El director de la saga Saw, cambia radicalmente de estilo cinematográfico para ahondar en las películas de venganzas, tipo Kill Bill, aunque manteniendo ligeramente su toque personal y cierta oscuridad.
"Sentencia de muerte" dirigida por James Wan con la distribución de Tripictures y presentada Mayo de 2008. Interpretada por Kevin Bacon como Nick Hume & Garrett Hedlund como Billy Darley & Kelly Preston como Helen Hume & Jordan Garrett como Lucas Hume & Stuart Lafferty como Brendan Hume & Aisha Tyler como Detective Wallis & John Goodman como Bones Darley desde Estados Unidos y pertenece al género Acción , tiene una duración de 106,00 minutos. Enlaces Relacionados:Sentencia de muerte & Tripictures Valoración: 7 sobre 10
Seamos claros, Death Sentence no es la película que esperaba. De hecho, por ser la película de quien es, probablemente no sea la película que mucha gente espere. Esto hay que dejarlo claro desde un principio. James Wan es un director conocido para muchos por ser el creador de una de las sagas de cine de terror más afamadas de los últimos años. Me estoy refiriendo a Saw: la historia del ingenioso Puzzle que mata a sus víctimas con oscuros juegos y maquiavélicas maquinas. James y Leigh Whannell han estado muy unidos en todos sus proyectos cinematográficos, repartiéndose las tareas de guión, dirección, producción y hasta el de interpretación, como ha ocurrido en esta ocasión. Las películas que han visto la luz tras esta fusión han sido Saw y Dead Silence (Silencio Desde el Mal). Ahora le toca el turno a Death Sentence, dirigida por James Wan, y con un papel secundario de Leigh interpretando a Spink. Todo esto viene a que probablemente esperar una película del director de Saw y Dead Silence (esta última sin ser una maravilla aún conserva algo del cine de terror de James) origine unas expectativas que en esta ocasión pueden defraudar fácilmente. ¿Por qué puede Death Sentence defraudar a los seguidores de James Wan?, sencillamente porque no estamos hablando de una película de terror, y porque no tiene nada que ver con Saw, ni de lejos.
Podríamos decir de Death Sentence que es la típica película de venganza. Una pandilla mata a un joven en un acto de iniciación. El padre del chico asesinado en lugar de testificar contra el acusado decide no declarar para poder vengar a su hijo de otra manera: con la muerte. Nick Hume (interpretado por Kevin Bacon), después de matar al asesino de su hijo, se ve envuelto en una guerra que no puede ni sabe ganar contra el resto de la pandilla que irán tras de él y su familia.
Como vemos a raíz de esta sinopsis, se trata de una historia muy conocida, nada extraña, y muy común en el cine. Los malos que matan a un inocente, y algún familiar o persona querida resurge de las sombras para realizar su sangrienta venganza. Títulos similares, podríamos mencionar El Cuervo, El Castigador,... más cercana a esta última que a la primera, pues en Death Sentence nada extraordinario o extravagante ocurre. Es una historia que, creo, trata de buscar justamente lo contrario de las otras dos películas: contar una historia de venganza con un enfoque más cercano a la realidad. En ocasiones te parecerá estar viendo una película basada en hechos reales con sabor a telecine.
Aunque haya dicho que la película puede defraudar bastante, me estoy refiriendo únicamente a aquella gente que vaya esperando una historia con la firma característica de Wan. Si de antemano sabes que Death Sentence es una película de acción alejada completamente del terror o intriga, serás capaz de aprovechar y disfrutar más lo que ofrece. Teniendo esto en mente, la película está bastante entretenida, aunque estuve continuamente esperando un algo que la hiciera sobresalir del resto de las similares antes comentadas... desgraciadamente, esto nunca llego suceder.
En el comienzo de la película nos presentan, mediante videos caseros, la vida de la familia Hume, con el fin de que conozcamos los lazos tan estrechos que los unen. Son una familia ejemplar: marido (de status medio-alto), esposa y dos hijos. Esta primera parte, aun sin llegar a ocurrir nada interesante, genera un perfecto puente entre la historia y nuestra mente. que se plantea rápidamente cómo se desarrollará el resto de la película. Después del asesinato del hijo mayor, comienza un poco más la acción y las cosas se van poniendo en su sitio, pero llega un momento en el que, según avanza el metraje, todo queda como estancado, mientras esperas que eso que ha llevado a Wan a dirigir esta película haga acto de presencia, porque todo se plantea de una manera muy banal y convencional. Vas perdiendo poco a poco las esperanzas, e incluso llega a aburrir por momentos. Sin embargo, los 20 minutos finales consiguen arreglar un poco la puesta en escena. Es aquí donde verás algún que otro retazo de Saw, sobre todo en la imagen, con esas secuencias típicas rodadas en algún lugar oscuro y lóbrego, pero con unos niveles de luz muy altos en las zonas claras, y los filtros de colores verdosos y azulados. Sí existe alguna que otra escena un tanto fuerte (tampoco nada del otro mundo), pero siempre como resultado de disparos con escopetas que terminan cercenando piernas, manos y cabezas. Veremos a un Kevin Bacon bastante entrado en edad, y bastante desmejorado, sobre todo según avanza la película. Al principio, vestido de traje, viviendo su "sueño americano", presenta un semblante normal, pero después de recibir golpes, sufrir persecuciones, vivir al limite y ver cómo su familia está en peligro y acosada, su rostro comienza a tornarse más cansado y frenético. Su aspecto final es espeluznante; no que dé miedo, sino que sufre un cambio radical cuando se rapa la cabeza y se viste con retazos de ropa de sus hijos. Realmente una transformación muy lograda.
En resumidas cuentas, Death Sentence no es la película que esperaba, no está del todo mal, aunque tampoco innova en ningún sentido y pienso que podía haber dado más de un 150% de sí. Aparte de que no sea una película de terror, la veo muy superficial, con escenas y situaciones que no sorprenden a nadie y que son las típicas de películas de mafiosos pandilleros. La fotografía, sobre todo de los últimos 20 minutos, así como la actuación de Kevin Bacon y las escenas de disparos, lo mejor de toda la película.
