“Nador” es uno de los discos más sintéticos y minimalistas de toda la carrera de Esplendor Geométrico. Sus estructuras cíclicas martillean incesantemente nuestros tímpanos. El ritmo se usa como arma de destrucción masiva.
"Nador (Reedición 2010" es un trabajo de Esplendor Geométrico editado en Geometrik Records (Ref: GR2118) en 2010. Interpretado por Arturo Lanz & Gabriel Riaza desde España y se centra en el estilo Industrial y tiene una duración de 47,19 minutos. Enlaces Relacionados:Esplendor Geométrico & Geometrik Records Valoración: 8 sobre 10
Nunca está de más recordar a nuestros lectores la importancia que ha tenido en la historia del género industrial la llamada corriente dadaísta, cuyo centro de operaciones estaba situado en la ciudad de Zurich; se trataba de un cabaret que fue bautizado por el filósofo y sociólogo Hugo Ball con el nombre de “Voltaire” el 5 de febrero de 1916.
Lo que más me apasiona de este movimiento es su ideología completamente radical para la época de la que hablamos. Los dadaístas, defraudados en cierta manera por los acontecimientos bélicos a escala mundial que estaban teniendo lugar por aquellos años, plantearon la posibilidad de deshumanizar la cultura y el arte. Es decir, pretendían despojar a estas dos vertientes de la herencia costumbrista y estructural que de forma inexorable cargan a sus espaldas. Ellos querían romper de forma radical con los valores establecidos por la sociedad, planteando un nuevo arte que tendría su repercusión en el género surrealista.
Los espectáculos y las exposiciones que tenían lugar en el Cabaret Voltaire sorprendían por su excentricidad. Mi favorita destaca por su extrema violencia conceptual, (una característica que podemos seguir apreciando en la música de Esplendor Geométrico) en ella se invitaba a los participantes a que asiesen una de las hachas que estaban situadas en la esquina de la entrada para poder destrozar con sus propias manos la obra de arte que más les gustase. Lo más significativo de este movimiento es sin lugar a dudas su capacidad para hacer de la contracultura una carta de presentación.
La música que contiene el CD de Esplendor Geométrico que hoy presentamos bien podía haber servido para amenizar las tardes de tertulia de muchos intelectuales que se daban cita en este peculiar cabaret. “Nador” presenta una estructura desprovista por completo de todo tipo de adornos. Es un esqueleto industrial en el que podemos apreciar la auténtica agresividad que lleva consigo la simplificación del concepto artístico.
“Nador” fue conceptualizado originariamente como una extensión de las sesiones realizadas para el célebre lanzamiento “Sheik Aljama” que comentamos semanas atrás en esta página. De hecho, su primer corte, ‘Dinamo 3’ es una versión extendida del celebérrimo ‘Sinaya’, un tema que sorprende gratamente por su minimalismo y crudeza, y que les proporcionó una indiscutible fama dentro de las nuevas vertientes de experimentación electroacústica. Al igual que el ya citado “Sheik Aljama”, el principal problema que presentaba “Nador” fue su escasa distribución y su pronta descatalogación. Este disco se lanzó originariamente en el año 1995 de la mano del sello Daft Records. Desde entonces, hacerse con un ejemplar de este CD ha sido un ejercicio harto complicado, ya que no se ha vuelto a realizar una reedición hasta la fecha.
“Nador” ofrece una gran oportunidad para descubrir la faceta más sintética de la banda. Nueve temas con los que los seguidores de esta magistral agrupación pionera del movimiento industrial van a disfrutar de lo lindo.
El sello madrileño Geometrik Records nos brinda la oportunidad de hacernos con una copia de este espectacular disco; eso sí, no debemos andarnos por las ramas, ya que esta tirada ha sido limitada, al igual que pasaba con “Sheik Aljama”, a tan sólo quinientos ejemplares.
Si te gusta el industrial de corte acústico, o el EBM minimalista y saturado, no lo dudes ni un segundo, “Nador” es tu mejor opción.
Lo que más me apasiona de este movimiento es su ideología completamente radical para la época de la que hablamos. Los dadaístas, defraudados en cierta manera por los acontecimientos bélicos a escala mundial que estaban teniendo lugar por aquellos años, plantearon la posibilidad de deshumanizar la cultura y el arte. Es decir, pretendían despojar a estas dos vertientes de la herencia costumbrista y estructural que de forma inexorable cargan a sus espaldas. Ellos querían romper de forma radical con los valores establecidos por la sociedad, planteando un nuevo arte que tendría su repercusión en el género 