Este singular proyecto realizado por un efímero componente de Whitehouse, vuelve a atacar de nuevo con “Pigdaddy”, su penúltimo trabajo hasta la fecha editado por el sello inglés Cold Spring.
"Pigdaddy" es un trabajo de Sutcliffe Jügend editado en Cold Spring Records (Ref: CSR92CD) en 2008. Interpretado por Kevin Tomkins & Paul Taylor desde Gran Bretaña y se centra en el estilo Industrial y tiene una duración de 45,00 minutos. Enlaces Relacionados:Sutcliffe Jügend & Cold Spring Records Valoración: 7 sobre 10
Realmente Sutcliffe Jügend realiza una música extrema y aplastante dentro de lo que el género industrial ya es de por sí. Esta vez se presenta “Pigdaddy”, un disco que desde su primer tema ya trasmite una agonía sin parangón que se perpetúa en sus 45 minutos de duración. En él predominan las distorsiones malintencionadas de sintetizadores y otros efectos que destrozan el tímpano del oyente, martilleándolo de forma incesante, provocando la locura, la sinrazón que agota al sabio.
Lo que más sorprende es que los programas utilizados para la creación de este trabajo destacan por su gran sencillez, sin embargo la psicótica personalidad de su frontman, Kevin Tomkins, hace que esta sencillez se convierta en auténtica agonía. Destacable resulta su segundo corte ‘Defacer’, en el que siguiendo una base elaborada a partir de intermitencias sonoras en pura distorsión, se le añade la voz de Tomkins, que empieza a tornarse y viciarse sobre sí misma, profiriendo gritos que se fusionan con otra serie de efectos chirriantes que van surgiendo progresivamente de la nada y que se concatenan incesantes, conformando un todo que tiende hacia su autodestrucción.
Otra perlita experimental que destroza la conciencia del más centrado, es su cuarto tema ‘Filth’. Se estructura partiendo de un ultrasonido muy agudo que ya empieza a taladrar los hemisferios temporales del cerebro, cuando la hendedura es considerable, se dejan caer por ella voces descompensadas en forma coral y otro tipo de productos sonoros que consiguen desquiciar hasta al más versado en este campo. Resulta verdaderamente fantástico. Es auténtico sadomasoquismo musical. Y era de esperar, puesto que Sutcliffe Jügend surgió como proyecto paralelo en 1982 de la mítica formación británica de industrial Whitehouse, idea de William Bennett, quien, como ya sabemos, fue una de las primeras personas especialistas en castigar las mentes humanas. Kevin Tomkins estuvo bullendo y rebullendo macabras intenciones acústicas junto a Bennett hasta 1985.
“Pigdaddy” rebosa agonía y locura, su propia portada ya deja entrever este sentimiento, es obra del mismo Kevin Tomkins y consiste en una pintura de un cuerpo humano desnudo con gesto de dolor sobre un fondo azul.
El estilo de Sutcliffe Jügend se acerca más al power electronic que al noise o el propio industral si lo entendemos de manera ortodoxa. Puede resultar muy interesante para los amantes de bandas como Genocide Organ, Con-dom o Anenzephalia; sin embargo, repito, esto es mucho más intenso que las formaciones que acabo de reseñar, es puramente desquiciante, no apto para gente con deficiencias cardiacas.
La banda ha trabajado a lo largo de estos 26 años con varios sellos discográficos, desde Come Organisation hasta la Death Factory, con el que Anenzephalia lanzó su selftittle en el año 2001.
Lo dicho queda, si realmente os sentís preparados para enfrentaros a ruido del bueno, a gritos de enfermos, a la verdadera y auténica antimúsica, no lo dudéis, haceros con este trabajo lo antes posible; sólo puedo decir que al lado de “Pigdaddy” el “Ffwd>Burnout!” de Hypnoskull es como escuchar las cuatro estaciones de Vivaldi.
Como última curiosidad, destacar que ha salido a la venta hace bien poco un trabajo editado en varios formatos bajo el nombre "The Fall Of Nature" y que se presenta limitado a tan sólo 1000 copias. Nunca se sabe si tras escuchar "Pigdaddy" descubres que Sutcliffe Jügend es el grupo de tu vida!
Otra perlita experimental que destroza la conciencia del más centrado, es su cuarto tema ‘