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| | Una noche de furia
Edmond | | MN Simple MN Avanzado | Publicado 2007-03-26 | | Stuart Gordon, director de "Re-animator", nos ofrece una pesadilla urbana sobre el peor de los terrores: la vida real. | |
Stuart Gordon, director de filmes como "Re-Animator" (1985) o "Re-Sonator" (1986), es considerado como uno de los directores clásicos del cine de terror de los 80. En el año 2005 se encargó de adaptar "Edmond", una obra de teatro de David Mamet. La historia trata de un ejecutivo que decide de una vez por todas ser sincero consigo mismo y vivir la vida enfrentándose cara a cara con los problemas. En un trayecto que dura una sola noche se encontrará con personajes y situaciones en las que irá perdiendo poco a poco los nervios (si no también la razón) para volverse un ser violento e irascible.
El personaje protagonista se convierte al principio de la pelÃcula en otro hombre, como si de una transformación en un ser terrorÃfico se tratase, pero es una transformación interior. El director juega con ello ya que su aspecto sigue siendo el de un ciudadano americano normal. Quizá ese sea el único problema de la pelÃcula: que debamos creernos que se puede cambiar tanto y en tan poco espacio de tiempo. Como en otras obras de Mamet, nos encontramos ante un análisis del americano medio, heredero de la era Reagan, que debe pisotear al semejante para medrar en la vida (muchos de los personajes ante los que se enfrenta Edmond tienen igual de culpa que él o son más débiles).
Stuart Gordon juega fuera de casa (un género que le es extraño y actores de Mamet) pero filma con solvencia una noche de neón y bajos instintos que deslumbra hasta cegar a William H. Macy. Su personaje entra por derecho propio en la galerÃa de ejecutivos con problemas que pasan a la acción. GuardarÃa muchas caracterÃsticas con el William Foster de "Un dÃa de furia" (1993). En la pelÃcula de Joel Schumacher el personaje interpretado por Michael Douglas decide rebelarse tras estar tragando toda su vida y recuperar su dignidad. En el fondo se trata de un camino para volver a tener una vida normal junto a su familia.
En "Edmond" no hay vuelta atrás y su decisión es cortar de raÃz para ser un nuevo hombre. La tensa realización de Schumacher lograba comunicarnos el estrés del personaje protagonista y su posible identificación con el mismo. En el caso de "Edmond", Stuart Gordon opta por una dirección suave y fluida con lo que observamos sus acciones a una distancia insalvable. No quiere que nos caiga bien, pero busca hacernos reflexionar sobre si tiene algo de razón aunque sus métodos no sean los más adecuados. En un ámbito más sociológico podrÃamos considerarle un representante de la "cultura de la queja": todo le parece caro, todo le parece malo, él es el único que tiene razón. Una persona asà no tiene cabida en la sociedad y el destino le aguarda fuera de ella. El final de trayecto de Edmond puede ser feliz o una broma pesada, todo depende de la valoración subjetiva del espectador. |
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