Daniel Monzón, más pretencioso que efectivo, comprueba por tercera vez que de crítico a director de cine hay un camino en el que resulta muy fácil perderse.
"La Caja Kovak" dirigida por Daniel Monzón con la distribución de Filmax Home Video y presentada 2006. Interpretada por Timothy Hutton como David Norton & Lucía Jiménez como Silvia & David Kelly como Kovak & Gary Piquer como Jaime & Georgia Mackenzie como Jane desde España y pertenece al género Thriller , tiene una duración de 113 minutos. Enlace Relacionado:Página Oficial Valoración: 3 sobre 10
Daniel Monzón, joven y guay crítico de la revista Fotogramas, transformado de la noche a la mañana en director de moda, se enfrenta a su tercer largo después de las poco satisfactorias “El Corazón Del Guerrero” (2000) y “El Robo Más Grande Jamás Contado” (2002)
Puesto que Dani había participado en la insana práctica de hacer lo mismo que yo ahora, es decir, analizar películas, eso sí, en circuitos mucho más comerciales que Mentenebre, se había dado a conocer dentro del mundillo y caído en gracia a todos aquellos que alaban o sencillamente se limitan a ocultar el lado oscuro de “La Caja Kovak” Y es que resulta un tanto patético comprobar a estas alturas hasta que punto el amiguismo entertainment cinematográfico puede llegar a abrir puertas y sobre todo, rascar bolsillos.
Pero tranquilos, para vuestra alegría he de mencionar que no tengo el gusto de conocer al director más allá de sus trabajos, y de nuevo, como me ocurriera en su debut, he salido de la sala con la sensación de haber perdido tiempo y dinero a partes iguales. Además, como tampoco le debo ningún favor, aprovecharé para poner la película a caldo y dentro de lo malo me sentiré menos tonto.
La idea inicial de la película además de no estar mal, parte de una historia real. Hacia el año 1933, el húngaro Rezsô Seress, escribió antes de suicidarse la letra de la canción, Gloomy Sunday. Por algún extraño motivo, tan poderoso resultaba su influjo que se llegó a pensar que inducía al suicidio de aquel que la oía, prohibiéndose durante varios años en las principales emisoras de Inglaterra y Estados Unidos. (Recomiendo encarecidamente la escucha de la versión que de la misma hiciese Diamanda Galás)
La trama gira en torno a David Norton, afamado novelista norteamericano de ciencia ficción cuya vida cambiará radicalmente cuando invitado a dar una conferencia en Mallorca, asista atónito al suicidio en apariencia provocado de su prometida. El posterior desarrollo de la historia, demasiado parecida a la de su primer best-seller, así como los nuevos episodios de suicidios y la manipulación humana, van conformando las piezas de la compleja caja.
Daniel no ha escatimado en gastos para el experimento, rodándola íntegramente en inglés, con protagonista oscarizado (Timothy Hutton) y con un presupuesto de nada más y nada menos, que seis millones de euros, lo que ganamos cualquiera en un par de semanas, vamos. Y he de admitir, que pese a todo, tiene un arranque interesante. Crea tensión, desconcierto, intriga, añade personajes misteriosos y hasta me pareció atisbar un guiño a lo Videodrome (1983) del bueno de Cronenberg. Pero hasta ahí dura la cosa, en cuanto los aires de grandeza se le suben al director a la cabeza, le nublan la vista y se limita a golpearse repetidamente con todos los tabiques de su puñetera caja.
Queda patente que ni con la comedia en sus dos primeros intentos, ni con el thriller en este caso, Daniel es capaz de mantener la atención por encima de los 30 minutos iniciales, consiguiendo y esto si que es una constante, introducir al sufrido espectador en un pozo del que se ve muy lejos la salida. Una vez has cambiado de plano y ni los actores consiguen llamarte la atención, comienza la fase de reposicionamientos en la butaca, miradas atónitas alrededor, cabezadas en defensa propia y abandonos de sala por parte del sector más inteligente, que además de tónica general resultan ser los principales alicientes durante mucho, demasiado, tiempo. Ahora comprendía en toda su esencia la frase del cartel publicitario: "En esta caja hay algo que puede matarte"... Se estaba refiriendo al aburrimiento, claro está.
El golpe de gracia definitivo llega cuando a la entrada de las famosas Cuevas Del Drach, se puede ver un bonito cartel que reza: “Caves Of Hell” Si señor, este es mi Daniel, que de nuevo en su papel, se olvida de sus origenes. Me queda el consuelo de que no me volverá a engañar y como no le guardo ningún rencor, que le vaya muy bien por Hell Sinki que seguro que también tendrá algún colega, por supuesto, guay.