La música de Robert Rich es muy cercana a un mundo paralelo lleno de figuras e imágenes danzantes en un abanico multicolor muy placentero. La historia de este fabuloso músico norteamericano es larga ya y ahora nos toca tratar su más reciente producción sonora que, como muchos se habrán percatado, es la música del grandioso film animado "Atlas Dei".
Hablando un poco, precisamente, de la historia, tenemos que Robert Rich (para quienes no conozcan su trabajo) no es nignún improvisado en estos asuntos. Su carrera discográfica comeinza en 1982 con el cassete "Sunyata", donde explora la filosofía budista a través de sonidos sumamente experimentales para la época, alejados de la realidad. Aquí ya era estudiante del Center for Computer Research in Music and Acoustics (CCRMA), lo cual fue el caldo de cultuvo de otras grandiosas producciones como "Inner Landscapes"(1987), "Gaudi" (1991), "Trances/Drone" (1994), "Outpost" (2002), "Echo of Small things" (2005) y, uno de mis favoritos, "Electric Ladder" (2006).
En los años posteriores,
el artista comenzó a explorar sonidos orgánicos, provenientes de la naturaleza, para después procesarlos por el computador y desarrollar propiamente piezas musicales, esto lo creó la necesidad de inventar el estándar MIDI de sonido que muchos conocemos. Sobre las colaboraciones, encontramos que grandes del calibre del mísmisimo Steve Roach (los discos "Strata" y "Soma" ahora convertidos en legados para la posteridad), el amo Brian Williams(en el disco "Stalker" encontramos un Drone Ambient súper fantástico) e incluso Alio Die (con el abstracto álbum "Fissures") han participado en producciones con Rich y, sin exagerar, han establecido pautas sobre la concepción y evolución de la música electrónica (y, de paso, agradézcoles el haber dado un vuelco a mi concepción sobre la música).
Pero bueno, hablar sobre el genio, el talento y el arte de artistas de peso completo siempre resulta tautológico, así que nos enfocaremos exclusivamente a "Music from Atlas Dei". Este soundtrack es genial porque tiene la capacidad de penetrar en la mente y el espíritu humano para transmitir un mensaje, sin ocupar elementos tan tradcionales como (en cierta forma) banales, como la voz, una guitarra, un tambor o qué sé yo. La música electrónica ejecutada en este disco es de primer nivel, no recomendada para oídos habituados a la monotonía y al infantilismo artístico. ¿Cómo catalogar a este estilo? Muchos han dicho que es una ramificación del New Age, mientras que otros, para quitarnos de problemas, decimos que es un delicioso Ambient, aunque etiquetas como Experimental también lo enmarcan... incluso algunos lo orillan a una corriente muy elitista llamada Intelligent Dance Music (IDM), lo cual me parecería lo más acertado, pero que para evitarnos mayores complicaciones omitiremos en la ficha del artículo.
¿Cómo está compuesto el álbum? Contrariamente a la división en capítulos del DVD, "Music from Atlas Dei" fue confeccionado como una obra independiente en su estructura al mismo. Tracks como 'Opening', 'Mythos', 'Symbolics' y 'Minaret' son exclusivos para "Atlas Dei" (aunque el track 'The Core' también sea exclusivo, contiene una parte inicial del track 'Dervish Dreamtime', correspondiente al antiquísimo "Sunyata"), mientras que algunos tracks son remezclas de discos anteriores. Así, tenemos que 'Starmaker', 'Deconstructions' y 'Liquid Air' pertenecen al disco "Below Zero"; 'Glint in her Eyes' al "Echo of Small things"; 'Night Spinning Inward' a "Night Sky Replies"; 'Poppy Fields' y 'Never Alone' al reciente "Electric Ladder" y, finalmente, 'Minaret' pertenece al álbum "Gaudi".
'Opening', 'Mythos', 'Symbolics' y 'Terra Meta' son muy relajantes y con un tinte tribal muy delicado gracias al viento de las flautas. 'Starmaker', 'Deconstructions' y 'Liquid Air' nos llevan al Drone bien profundo y denso; 'Glint In Her Eyes' y 'Night Spinning Inward' son un Ambient bien místico y espiritual, y el vanguardismo de 'Poppy Fields Never Alone' nos muestra a Rich como un talentoso hipnotizador furtivo.
"Music from Atlas Dei" es producción, mezcla y masterización de este artista gringo. Hablando ya en concreto, es un disco recomedado para quienes buscan más cosas de fondo, diversidad de texturas, nuevas atmósferas y, desde luego, escapar de la rutinaria y atrapante música convencional. Éste es un disco para fanáticos de lo poco común, de lo innovador, de la estética musical llevada al sentido más sublime y sofisticado. Es, en pocas palabras, una joya que vale su peso en oro.