www.mentenebre.com: Silencio Desde El Mal

¿Quién no tiene algún tipo de temor que acompaña su vida desde tanto tiempo atrás como su memoria pueda recordar?. ¿Quién no ha oído historias, leyendas, cuentos, que perturbasen sus sueños más infantiles en las calurosas noches de verano?, ¿quién no ha sentido en alguna ocasión la penetrante mirada de un muñeco de su estantería observándole como si tuviera vida propia? Seguro que James Wan y Leigh Whannell vivieron muchas de estas experiencias en su infancia, y así lo han querido homenajear con esta película. Silencio Desde El Mal

Dead Silence, ante todo y mirándolo ahora más pausadamente, se caracteriza de estar nutrida de gran numero de ingredientes del cine de terror más antiguo y más moderno. Rápidamente, visionando la película, pueden venir a tu mente muchos otros títulos, que incluso probablemente sin ser el objetivo, es la sensación reinante. Para mí, ver esta película fue una experiencia extraña, pues desconocía totalmente nada de la misma. A veces esto es lo mejor que te puede pasar para disfrutar una película completamente: no esperar nada de ella e ir al cine sin predisposiciones. Cuando alguien te recomienda algún título, cuando la crítica alaba un trabajo, o cuando la recaudación, y público, es desmesuradamente elevada, puede ocurrir que inconscientemente tus expectativas crezcan ante tal evento, y en consecuencia, interiormente, el listón de lo que esperas pueda crecer lo suficiente para que, finalmente, llegue a decepcionarte. En mi caso, vi la película sin ninguna noción previa de la misma, pensando que sería de un director malo, actores malos, banda sonora mala y calidad mala... Mi sorpresa fue que, según avanzaba la película, podía degustar ciertos ingredientes que iban llamando mi atención y que, al menos, la producción en líneas generales no era tan mediocre como yo esperaba. No fue hasta que estuve en mi casa y busqué en Internet el título; que descubrí, realmente, que Dead Silence venía precedida por otra película y director bien conocidos por todos, la saga Saw: una de esas cintas que, para bien o para mal, generaron un aluvión de críticas, fans y detractores. Una especie de thriller de terror, al más puro estilo Seven, del cual se rumorea que está prevista la grabación de 7 partes, lo cual muestra una idea de la relevancia de la película. Entre grabación y producción de la saga Saw, James Wan como director y Leigh Whannell como guionista, llevaron a cabo esta película que realmente poco tiene que ver con Saw, aunque, como luego veremos, existen algunos detalles interesantes para comentar y finas líneas de conexión.

La historia comienza en Ravens Fair, donde Jamie y Lisa viven en pareja en un apartamento típico de ciudad americana, cuando reciben un extraño paquete. Sin remitente y sin mensajero, el paquete resulta contener un enigmático muñeco ventrílocuo de aspecto antiguo y algo siniestro. Entre incredulidad y curiosidad, terminan aceptando quedarse el muñeco, y aceptando guardar el siniestro muñeco, Jamie sale de la casa para comprar comida mientras Lisa se queda sola... Al rato, el silencio se apodera de la casa, los aparatos electrónicos cesan su funcionamiento, y hasta la más mínina partícula parece quedar detenida flotando en el tiempo, sólo la respiración entrecortada de la chica rompe la quietud del ambiente. Algo malo está a punto de ocurrir, y Lisa puede presentirlo. Se acerca a su cuarto muy despacio, donde ve un bulto cubierto por una sábana reposando sobre su cama. Como en cualquier película de terror, la protagonista hace lo que nadie haría, y es ir al bulto, acercar lentamente su mano y descubrirlo… (Una de las mejores escenas de la película). Finalmente, Lisa muere brutalmente asesinada. Cuando Jamie regresa a casa, se encuentra con su cadáver sentado sobre la cama, y con la boca totalmente descuartizada, como sonriendo jocosamente... pero sin lengua.

Jamie, destrozado, es detenido por la policía como principal sospechoso, pues todo apunta a que ha sido el culpable. Después del interrogatorio, es liberado momentáneamente mientras continúan las investigaciones ya que no hay pruebas para inculparle. El joven destrozado decide viajar a su pueblo natal movido por el descubrimiento de un falso fondo en la caja del muñeco ventrílocuo, que casualmente le lleva hasta allí. A partir de aquí es donde comienza la verdadera historia, que nos presentará como principal hilo argumental, una vieja leyenda que el tiempo ha hecho confundir lo que fue real y lo que es mentira.

Como en muchos pueblos, en éste existe una leyenda que se utiliza para asustar a los niños y que se vayan pronto a la cama, es la historia de Mary Shaw, una mujer que nunca tuvo hijos, tan sólo muñecos... y si alguna vez alguien la ve, no debe gritar porque perdería la lengua. Jamie comienza a investigar, pues está convencido que aquel paquete recibido en tal extrañas circunstancias tiene algo que ver con la muerte de su novia. Así, poco a poco va descubriendo pistas que le llevan a averiguar que la leyenda de Mary Shaw quizá tenga más de realidad de lo que muchos creen. La mujer existió años atrás, trabajo y vivió en un teatro donde daba un espectáculo, precisamente, con sus muñecos ventrílocuos, que los tenía a cientos. Después de la desaparición de un niño que asistió a uno de sus espectáculos y con el que tuvo un pequeño incidente, Mary Shaw murió en extrañas circunstancias. Y aunque nadie del pueblo quiera hablar de ello, todos en el fondo saben que después de aquello... comenzaron las muertes.

Del análisis de la película se puede aventurar que va a ser mayor la expectativa por estar hecha por quien está hecha, que por el contenido de la misma en sí. La gente desea ir a los cines a pasar mucho miedo, y cada día es más difícil encontrar las fórmulas para asustar de verdad sin recurrir a los viejos trucos de la larga tensión y el efecto sonoro tres veces por encima del volumen habitual. Y justamente éste es el terror de Dead Silence. Sustos, tensiones, rodeadas de oscuridad y, mayormente, emplazamientos lóbregos, eso sí, casi siempre previsibles porque, en la película, toda aparición viene precedida por unos signos inequívocos (el silencio absoluto). Aun así, bastante entretenida, y recomendable de principio a fin. Tan sólo, el personaje del detective Jim Lipton puede sacar un poco de quicio. Silencio Desde El Mal

A tenor del cartel, la idea reinante es que Dead Silence sería una película de muñecos asesinos que recobran la vida (inevitablemente, esto recordaría a películas como El secreto de Joey y Dolls), en este caso un muñeco ventrílocuo, y aunque en parte así es, no es el principal eje de la trama. Más que el muñeco de la portada, el principal protagonista es el fantasma de Mary Shaw, relegando a éste a un segundo plano, donde ni tan si quiera se le llega a ver moverse más allá de pequeños giros de cabeza y cosas así. Nada que ver con el Muñeco Diabolico. Entonces, lo que tenemos realmente es una película de terror de un fantasma vengativo, que uno tras otro va eliminando a la gente que culpa de su propia muerte. Un espíritu fuerte, enfurecido, de aspecto tétrico y ominoso (toda una sorpresa cuando no intuyes la verdadera senda de la película).

La parte más en común con Saw, viene justamente en los minutos finales, cuando sin llegar a ser del todo espectacular, podremos asistir a uno de esos giros de trama que, entre música e imágenes a modo de flash-back, nos explican hilos pendientes dejándonos un buen sabor de boca. Como digo, muy similar a los finales de Saw, sobre todo por la técnica empleada, similar a los video-clip en el montaje de las secuencias y música. Toda una sorpresa cuando incluso crees que la película ya ha acabado.

Como dije, tiene mucho en común con películas como En la Oscuridad (de Jonathan Liebesman), Candyman (de Bernard Rose) y las ya mencionadas antes Dolls (increíble película de 1987 dirigida por Stuart Gordonv, que amenizó mi juventud) y El secreto de Joey (una mezcla de cine infantil con severas dosis de terror, con un macabro muñeco ventrílocuo como protagonista indiscutible, dirigida por Roland Emmerich).

Por último, comentar que en una de las secuencias finales, donde aparecen todos los muñecos ventrílocuos de la malvada Mary Shaw, podremos ver el famoso muñeco-payaso de la saga Saw (por cierto, Saw y Shaw también parecen tener mucho en común), que además se llama Billy, como el muñeco ventrílocuo de Dead Silence.

Mientras esperamos que la saga de Jigsaw concluya, podremos ir tomando un apetitoso aperitivo con esta interesante película.

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