Once años después del mítico “Werk 80” la banda de Alex Krull vuelve a las andadas versioneando con notable gusto un puñado de algunos de los más clásicos temas de los años ochenta del siglo XX.
"Werk 80 II" es un trabajo de Atrocity editado en Napalm Records (Ref: NPR 238) en Febrero de 2008. Interpretado por Alex Krull como cantante & Thorsten Bauer en la guitarra & Mathias Röderer en la guitarra & Nick Barker a la batería & Alla Fedynitch como bajista desde Alemania y se centra en el estilo Gothic Metal y tiene una duración de 50,12 minutos. Enlaces Relacionados:Atrocity & Napalm Records Valoración: 8.5 sobre 10
Si por algo van a dejar huella los años ochenta del siglo XX, desde mi punto de vista, es por el extraordinario vigor que la música popular experimentó en esa década, produciendo éxitos tan memorables que aún permanecen indelebles en la memoría de los que vivimos aquellos tiempos. Si a mí, o a otros adolescentes de la época, nos preguntaran por algunas de nuestras canciones favoritas estoy convencido que la inmensa mayoría de ellas pertenecería a esta década inolvidable.
En esta situación probablemente se halle tambien el líder de Atrocity, Alex Krull, una banda que a pesar de sus comienzos death metal ha permitido que su sonido se haya ido empapando de influencias que les ha abierto la puerta a otros reinos musicales y a ser conocidos y respetados fuera de su escena. Alex Krull, como muchos adolescentes ochenteros, seguramente vibró con estas canciones, que eran las que podían oírse en las radiofórmulas de la época, antes de escoger su camino en el mundo del metal, al igual que otros escogimos adentrarnos en el mundillo gótico u otros en el reino del indie.
Los grupos versioneados en esta ocasión son de lo mejorcito que produjeron los ochenta. Atiende: Depeche Mode ( ‘People are people’ ), Frankie Goes to Hollywood ( ‘Relax’ ), Visage ( ‘Fade to Grey’ ), Simple Minds ( ‘Don’t you forget about me’ ), Talk Talk ( ‘Such a shame’ ), Bronski Beat ( ‘Smalltown boy’ ), A-Ha (‘The sun always shine on TV’ ), Eurythmics ( ‘Here comes the rain again’ ), Alphaville ( ‘Forever Young’ )…
De entre todas ellas, y por razones muy personales, quiero destacar dos. La primera, sin duda, la arrebatadora ‘Don’t you forget about me’, una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, temazo por el cual los Simple Minds siempre, por mucha basura que hayan hecho después, merecerán mi eterno respeto y gratitud. Tan trascendental canción es interpretada aquí de manera sublime, con arreglos operísticos, con guitarras fuertes y contundentes y con un Alex Krull que demuestra su gran calidad como cantante y que más allá de los gruñidos guturales del death metal también puede haber unas cuerdas vocales que entonen con elegancia y calidad cualquier tipo de canción. La otra canción que quiero destacar es ‘Fade to grey’, tan similar y tan distinta a la original ( como ocurre, por cierto, con todos los cortes ); la razón es, de nuevo, muy personal, pero muuuy larga de contar. Baste decir que, muy probablemente, si no hubiera oído nunca esta canción, yo no estaría hoy aquí escribiendo esto.
El resto de las canciones son también magníficas, aunque estas son las que más me tocan el corazón y me hacen evocar recuerdos ya olvidados y me cargan el corazón con el peso de muchos y muy bonitos recuerdos… Pero también me emociona la cañera versión del ‘People are people’… con lo que me gustaban los Depeche Mode hace quince años es lógico que esta canción me toque también la fibra sensible. La que tengo que confesar que no conocía, pero me ha encantado, es ‘Keine Heimat’. Su estribillo demoledor y altísimamente pegadizo, junto con las guitarras más contundentes y metaleras de todo el disco y la variedad y el poderío vocal exhibidos por Alex Krull ( fantásticas voces limpias, gruñidos guturales, evocaciones sepulcrales… ) hacen de este corte una pequeña joya, ideal para descargar energías en una pista de baile mientras meneamos al viento nuestras frondosas melenas.
Cuando hay tantos temas en este disco que me retrotaen a tiempos pasados y más felices me resulta difícil valorar su calidad musical. De todas formas creo que este “Werk 80 II” suena mucho más potente y más contundente que “Werk 80”. Los temas escogidos se prestan mucho mejor a jugar con ellos de la forma que Atrocity lo hace, lo que demuestra que son tan buenos que resisten con elegancia cualquier embite de cualquier banda, practique el estilo musical que practique, siempre que se haga con el respeto con el que lo han hecho Alex Krull y sus chicos. A las guitarras, los bajos y la batería se unen sensacionales arreglos orquestales, teclados variados y fastuosos y voces femeninas excelentes. Y por encima de todo ello, la gran voz de mr. Krull, capaz de enfrentarse y de salir mucho más que airoso ( y en ocasiones vencedor, como en ‘Such a shame’ y en alguna más ) de las comparaciones que se pueden plantear al comparar su voz con las de los cantantes originales.
No quiero terminar esta reseña sin recordar un par de cosas más. De nuevo, al igual que en “Werk 80”, se vuelve a contar con la colaboración vocal de Liv Kristine Espenaes, la esposa de Alex Krull, quien presta su voz en ‘The sun always shine on TV’ cantando mejor y más agudo que nunca. El artwork está protagonizado, en vez de por las dos espectaculares y anónimas bellezas que aparecían en “Werk 80”, por una sugerente Dita Von Teese emulando a la inmortal pin-up Betty Page.
Tanto si los viviste como si no, este segundo homenaje que Atrocity tributa a los ochenta te va a parecer tan genial como a mí. Pero creo que te gustará mucho más si estás más cerca de cumplir los cuarenta que los treinta… y es que alguna ventaja debía tener el ir haciéndose mayor.
En esta situación probablemente se halle tambien el líder de 
El resto de las canciones son también magníficas, aunque estas son las que más me tocan el corazón y me hacen evocar recuerdos ya olvidados y me cargan el corazón con el peso de muchos y muy bonitos recuerdos… Pero también me emociona la cañera versión del ‘
