Desde Italia nos llega el disco de Anima Virus, un proyecto que fusiona con maestría elementos tan aparentemente incompatibles como la electrónica bailable y el sonido de los primeros Christian Death.
"End of the Eden" es un trabajo de Anima Virus editado en Decadance Records (Ref: CD0121) en Marzo de 2009. Interpretado por Aurelio Gioia como cantante,compositor e instrumentista desde Italia y se centra en el estilo Darkwave y tiene una duración de 70 minutos. Enlaces Relacionados:Anima Virus & Anima Virus MySpace & Decadance Records Valoración: 8.5 sobre 10
La fusión de elementos de diferentes ramas de la música oscura es algo que muchas bandas han intentado en numerosas ocasiones, con grados de acierto de lo más variopinto. Lo cierto es que, si ya es difícil manejar correctamente los parámetros de un género musical concreto, resulta especialmente complicado mezclar los de varios diferentes y conseguir que el resultado sea atrayente y no suene a pastiche infumable. Para ello hace falta talento, pasión por lo que se hace y, cómo no, un poquito de suerte.
Los italianos Anima Virus responden perfectamente a lo que acabo de explicar. Durante la escucha de este excelente "End of Eden" se pueden apreciar elementos que pueden recordar a los Christian Death de "Catastrophe Ballet", a los Pulcher Femina de "Fallen Angel", a Clan Of Xymox o a Jesus Complex por poner sólo unos cuantos ejemplos fácilmente reconocibles. Pero lo cierto es que en casi todos los temas hay una atmósfera de "esto me recuerda a..." que esta ahí pero que resulta imposible concretar. Esto no es malo, a mi juicio, sino todo lo contrario; es un homenaje a la música que le gusta a Anima Virus pero no es una copia.
Metiéndonos en lo que son las canciones, tengo que empezar con la que más me gusta de todo el cd, la tremenda 'Bed of thorns', un tema bailable, pegadizo, de ritmo contagiosamente oscuro y de estribillo pleno de potente y negra belleza. También destaca la apertura del cd, el potente 'Days of Ice', el más guitarrero de todo el trabajo. Y es que la mezcla de guitarras y electrónica es algo constante durante todo el cd, dejando en algunas canciones que predomine más el lado guitarrero y en otras el lado electrónico. Precisamente, si 'Days of Ice' es de los más guitarreros, el tema 'Sin and sacrifice'es quizá el más orientado a las pistas de bailes más selectas, que seguro llenará porque es todo un bombazo...
Por su parte 'Metaphora' es una canción a laque, si le quitamos sus ritmos programados, podríamos encajar perfectamente en el antes mencionado "Catastrophe Ballet" de Christian Death; su melodía suave y amenazadora a la vez y la forma de cantar de la voz así lo justifican. Otro corte brillante es 'An old wisdom', con las que quizá sean las mejores programaciones de todo "End of Eden", con el permiso del instrumental 'Zdzislaw Beksinski',una canción sumamente inquietante yfría como el hielo. Ambos temas tienen un agradecido aire de oscuridad que, aunque está presente en todo el cd, se destaca especialmente en ellos.
La penúltima de las canciones del disco es ni más ni menos que una versión de los muy recomendables Echo & The Bunnymen. Precisamente 'The killing moon' es su más conocida, y probablemente mejor, canción, contenida en su disco "Ocean Rain" ( 1984 ). Versioneareste temazosupone por parte de Anima Virus, además de un notable buen gusto, un hondo conocimiento de la escena musical en la que se mueven y de los satélites que giran alrededor de ella, algo muy de agradecer en estos tiempos de ignorancia en los que se piensa que todo empezó con Marilyn Manson o con Rammstein...
Disco extenso y muy variado, este "End of Eden" se configura por derecho propio como uno de los trabajos más interesantes de lo que llevamos de año dentro de esa confusa e indefinida maraña que es la escena darkwave. Esperemos que venga pronto un segundo cd y que éste no tarde los trece años que han trascurrido desde la formación de Anima Virus hasta la salida de su debut discográfico...
La fusión de elementos de diferentes ramas de la música oscura es algo que muchas bandas han intentado en numerosas ocasiones, con grados de acierto de lo más variopinto. Lo cierto es que, si ya es difícil manejar correctamente los parámetros de un género musical concreto, resulta especialmente complicado mezclar los de varios diferentes y conseguir que el resultado sea atrayente y no suene a pastiche infumable. Para ello hace falta talento, pasión por lo que se hace y, cómo no, un poquito de suerte.
Por su parte '
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