El debutante J.A. Bayona salta a la gran pantalla a lo grande con esta cinta del genero de terror de fantasmas, con una produccion, reparto y guion lo suficientemente fuertes como para optar a los Oscars.
"El Orfanato" dirigida por Juan Antonio Bayona con la distribución de Warner Bros España y presentada Octubre de 2007. Interpretada por Belen Rueda como Laura & Fernando Cayos como Carlos & Geraldine Chaplin como Aurora & Montserrat Carulla como Benigna & Mabel Rivera como Pilar & Andrés Gertrúdix como Andrés & Roger Príncep como Simón desde España y transcurre entre los géneros Terror & Drama , tiene una duración de 100,00 minutos. Enlaces Relacionados:El Orfanato & Warner Bros España Valoración: 8.25 sobre 10
A estas alturas no creo que nadie no haya oído hablar de El Orfanato, la primera película del cineasta español Juan Antonio Bayona, cuya notoriedad va subiendo como la espuma debido, principalmente, a su recién nominación a los Oscars como “Mejor película de habla extranjera”, así como por estar producida por el director mexicanoGuillermo del Toro. Guillermo es un polifacético y afamado personaje que tiene todo mi respeto, y creo que el de mucha gente, no sólo por haber dirigido grandes éxitos, sino por mantener después de los años el control sobre sus producciones y personalidad. Como pocos directores han hecho, Guillermo es capaz de compaginar grandes producciones en su amplio territorio americano, como regresar a sus raíces para filmar películas más modestas si es lo que le apetece. Así podemos encontrar entre su repertorio títulos como Mimic (al más puro estilo de Hollywood) y su vuelta al cine más a la española como El espinazo del diablo, o Blade II y el Laberinto del Fauno. Guillermo no ha dejado influenciarse completamente por la fama y así lo ha demostrado produciendo a Juan Antonio BayonaEl Orfanato. De hecho podemos ver la honradez y sencillez de Guillermo cuando como única condición que le puso al director para producir su película fue que, cuando pudiera, él a su vez produjera la película de otro director novel. Me parece un acto noble a la vez que práctico.
La aportación de Guillermo del Toro, no sólo ha servido para que El Orfanato sea una película más cuidada y con más medios de lo que hubiera sido sin esta producción, sino que, sin ninguna duda, tan sólo el nombre de Guillermo en los carteles facilita la expansión del film fuera de nuestras fronteras. De hecho El Laberinto del Fauno fue una de las películas más vistas y aclamadas en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, y en esta ocasión la expectativa con El Orfanato no se ha hecho esperar.
¿Pero es tanto como nos la pintan? Bueno, pues depende cómo se mire. Desgraciadamente, y como ya todo el mundo sabrá, El Orfanato es una historia de fantasmas con un entorno de casa embrujada (en este caso un antiguo orfanato), lo cual, ya de primeras, es un tema bastante recurrido que no ofrece nada nuevo. Podríamos hablar de varias películas en la línea de El Orfanato de tintes evidentemente similares o casi iguales como, por ejemplo, Darkness (casa encantada, fantasmas de niños) o Frágiles (hospital encantando, niños nuevamente) ambas de Jaume Balagueró, El espinazo del diablo de Guillermo del Toro (fantasmas y orfanato) y Los Otros de Alejandro Amenábar (casa encantada y niños). Sobre todo, y a juicio personal, son estas dos últimas películas las que mejor resumen el contenido de El Orfanato. Pero, como repetir tramas no es que a nadie le agrade, los guionistas de El Orfanato tuvieron que intentar hacer algo distinto dentro de lo habitual. De ahí que la baza principal de la película sea un giro continuo de la trama, una evolución que evita la típica historia de apariciones de fantasmas y fenómenos poltergeist durante toda la película. Esto, a la par que positivo, también tiene su parte negativa porque consigue que la tensión venga tan pronto como se va, haciendo todo un poco insostenible. En el fondo, todo es una trama inconexa que poco a poco va tomando sentido, hasta que llegado el final comprendemos cada pequeño detalle que nos han ido mostrando.
Brevemente comentaré la sinopsis de la película, pues realmente es mejor verla que leerla. Laura (interpretada por Belén Rueda) después de muchos años vuelve a habitar el antiguo orfanato, donde se crió junto a otros niños, con la intención de reformarlo y transformarlo en una residencia para ayudar a niños que requieren unos cuidados especiales. Simón, su hijo (interpretado por Roger Princep), siempre ha tenido amigos invisibles que le acompañaban a todos los lados, pero es cuando se traslada al orfanato cuando parece conocer otro nuevo amigo: Tomás.
El día de inauguración del orfanato Simón desaparece entre el jaleo y, aunque al principio todo parece ser una chiquillada, finalmente nadie consigue encontrarlo. Pasan los meses y los padres de Simón no han hecho otra cosa que buscarle por toda España, pero poco a poco Laura comienza a pensar que algo raro vive con ellos en el orfanato y que puede tener que ver con la desaparición de su hijo. La relación con su marido comienza a deteriorarse dado que Laura sigue pensando que su hijo está vivo y que fueron aquellos amigos invisibles, a los que nunca prestó atención, los que se lo han llevado. Con este convencimiento y con la fuerza de una madre desesperada por recuperar a su hijo, intentará tomar contacto con esos entes que, sin ninguna duda, habitan las múltiples habitaciones del antiguo orfanato.
Como he dicho, la película entretiene, y bastante, aunque el comienzo se hace un poco largo hasta que empiezan a suceder los elementos realmente extraños. La tensión se palpa a doquier, incluso en escenas en las que finalmente no pasa nada; estás pendiente de los extraños ángulos o zonas muertas, donde en cualquier otra película se aprovecharía para darte un susto de muerte. Así, en más de una ocasión, evitarás mirar a la pantalla, pues existen largas secuencias donde cualquier cosa puede acaecer de repente. Belén Rueda está realmente magnifica, también porque la película tiene una profunda carga emocional en todo lo relacionado a la desaparición de su hijo y es en estas escenas en las que una actriz más puede lucirse. El apartado de fotografía, excelente, pero tampoco cabría esperar menos, teniendo en cuentra la generosa producción que hay detrás. Y en el aspecto sonoro, lo típico de una película de terror.
No obstante, no iba a ser todo bueno y positivo. Lo que menos me ha gustado es que El Orfanato sigue teniendo un ambiente demasiado español para mi gusto. Cierto es que todas las películas de Guillermo del Toro rodadas en territorio español no se han dejado influir demasiado por la estética principalmente americana, y en esta ocasión no iba a ser menos. Prefiero las películas que tratan de dar una vuelta más a la tuerca como, por ejemplo, Darkness, al menos en lo que a este respecto se refiere. Por otra parte, me decepciona un poco lo de siempre en este tipo de películas de fantasmas: aquello que empieza pareciendo terrorífico (con fantasmas amenazantes) termina siendo un alma pura que no haría daño a una mosca. No entiendo esta idea generalizada de crear tensiones tan profundas para que luego quede en nada. Por ejemplo, un aspecto interesantísimo de la película recae sobre la imagen de Tomás, una especie de Leatherface de La Matanza de Texas, pero en niño. Obviamente, podría parecer que este personaje sería de vital importancia y protagonismo durante toda la película, pues ciertamente su aspecto es aterrador, pero no es así. Tan sólo una ligera aparición durante toda la película consiguiendo ser una de las mejores escenas de la misma. Los continuos giros de trama, que antes comentaba, a la par que alimentar y hacer un guión evolutivo, también tristemente conllevan este aspecto negativo, que olviden un poco aquello que realmente puede darnos miedo. Tomás es una figura que debían haber explotado más y durante toda la película, lo cual hubiera cambiado bastante mi opinión general del metraje.
En conjunto, El Orfanato da miedo pero, obviamente, cualquier situación donde la oscuridad y la atmósfera tensa sean los protagonistas, cualquier aparición repentina, o una subida de volumen puede hacerte saltar de la butaca. De toda la película me quedo con 3 escenas. Una es la ya comentada de la aparición de Tomás en un largo pasillo frente a Laura, acercándose muy despacio hacia ella con paso titubeante y emitiendo extraños sonidos de respiración abominable. Otra, la secuencia donde muere la madre de Tomás, que hizo botar del susto a toda la sala del cine. Y la última, los momentos en los que Laura, a oscuras, comienza a jugar a una versión del juego infantil “El escondite inglés”, dando golpes contra una pared, a la espera de que los fantasmas de la casa hicieran aparición. Una escena perfectamente rodada, donde la cámara juega un papel importantísimo, enfocando a Belén Rueda mientras golpea la pared y mostrando lo que hay tras de su espalda cuando se gira. Todo muy despacio, cargando de tensión al espectador, que es consciente que en una de esas vueltas podría no estar sola.
En definitivas cuentas, película muy recomendada, aunque sólo sea para apoyar al cine español que, poco a poco, va saliendo del cine pelmazo que tanto nos caracteriza, aunque a nivel personal y siguiendo en esta línea sigo prefiriendo (para que sirva de referencia) Los Otros de Alejandro Amenábar.
