“...entretenernos de tal forma en el laberinto cotidiano que nos crean, como para que terminemos siendo incapaces de levantar la cabeza y ver a quien nos sojuzga...”. Alfonso X, el Sabio.
TÉCNICAS DE IDIOTIZACIÓN :
- CINE -
Modernamente, cuando el cine inventado por los hermanos Lumière en 1895 empezó a congregar gente a su alrededor mas allá de un hecho artístico, empezó a controlarse y manipularse para fines concretos, uno de estos fines, el más importante, según mi opinión, es “el secuestro de la memoria “, la reinvención de la historia por parte de los gobiernos, es decir, desde casi un siglo el constante bombardeo de argumentos de cómo fueron las cosas, distorsionando datos históricos convirtiéndolos en parte del folclore popular, véase el genero americano del Western, donde se justifica una colonización sangrienta y excluyente; por supuesto, este ejemplo lo podemos encontrar en otros países, véase también las películas británicas basadas en el Glorioso Imperio Británico del siglo diecinueve, o las películas francesas sobre legionarios en el norte de África. La propaganda cinematográfica como instrumento del Estado puede parecer, en primera instancia, un fenómeno exclusivo o preponderante de los totalitarismos, lo cual no es cierto, pues en aquellos países en que hay un sistema democrático y de partidos que compiten por el poder en elecciones, con todo y su libre mercado e iniciativa privada, la producción de películas propagandísticas para la reproducción del status quo y la defensa de los intereses del grupo en el poder, opera tan bien o mejor que en las dictaduras. Es una constante que se repite, utilizar el cine como forma de adoctrinamiento, desde la libre interpretación sobre temas bíblicos por parte de cineastas de Hollywood (qué malos eran los romanos...), todas las películas bélicas con obvio ganador, hasta las serie de películas moñas de clase media-alta norteamericanas con moralina final, del cine con exaltación comunista de Sergei M. Eisenstein al cine casposo de estudiantes universitarios con los estereotipos de individuos de sociedades capitalistas memas, chica guapa y tonta, tío listo pero feo, chico guapo jugador de rugby pero cortito de mente, chica fea que viste a la onda siniestra pero muy inteligente, etc..., todo un ataque a la inteligencia.
Desde hace prácticamente dos décadas se hacen estudios de mercado antes de estrenar un producto cinematográfico, tendencias sociales, ideas, moda, música, etc..., se lleva todo al laboratorio, se analiza y surge un bodrio para el consumo masivo en salas multicines, por supuesto, aderezado con deliciosas palomitas con precio de angula. Y es que en estos estudios se llega a conclusiones tan tenebrosas como que una película, de más de noventa minutos, en los que se hable un ochenta por ciento del film, es insoportable para la gran mayoría del publico y poco rentable, así que se intensifica la acción y se reduce el diálogo para descanso de nuestras ya saturadas mentes.
Desde las salas de cine se crean nuevos iconos a los que seguir e imitar, nuevas tendencias, estereotipos y formas de vida que se alejan, en muchos casos, de la vida real y pretenden imponer comportamientos encauzados a intereses de consumo e idiotización; el cine es uno de los fenómenos artísticos mas relevantes del último siglo, pero desde sus comienzos fue, y es, un arma poderosa de influencia en la sociedad.
Se podría hablar largamente de los detalles propagandísticos de las películas que son las que mayormente han hecho marca en la sociedad occidental, con sus costumbres, moralinas, tecnología o patriotismo. Y es que si leen estas líneas será una de esas piezas de la gran máquina que compone una sociedad, que es defectuosa para encajar en ella, sin embargo, tú no lo sabes, sólo desde fuera de la máquina se ve que algo no funciona bien porque hay perspectiva, pero ¿quién está fuera de la máquina?