron al alcohol, el MDMA, el hachís y las diferentes sustancias ingeridas (que no por ello se hace aquí apología de esto) pudieron ver a Nothink abrir el festival, seguidos por Mos y los escoceses Biffy Clyro, quienes, junto con el punk-rock de los suecos Millencolin, fueron caldeando poco a poco el ambiente hasta llegar al primer plato fuerte de la tarde, Serj Tankian, quien fue desgranando en el escenario principal los temas de su último trabajo "Elect the Dead", donde imperaba su increíble voz con un estilo personal e inconfundible, sin faltar la obligada diatriba, entre canción y canción, sobre la libertad de expresión y los derechos fundamentales de las personas.
Y terminado el concierto de Tankian nos vamos corriendo al escenario secundario, haciendo escala en la carpa de Jack Daniel´s, para recibir toda la brutalidad y la crudeza del nuevo proyecto musical de los hermanos Cavalera, The Cavalera Conspiracy. Una apisonadora imposible de parar que nos dejó los temas más rápidos del álbum "Inflikted", en una primera parte, para recibir con ansia los temas más clásicos de su mítica formación con Sepultura, en otra segunda parte que a más de uno le llenó de buenos recuerdos recibiendo y dando hostias en el pit.
Mientras nos recuperamos de las patadas y los codazos del escenario secundario, The Stooges aparecen en el escenario principal con su maestro de ceremonias, un incombustible Iggy Pop, quien ofreció hora y media de concierto al más puro estilo “dirt&punk”, subiendo a varios afortunados del público al escenario para tener el privilegio de poder cantar a coro, junto con “el reanimado por vudú”, uno de los temas más conocidos de los auténticos padres del Punk.
Offspring se reunieron en el escenario principal después de 5 años de silencio para dar uno de los mejores conciertos del viernes, ofreciéndonos sus temas más clásicos y bailables que no fueron empañados a pesar de los fallos de sonido originados durante el espectáculo.
Y le tocó el turno al ansiado cabeza de cartel del viernes, Rage Against the Machine, ataviados para la primera canción como presos de Guantánamo y quedándose libres del espantoso mono naranja con capucha negra en el resto de canciones, tras una inquietante intro en la que con una distorsión de guitarra, junto con 'La internacional' cantada en ruso, hacían emerger del escenario una estrella roja gigante, creando así un ambiente que no tenía nada que envidiar a los creados, por ejemplo, por bandas como Der Blutharsch (aunque si en lugar de una estrella roja gigantesca hubiese salido una esvástica gigante, habría sido distinta la cosa). Tras esta breve intro comenzaron a disparar uno a uno todos los temas más míticos, conocidos y potentes de la banda californiana, haciendo saltar a todo el mundo desde la primera hasta la última fila.
La noche del viernes la cierran los esperadísimos Queens of the stone age, que ni la breve lluvia, ni el hecho de actuar los últimos y después de RATM, ni tampoco el que todos sus seguidores tuviésemos que apretarnos en la pequeña carpa del escenario secundario, hicieron que la banda de Josh Homme perdiera el brillo y la fuerza que hacen destacar a la formación por encima del resto de grupos de rock en la actualidad, dando un espectáculo inolvidable.
Termina el viernes con la retirada a las tiendas de campaña para los que estábamos más cansados, pero no para los que habían jugado al Quimicefa, donde, junto al puesto de la cruz roja a la entrada del recinto del camping, se improvisó una rave que dejó contentos a los que tenían la cara plastificada…
Tras recuperar fuerzas y hacer nuevos amigos en la zona de acampada, le echamos valor y nos dirigimos a la zona de conciertos para exprimir el sábado al máximo posible. Ataviado con una camiseta de Blood Axis y unas gafas de sol, me encuentro con que la afluencia de público para el sábado es muchísimo mayor que la del viernes, y es que, esa misma noche, tocaban Metallica .
Les tocó romper el hielo a From first to last y a ETHS, calentando al público bastante bien estos últimos para preparar la llegada de los daneses Mnemic y su fusión futurista de Metal e Industrial. Cuando todavía no habíamos recuperado el aliento, Peter Dolving y los suyos se adueñan del escenario principal para descargar los temas más duros de The Haunted, dando una buena ración de Death Melodic Metal a todos los presentes empalmada con la aplastante actuación de los suecos Soil Work, aunque la auténtica tormenta comenzaría más tarde. Seguidamente, Queensryche demostró en el escenario pequeño por qué son una referencia, dando un buen ejemplo de Heavy Metal clásico al más puro estilo de Ronnie James Dio. Within Temptation y su legión de fans ocuparon el escenario principal ofreciendo sus temas más famosos y presentando su último trabajo "The Hearth of everything", dejando un mal sabor de boca generalizado para todos los que esperaban impacientes a Machine Head por tener que actuar en el escenario pequeño.
Y llegó la tormenta que pronosticaron para el sabado, pero no en forma de lluvia, sino en forma de sonido. Ni el hecho de tocar en el segundo escenario, ni tampoco ser teloneros directos de Metallica, hicieron que Machine Head se arrugaran, ofreciendo, junto con At the Gates, el directo más destructor y violento del sábado.
Y la locura se generalizó en el Electric cuando a las 00:44 apareció Metallica, ofreciendo un espectáculo increíble, demostrando que son los mejores, durando casi dos horas, muy en la línea de su último directo en España en el estadio de “La Romareda” en Zaragoza; utilizando fuego en 'Fuel' y efectos de pirotecnia para 'One' y la paradiña de 'Enter Sandman'. Se despidieron de nosotros citándonos para septiembre del 09 tras escupir todo su repertorio más clásico y, por lo tanto, el más esperado.
Y al terminar Metallica muchos fueron los que desaparecieron, perdiéndose así el broche final de este festival traído por los suecos At the gates, donde, después de más de doce años de silencio, se volvieron a juntar para demostrar a todos quiénes fueron los que iniciaron aquí, en Europa, el movimiento Black-Death , o "sonido de Gotemburgo", con un concierto que fué, cuanto menos, reposado, a pesar del cansancio acumulado.
Y terminado este “revival” noventero, un sabor agridulce quedó para más de uno al dejar en evidencia la pésima situación de la escena metal por falta de nuevos proyectos, pues no hay que olvidar que, de todos los grupos del festival, la gran mayoría no han sacado temas nuevos desde hace años…
Aún sabiendo esto, y teniendo la incertidumbre del cartel de futuros festivales debido al listón tan alto ofrecido en este primer festival, un servidor volverá el año que viene a electrificarse.
Y llegó la tormenta que pronosticaron para el 
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