Entre el clasicismo y el pop más agresivo, Demian Clav logra una inédita simbiosis de elementos difícilmente emparejables. Un trabajo a destacar por su buqué innovador. Una acertada apuesta de Prikos.
"Wisteria Lodge" es un trabajo de Demian Clav editado en Prikosnovenie (Ref: prik147) en Febrero de 2011. Interpretado por LSK como vocalista, guitarrista y teclista & Jean-Charles Winterbert como precusionista, teclista y violonchelista desde Francia y navega entre los estilos Neoclassical & Pop & Progressive y tiene una duración de 52,40 minutos. Enlaces Relacionados:Demian Clav & Prikosnovenie Valoración: 8 sobre 10
Llevo algunas semanas intentando escribir esta reseña. He oído por lo menos veinte veces este Cd y, la verdad, me tiene bastante desconcertado. En un trabajo complejo que, pese a seguir una línea argumental, tiene muy diversos registros, desde lo siniestro a lo angelical, pasando por sus diversas gamas. Explicaré los dos polos opuestos para así poder incardinar el resto de piezas del trabajo.
'Winter Lies Sonata' es la pieza angelical. Como su nombre indica, para construirse Demian Clav han utilizado esa forma musical, bebiendo de los clásicos. Hay vientos diversos que nos hacen despertar en una mañana radiante, es como si los ojos fueran cegados por un sol abrasador. Enseguida entra la instrumentación pop, con batería y guitarra, pero en un tempo muy lento, dejando que la voz de LSK recite tenuemente. Vuelven los vientos clásicos con una melodía tremendamente arrebatadora, te pone los pelos de punta. Además Niki Mono aporta el contrapunto femenino con su voz típicamente heavenly en la coral. Una pieza espeluznante.
Pasamos al otro polo: 'Dead Offering', que curiosamente está posicionado en el CD justo después de la anterior. Es una pieza muy larga, como lo suelen ser casi todas en este álbum. Es un tema que empieza lento y sosegado pero que va a seguir un crescendo casi incontenible. Al igual que en el tema anterior hay una referencia clasicista, esta vez con la emulación de una orquestación. Pero enseguida LSK empieza su disertación, esta vez en un tono negro, pesimista. Entran los órganos, tocados en una suerte de marcha cuasi fúnebre a los que se superpone un ritmo industrial que acentúa el dramatismo. De repente todo se para: adviene el infierno. Entran las guitarras eléctricas y la batería que empiezan a atronar en un tono que me recuerda mucho al “Absolution” de Muse. Es un final apoteósico.
En ese abanico de grises entre estos dos polos nos encontramos una serie de canciones muy interesantes. Quizá 'Voices' sea la que más me llama la atención. Instrumental, una suerte de collage improvisado con el protagonismo de la melodía de un piano que se extingue igual que aparece, en medio de ese océano de extraños ruidos. También destacaré 'Someone', la pieza que cierra el CD, que oscila entre el clasicismo otoñal y ese deje a lo Muse de pop rock agresivo.
Lo dicho, un Cd desconcertante por su variedad de registros. A veces cuando un trabajo te deja sin palabras eso quiere decir que se escapa a tu taxonomía interna. Esto sin duda siempre es bueno. Un álbum muy recomendado para todos aquellos que no vemos la luz al final del túnel en cuanto a la innovación musical.
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