www.mentenebre.com: 30 días de oscuridad

David Slade, que dirigió en 2005 la agonizante Hard Candy, es el encargado de llevar la batuta de director en esta nueva película de difusión vampírica. En el mundo del cine, quizá por encima del mundo de la literatura, la figura del vampiro se ha tratado de muchas y variopintas formas. Existe el vampiro de corte clásico, romántico, con cierto aire de elegancia, como el creado por Anne Rice en sus Crónicas Vampiricas (Entrevista con el vampiro) o Drácula. Existe el vampiro más humano, oscuro, reprochado y marginado, como Nosferatu. También existe el vampiro más moderno que trata de buscar tesis científicas que apoyen su existencia, generalmente virus o enfermedades en algunos casos revisando por completo todas sus características. A veces la figura del vampiro se lleva por la senda del cine puramente de terror, aunque últimamente y en busca ocasional de originalidad se trata de mezclar la acción con el terror en dosis más que discutibles. Veamos los recientes ejemplos de Blade y Underwolrd, donde lo que prima son los disparos, saltos, peleas y efectos especiales más que ahondar en aquello que Vicent Price consiguió transmitir en todas sus películas a los espectadores. Por último, también existen las películas basadas en vampiros que no tratan de explicar nada acerca de ellos. Sólo están ahí, ya sean de una manera u otra, sean asesinos despiadados o personas con moral que luchan contra su destino. El vampiro como telón de fondo que puede plantear una y mil situaciones, pero que no pretende explicar ni su procedencia, ni si se refleja en espejo o le asustan los ajos. Cercano a este tipo de cine encontramos 30 días de oscuridad.

En esta película, el vampiro elegido es cercano al creado por John Carpenter, esto es, una horda de vampiros que viven en clan o en comunidad y cuyo único objetivo es alimentarse a costa de la masacre y matanzas masivas de victimas, todo ello orquestado por una especie de líder (el malo entre los malos).

Para esta ocasión, ya sea por motivos de supervivencia, o por mucha inteligencia, la horda de vampiros hábilmente decide atacar donde más daño pueden hacer: un pequeño pueblecito de Alaska donde las noches duran 30 días. Obviamente, con esto ya se nos anticipa que este tipo de vampiro es alérgico a la luz del sol (una de las únicas características que comparten generalmente casi todos los tipos de vampiros literarios y cinematográficos), sin llegar a profundizar mucho más en ellos, ni origen ni procedencia...

La película comienza justo el mismo día en el que el sol desciende por el horizonte por ultima vez en los siguientes 30 días. La mitad de sus habitantes se marchan, mientras que los que se quedan se preparan para la larga noche, el fugaz frío, y las gélidas tempestades de viento y nieve. Antes de que el último haz de luz desaparezca, el sheriff local se topa con un par de incidentes bastante extraños y premonitorios. Muchos móviles (una de las pocas formas de comunicación del pueblo) han sido quemados, y los animales de una granja cercana, asesinados. Cuando definitivamente cae la noche, todo está preparado. El pueblo queda incomunicado, y los vampiros hacen acto de presencia. Tienen 30 días para deleitarse, pues nadie puede ahora salir o entrar. Es el perfecto escenario de caza que cualquier vampiro anhelaría.

En esta ocasión los vampiros de la película se muestran voraces y poco amigables. Apenas hablan ni muestran ningún tipo de sentimiento o remordimiento. Son como animales salvajes en busca de sus presas. La estética que les caracteriza es ligeramente oscura por sus ropajes, el color de sus ojos, sus dientes afilados, sus mentones casi siempre salpicados en sangre y la palidez extrema de su piel, pero tampoco tienen un aspecto muy siniestro. No tengo mucha queja en cuanto a esta caracterización en general, pero sí la tengo en cuando al líder, que parece mas un padre de familia, un banquero o un agente de seguros, que un tenaz jefe vampírico. 30 días de oscuridad

El resultado es una interesante película más cercana al thriller de acción que al puro terror, aunque existen algunas escenas repletas de sangre, sobre todo llegando al final (como la visión aérea del pueblo lleno de cadáveres, vampiros atacando a los habitantes de Barrows y la nieve cubierta de sangre por todos los lados), y otras escenas de cierta tensión (como el ataque de una niña vampira que tanto me recordó a algunas secuencias de la española [REC]. Podremos visionar algunos paisajes completamente nevados, como partes del pueblo abandonadas e industriales sumidas en la oscuridad y nevadas. La ambientación esta muy lograda, y satisfacerá a la inmensa mayoría del publico.

Del reparto destacar al joven Josh Hartnett, que pudimos verle en algunos títulos de renombre como La dalia negra, Sin City, 40 días y 40 noches, Black Hawk derribado, y Pearl Harbor entre otras... la guapísima Melissa George (Turistas, teleserie Alias) y Danny Huston (El numero 23, Los hijos de los hombres, El aviador).

Película bastante recomendada y que dista un poco de los últimos estrenos de vampiros donde aun inmersa en ciertas escenas de acción, no veremos vampiros armados de escopetas ni rodeados de altas tecnologías. Los vampiros, sus uñas y dientes, contra un grupo de supervivientes acorralados.

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