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 Cine gótico a la española

La Residencia

 
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Publicado
2008-08-06
 
El director español Narciso Ibáñez Serrador, mucho más conocido por su extenso currículum televisivo, sólo dirigió dos películas, dos auténticas obras maestras del cine más aterrador, sádico y cruel imaginable. La residencia es la primera de ellas, toda una joya gótica, oscura e inquietantemente perversa.
 

"La Residencia" dirigida por Narciso Ibáñez Serrador con la distribución de Divisa Home Video y presentada 1969.
Interpretada por Lilli Palmer como Madame Fourneau & Cristina Galbó como Theresa & Mary Maude como Irene & John Moulder-Brown como Louis & Cándida Losada como Mademoiselle Desprez & Pauline Challoner como Catalina & Maribel Martín como Isabelle & Teresa Hurtado como Andreé desde España y pertenece al género Terror , tiene una duración de 101 minutos.
Enlace Relacionado: Divisa Home Video
Valoración: 9 sobre 10
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Formato Video Localizado por MNPlayLatigazos

      La joven Teresa llega a un exclusivo internado femenino dirigido con mano de hierro por la implacable señora Fourneau. Como ejemplo de esa mano de hierro vemos como castiga con dureza la rebeldía de Catalina, una de sus alumnas, haciéndola recibir una severa sesión de latigazos por parte de Irene, una alumna que mantiene una posición de privilegio con respecto a sus compañeras. Teresa comienza su vida en la escuela siendo informada por Susana, otra de las alumnas, de las costumbres de la escuela. El lugar resultará ser un asfixiante pozo de represión sexual en el que las alumnas se sortean acostarse por turnos con el mozo que les trae la madera. Durante la charla Susana le expone a Teresa su teoría para explicar el suceso que tiene conmocionada a la residencia, la desaparición de tres de sus internas, y es que, deseosas de darle gusto al cuerpo se han escapado con sus novios. Susana le cuenta también que Luis, el hijo de la directora ( un muchacho tímido y de salud delicada, mantenido por su madre lo más lejos posible de las chicas para que no le "contaminen" ) tiene encuentros con Isabel, la más joven de las alumnas.

Muy pronto la perversa Irene empieza a cercar a la frágil Teresa, dejándole claro quien manda aquí y qué cosas tiene que hacer para sobrevivir en el duro ambiente de la escuela. Así las cosas, una noche Isabel encuentra en su cama una llave y una nota, aparentemente de Luis, citándola en el invernadero. La desgraciada joven acudirá al lugar de la cita esperando encontrar a su tierno enamorado; sin embargo a quien se va a encontrar será a la muerte. Todos sus tiernos sueños de adolescente terminarán de manera brusca y sangrienta bajo el afilado cuchillo que un misterioso personaje le clava una y otra vez en el cuerpo, a cámara lenta, mientras suena una delicada melodía de piano... Una escena realmente escalofriante...

La ResidenciaAl día siguiente Luis se queda atrapado en un conducto de ventilación mientras espía a las chicas en la ducha, siendo rescatado por Teresa, que se había quedado rezagada. A partir de ahí los dos comienzan a citarse en el mismo cuarto donde Luis lo hacía con Isabel. Esta situación es descubierta por Irene, que tiene ojos y oídos en todas partes, y cita a Teresa en un cuarto privado. Allí la somete a un cruel interrogatorio en el que Irene saca a la luz su lado más cruel, perverso y sádico, consiguiendo una escena salvaje y brutal, de un insoportable nivel de humillación, y en la que consigue hacer revelar a Teresa que su madre es una prostituta de alto nivel. La joven, humillada y dolida, decide escapar esa misma noche de la escuela. Desgraciadamente para ella, mientras está intentando abrir una ventana para huir, el asesino la degollará en una de las escenas más angustiosas de la película.

Al día siguiente Irene, que vió como Teresa salía del dormitorio pero que no alcanzó a ver como era asesinada, mantiene una tensa conversación con la señora Fourneau, cuyo resultado es que Irene, tan inteligente como perversa, empieza a sospechar que hay algo turbio en la desaparición de las chicas, que con Teresa hacen cinco, y que la propia señora Fourneau está directamente implicada en esas desapariciones. La tensión entre ambas, que tienen mucho que ocultar y reprocharse la una a la otra, se hace irrespirable. Irene decide marcharse una noche pero como las puertas y las ventanas están cerradas a cal y canto sube hasta el desván del colegio, seguida muy de cerca por la señora Fourneau, que ha escuchados los ruidos producidos por Irene al intentar escapar. Cuando la directora llega al desván se tropieza con el cadáver todavía caliente de la joven, y no muy lejos de allí, con el asesino...

Este es el argumento de La residencia, la que sin duda es la mejor película española de terror y una de las películas favoritas de quien esto escribe. Su inigualable atmósfera de tensión, su cúmulo de voraces pasiones soterradas, sus mil y un detalles perversos y crueles, su excelente factura técnica, la hacen auparse con toda justicia a ese trono en el que no solo yo la coloco. Además, por una vez, no somos unos cuantos frikies los que nos hemos encargado de entronizar a esta joya del cine de terror; tanto la crítica ( no hay más que darse un paseo por Internet para comprobarlo ) como el público ( si mis datos son correctos fué la película española que más dinero recaudó en los cines en 1969, con un éxito equiparable al que años más tarde tendría Los otros, de Alejandro Amenábar ) nos secundan. Y cuando los frikies y los críticos coincidimos es por algo.

La película contiene una enorme cantidad de escenas que impresionan por su crudeza e intensidad dramática y terrorífica. Para muestra nos vamos a quedar, por ejemplo, con aquella en la que se castiga a Catalina por su rebeldía; varios detalles e insinuaciones que dan a entender que entre la joven y la directora hay mucho más que una simple relación profesora-alumna. Sobrecoge el más que evidente placer que siente la pérfida Irene cuando azota salvajemente en la espalda a Catalina, lo que contrasta notablemente con los ingenuos rezos del resto de las alumnas antes de acostarse y que se nos ofrecen en un montaje paralelo a la paliza.

La ResidenciaOtra escena increíble es cuando las muchachas están bordando, a la espera que llegue el chico que les trae la madera. Cuando éste llega, Susana, la afortunada en esa ocasión, corre al pajar para acostarse con él. Mientras esto sucede, y como no se podían mostrar imágenes demasiado evidentes por temor a que la férrea censura de la dictura franquista metiese la tijera, se opta por mostrar planos del rostro de las chicas, mordiéndose los labios de ansia y de envidia, mientras que el montaje se va acelerando en clara metáfora del acto sexual, evidenciado con la imagen de un hilo entrando por el ojo de una aguja y por el furioso enrrollar de un ovillo de lana. El orgasmo está representado por el momento en que una de las chicas se pincha en un dedo con una aguja y comienza a sangrar. El montaje original contaba con los gemidos de los dos amantes, algo que la censura no toleró.

Pero, sin duda, la escena más cruel, perversa y sádica de la película es la del interrogatorio de Irene a Teresa. Cuando ésta llega al cuarto de Irene, lleno de dibujos de clara inspiración lésbica, una de sus amigas le abre la puerta metiéndose la camisa por la falda, y con una evidente cara de satisfacción. La verdad es que me faltan palabras para describir la increíble tensión que se alcanza cuando la pobre Teresa es cruelmente humillada por Irene y sus dos secuaces; pocas veces he visto una exhibición de sadismo verbal como la que contiene esta escena. El impresionante montaje y el ritmo, así como el excelente doblaje, realzan la increíble interpretación de Mary Maude y de Cristina Galbó, Irene y Teresa, en esta escena antológica.

La maravillosa factura técnica de La residencia está no sólo a años luz del resto de la producción terrorífica española de la época ( a excepción, quizá, de Pánico en el Transiberiano ), sino que también supera a la mayoría de las producciones Hammer, por poner un ejemplo conocido. Es el mejor, y casi el único, ejemplo de cine gótico hecho en España. Para conseguir esta brillantez concurren varios factores: El guión, de Juan Tébar y Luis Peñafiel ( seudónimo del propio Narciso Ibáñez Serrador ), es excelente y cautivador. La fotografía es oscura y sofocante, aprovechando al máximo las magníficamente tenebrosas posibilidades que ofrece la Universidad Pontificia de Comillas, en Cantabria, lugar donde está rodada la película. La música, del prematuramente fallecido Waldo de los Ríos, es una de las bandas sonoras más barrocamente terroríficas del cine, alternando momentos de insoportable tensión con breves interludios engañosamente dulces y románticos. El reparto, compuesto en su gran mayoría por mujeres y proveniente tanto de España como de Gran Bretaña ( Mary Maude, John Maulder Brown ) y de Alemania ( Lilli Palmer ), cumple a la perfección con su cometido, conformando unos personajes que, en su mayoría, asustan por su nivel de crueldad y asombran cuando, sin abandonar esa crueldad, demuestran que también pueden ser tiernos y frágiles ( Madame Fourneau ) o muy inteligentes ( Irene ).

La presente edición en dvd tiene como principal aliciente su más que asequible precio y como principal hándicap su fea portada. Los extras son los habituales en la colección de terror español de Divisa: Filmografías, fichas técnicas y artísticas, biografías y galería fotográfica. En esta ocasión la galería fotográfica ofrece el aliciente de incluir fotogramas de algunas de las escenas eliminadas en el montaje definitivo de la película, la mayoría de ellas por imposición de la censura franquista. El dvd es multizona, el sistema de vídeo el PAL y el idioma el español, tanto en mono como en dolby digital 5.1. Obligatoria, radical y absolutamente obligatoria para cualquier aficionado al cine de terror. Haceros rápidamente con ella, por vuestro bien.
Artículos que también podrían interesarte:Reseña Escrita por: Juan Antonio Jordan  {MN}

Información Relativa al Artículo
Estilos: Terror
Nacionalidades: España

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