Nuevo lanzamiento de Caprice, la banda neo-clásica mas característica del sello vecino Prikosnovenie, que viene cargado de novedades y con un sonido renovado. Simplemente apasionante.
"Kywitt! Kywitt!" es un trabajo de Caprice editado en Prikosnovenie (Ref: Prik116) en Marzo de 2008. Interpretado por Inna Brejestovskaya como cantante & Vladimir Bobovnikov como flautista & Anton Konchakov como clarinete & Alexey Bazhalkin como basson & Alexandra Korzina como violinista & Tatiana Strunina como harpa & Anton Brejestovski como teclista & Alexey Tolstov como cello & Nikolay Lgovsky como percusionista desde Rusia y navega entre los estilos Neoclassical & Pop & Heavenly Voices y tiene una duración de 43,33 minutos. Enlaces Relacionados:Caprice & Prikosnovenie Valoración: 9.25 sobre 10
Caprice para mí es la definición del sonido puro, limpio, neo-clásico, con las siempre agradecidas pinceladas de tristeza y alegría de un mundo no muy lejano en el tiempo en el que la fantasía se mezcla con la realidad. Se puede decir que Caprice es una de las bandas más representativas del sello francésPrikosnovenie, cuya lealtad simbiótica lleva manteniéndose en pie desde 2001 ( regla que suele repetirse con este sello del cual luego comentaré algunas impresiones personales ).
Un total de siete albumes, lo que hace casi un álbum por año ( incluyendo "Mirror", que fue su álbum debut pero que Prikosnovenie publicó en 2006 ), lo cual sin ninguna duda ya de entrada estaremos de acuerdo en que experiencia no les falta. Tal es así que la música de Caprice no ha hecho más que evolucionar a ritmos agigantados y su música, aún manteniendo el espíritu original, ha cambiado mucho en todos los sentidos desde su primer lanzamiento hasta "Kywitt! Kywitt!".
Lo que siempre más me ha llamado la atención de esta banda es sin ninguna duda la calidad de su sonido. Como antes decía se trata de un sonido limpio, puro, melódico a más no poder, y con una instrumentación clásica impresionante. Todos los instrumentos se escuchan a la perfección con una claridad cristalina que parece atravesar en todo momento tus altavoces. Obviamente, tratándose de una banda heavenly-voices, la voz típica de chica en esta ocasión no es tan típica, sino más bien característica, especial y única, con una sensibilidad y un timbre asombrosos.
Como casi siempre la música de Caprice ronda el mundo mágico-onírico de las hadas desde el punto de vista humano. Esta sensación se palpa constantemente en los acordes usados en su música, los instrumentos y por supuesto la voz, siempre tan mágica.
Antes comentaba que Caprice no ha hecho más que evolucionar desde su creación álbum tras álbum. En esta ocasión podremos escuchar la transformación completa, sobre todo a nivel instrumental. La parte vocal sigue manteniendo su expresividad, sus juegos vocales, sus partes más melódicas y mas líricas, añadiendo, eso si, más dosis de coros y doblajes que en otras ocasiones. También se incluyen otras aportaciones vocálicas curiosas como voces muy graves y otras bastante agudas como imitando las voces de las pequeñas ninfas y otros seres de ensueño. La parte instrumental comienza a variar un poco, no así en el empleo de instrumentos clásicos y folk como piano, violines, cellos, oboes, clarinetes, acordeones, etc, sino en la incorporación de baterías, guitarras eléctricas y sintetizadores lo cual en ocasiones le transfiere un carácter notablemente más pop de lo que había sido Caprice hasta ahora ( aunque también es cierto que siempre les ha gustado jugar un poco con esta parte de la música, a veces pop, a veces new-age ) incluso pudiendo escuchar temas que me recuerdan bastante a Enya.
La mayor parte de los tracks siguen la estela de sus predecesores, pero también encontramos completas extrañezas y novedades en este álbum, que no hacen más que sumergirte de lleno en su mundo escucha tras escucha. Quizá los fieles seguidores de la banda puedan encontrar en este álbum aspectos que no les gusten de entrada, pero "Kywitt! Kywitt!" probablemente comience a absorberte después de su segunda o tercera escucha, cuando ya sabes que es lo que te vas a encontrar, las sorpresas ya no lo son tanto y te paras a sentir y escuchar con todo detenimiento cada uno de sus tracks. Siempre es positivo que una banda no se estanque en su sonido, pero cuidado, sin perder lo que son y siempre han sido, y eso Caprice lo mantiene. Caprice, aún con los nuevos añadidos, sigue siendo Caprice.
Probablemente la apertura del cd con 'Dundellion Wine' sea lo que más te llame la atención de este álbum. Un tema completamente recomendado a la par que distinto y llamativo. Imagina la esencia musical de Caprice con fuertes dosis de Rock, con la percusión propia de éste género y una potente guitarra eléctrica acompasando la impresionante voz de Inna Brejestovskaya, los violines, cellos y clarinetes…
Más a la antigua usanza encontramos tracks como 'Monday, Tuesday' ( bellísima, donde como siempre la expresividad de los violines destaca sobre el resto de instrumentos clásicos), 'Adew, Sweet Amarillis' ( suave, romántica y con una melodía estremecedora ), 'Mary Morison' ( sonido puro de los otros discos ), o 'The Dusk of Kimmeria' ( a base de piano con una tristeza patente y endiablada ) entre otras. Mención especial también al track que da título al album 'Kywitt! Kywitt!'. Impresionante. Una de las mejores canciones, de aquellas que cuando termina te apetece aplaudir por lo bien que está compuesta, lo bien que suena, y lo mucho que te ha hecho disfrutar. Las dos ultimas pistas, 'Peggy O' y el bonus track 'Fae fae fae fae fae fae fae' son nuevamente un gran ejemplo de los temas más distintos y llamativos de todo el álbum, sonando completamente pop ( sobretodo por la marcada batería acústica y la guitarra eléctrica ) pero con un impresionante juego de voces y un trasfondo folklórico que terminará enganchándote. Si estás abierto a todo tipo de propuestas, estoy seguro que sabrás captar la esencia de estos tracks y te encantarán y emocionarán. Me apasiona ese trasfondo de folklore y jolgorio que Caprice añade a alguno de sus temas, pues no siempre todo va a ser tristeza y oscuridad. Ambas canciones muy recomendadas.
Nadie puede dudar que Prikosnovenie es a día de hoy el sello más serio y completamente dedicado a la música heavenly-voices y ethereal con la mejor selección de bandas que puedan existir en éste genero. Prikosnovenie se ha ganado este respeto a base de una dedicación encomiable y principalmente por el trato que ofrece a los fans de sus bandas. Saben como cuidar tanto a unos como a otros, y esto se nota, como decía, pues pocas son las bandas que con el tiempo han cambiado de sello, y esto será por algo. Aún recuerdo el día que envié un folleto de esos que suelen venir en el interior de los CDs contestando algunas preguntas, y como al mes o así recibí en mi casa un CD promocional con la selección de las mejores canciones de los grupos más representativos de aquel entonces completamente gratis. Esto es un detalle, una inversión, y una atención con el cliente que sinceramente no tienen todos los sellos.
Pese a todo, particularmente sigo prefiriendo de todos los trabajos de Caprice el "Sister simplicity", con el cual no puedo encontrar comparación, quedando en segundo lugar el nuevo "Kywitt! Kywitt!" ( aunque ciertamente, cuanto más lo escucho más me gusta, más me embruja y me encandila ). Álbum completamente recomendado.
