Interesante propuesta de cine de terror con el principal protagonista agónico de un yate en alta mar, mezclado con malvados demonios marinos, magia, brujería y asesinatos rituales que persiguen la salvación del alma.
"The Ferryman" dirigida por Chris Graham con la distribución de New Zealand Films y presentada 2007. Interpretada por John Rhys-Davies The Greek & Kerry Fox Suze & Sally Stockwell Tate & Amber Sainsbury Kathy & Tamer Hassan Big Dave & Craig Hall Chris Hamilton & Julian Arahanga Zane & Lawrence Makoare Snake desde Reino Unido & Nueva Zelanda y pertenece al género Terror , tiene una duración de 100,00 minutos. Enlaces Relacionados:The Ferryman & New Zealand Films Valoración: 7 sobre 10
En la antigüedad existió la leyenda del barquero. Tomó la muerte para ser juzgado después de la vida. Su premio fue una moneda en la boca, y si alguien trata de engañar a la muerte, también estará jugando con el barquero. No habrá escapatoria porque el barquero los perseguiría hasta la muerte.
Con esta premisa de leyenda marinera nos enfrentamos a los primeros minutos de The Ferryman, una interesantísima película por su amplio espectro de campos tratados. Para empezar, el filme es de producción neozelandesa, lo cual, quieras que no, se nota al estar un poco alejada de los estándares americanos de cine teenage que últimamente comienza a ser pesado y repetitivo. Tiene un cierto sabor a cine antiguo, con los avances tecnológicos del presente, que es difícil encontrar actualmente. Esto significa que tiene contrastes que hacen de la película, en ocasiones, parecer un poco underground, o de producción modesta, con algunos momentos (como el comienzo) dotados de imágenes espectaculares y buenos efectos especiales.
Chris Graham salta del cine de comedia al cine de terror en su corta trayectoria como director. Previamente realizó algunos cortos y un largometraje titulado Sione's Wedding. En cuanto al resto del reparto, comentar que, por exigencias del guión, es más o menos pequeño. Los más conocidos serían: John Rhys-Davies, el famoso enano de El Señor de los Anillos, Amber Sainsbury, de recién aparición en una serie no emitida en España titulada Hex (interesante serie con abundantes dosis de estética Gótica), Tamer Hassan, que apareció en Batman Beguins, y Craig Hall, un secundario de King Kong.
The Ferryman presenta un guión fresco, mezclando, en dosis bien cuidadas, escenas de sangre más o menos fuertes, situaciones tensas con acertada banda sonora, sustos que nos harán saltar de las butacas y, sobre todo, la sensación de estar viendo una película más o menos nueva, interesante y original. Si bien, y como es obvio, todo a día de hoy tiene sus origines e influencias, The Ferryman sabe cómo mostrádnoslo en su justa medida.
Con un comienzo bastante confuso, donde veremos a dos hombre luchando a muerte en la cubierta de una especie de barco pesquero, con el trasfondo de una titánica tormenta, poco a poco todo se ira encauzando hasta que lleguemos a comprender qué es lo que llevo a estas dos personas, aparentemente amigas, a golpearse y clavarse cuchillos, hasta que tan sólo uno de ellos consiguió vivir. Entenderemos por qué extraña razón uno de los hombres, que recibió un navajazo profundo en pleno cuello, terminó siendo el superviviente haciendo pedazos a su contrincante. Después de esto, pues tan sólo era la introducción, comienza la verdadera trama.
Un grupo de 6 personas, que no se conocen entre ellas, emprenden un viaje en barco dirección las islas Fidji. En el transcurso de una noche, divisan un barco en la lejanía y deciden acercarse para comprobar si va todo bien o si alguien necesita ayuda. El barco pesquero está completamente vacío, como si de un barco fantasma se tratara, y después de revisarlo a fondo, terminan encontrando un superviviente, justamente el que vimos luchando al principio de la película. Ahora son 7 los tripulantes del barco. El recién llegado lleva consigo una extraña daga que, en el fondo, es la fuente de su maldad. Maldad que no tardara de expandir por el barco. Como al principio escuchamos, no se puede engañar a la muerte, y el que trate de hacerlo será perseguido, hasta hacerle pagar su deuda, por antiguos y ancestrales demonios marinos. La daga es la forma de engañar a la muerte. Cuando se clava en algún cuerpo, en lugar de robar la vida, lo que hace es robar el cuerpo. Asesino y asesinado intercambian sus cuerpos sin que nadie note la diferencia. Tan sólo un extraño tatuaje siempre viaja de cuerpo a cuerpo. El Griego, comienza a matar a los tripulantes del barco, con el único objetivo de huir del mar, pues es lo que lleva intentando conseguir durante muchísimo tiempo. Alguna vez simplemente necesitara otro cuerpo, y otras veces lo hará para engañar y conseguir sus objetivos. Todo con tal de burlar a la muerte, para que no sea capaz de encontrarle, de reconocerle. Los miembros del barco tendrán que luchar contra un mal desconocido, contra ellos mismos, contra sus parejas inclusive, cuando notan que algo realmente extraño les esta sucediendo y que ya no son quienes dicen ser.
Rodada íntegramente en el mar, con los únicos decorados del barco, tanto exteriores como interiores, The Ferryman consigue una ambientación agónica y minimalista, donde juega un papel importante el transcurso de los acontecimientos apoyado en buenas dosis de imaginación. Así como vimos en la esplendida The Cube, donde nadie podía imaginar que 4 paredes dieran tanto de sí, aquí asistimos a un terror principalmente agobiador, donde nadie tiene escapatoria por muy deprisa que intente correr. Son pocas las películas que basan sus guiones en el mar, en barcos y encima tan pequeños como éste. Momentos realmente confusos, gritos, locura, asesinatos y sexo son los ingredientes principales que encontrarás en The Ferryman. Título que recomiendo encarecidamente para ver algo simplemente distinto, aunque en algún que otro momento también la situación se pueda hacer un poco pesada.
Tiene un cierto sabor a cine antiguo, con los avances tecnológicos del presente, que es difícil encontrar actualmente. Esto significa que tiene contrastes que hacen de la película, en ocasiones, parecer un poco 
El recién llegado lleva consigo una extraña daga que, en el fondo, es la fuente de su maldad. Maldad que no tardara de expandir por el barco. Como al principio escuchamos, no se puede engañar a la muerte, y el que trate de hacerlo será perseguido, hasta hacerle pagar su deuda, por antiguos y ancestrales demonios marinos. La daga es la forma de engañar a la muerte. Cuando se clava en algún cuerpo, en lugar de robar la vida, lo que hace es robar el cuerpo. Asesino y asesinado intercambian sus cuerpos sin que nadie note la diferencia. Tan sólo un extraño tatuaje siempre viaja de cuerpo a cuerpo. El Griego, comienza a matar a los tripulantes del barco, con el único objetivo de huir del mar, pues es lo que lleva intentando conseguir durante muchísimo tiempo. Alguna vez simplemente necesitara otro cuerpo, y otras veces lo hará para engañar y conseguir sus objetivos. Todo con tal de burlar a la muerte, para que no sea capaz de encontrarle, de reconocerle. Los miembros del barco tendrán que luchar contra un mal desconocido, contra ellos mismos, contra sus parejas inclusive, cuando notan que algo realmente extraño les esta sucediendo y que ya no son quienes dicen ser. 