Renny Harlin, abonado a la serie b fantástica desde hace años, muestra la dura vida del aprendiz de brujo del siglo XXI.
"La Alianza Del Mal - The Covenant" dirigida por Renny Harlin con la distribución de Sony Pictures y presentada 2006. Interpretada por Steven Strait como Caleb Danvers & Sebastian Stan como Chase Collins & Laura Ramsey como Sarah Wenham & Taylor Kitsch como Pogue Parry & Toby Hemingway como Reid Garwin desde Estados Unidos y pertenece al género Terror , tiene una duración de 97 minutos. Enlace Relacionado:La alianza del mal Valoración: 2 sobre 10
La película narra la historia de cuatro jóvenes estudiantes de la Academia Spenser en Nueva Inglaterra. Descendientes de las familias fundadoras de la colonia poseen unos poderes sobrenaturales sobre los cuales hay un pacto acerca de su utilización. Cuando empiezan a ocurrir sucesos extraños uno de ellos sospecha que este acuerdo ha sido roto. Pero puede que esté equivocado y el peligro venga de alguien ajeno al grupo y muy poderoso.
En la última década el cine ha rejuvenecido la edad de este gremio. Del brujo de barba blanca cociendo la pócima en la cueva a los juerguistas alumnos del Spenser va un trecho. Harry Potter, las “Embrujadas” de la serie televisiva o las adolescentes de “Jóvenes y brujas” (1996) se preocupan igual de su vida social y sentimental que de las amenazas y conflictos que les acechan. Ello es un buen reflejo del segmento de edad al que los estudios cinematográficos dirigen sus productos. La principal baza del director pasa por acentuar el erotismo por que no hay nada en esta historia que atrape al espectador. De todas formas se queda a medio camino. Estos brujos guapos, nadadores de cuerpos perfectos, van a todas partes juntos, lo que puede dar que pensar. Pero el guionista no tiene la picardía para explorar connotaciones gays que quedan diluidas, y el director se reprime en un erotismo pudoroso cuya única escena destacable ocurre en unas vaporosas duchas masculinas.
Los cuatro brujos tampoco tienen imaginación a la hora de usar sus poderes para dirimir sus rencillas personales. La única forma de dar salida a sus instintos más primarios son las broncas de bar o inocentes besos con sus sufridas novias. Este soso cuarteto no aguanta la comparación con brujas de la talla de Verónica Lake en “Me casé con una bruja” (1942), Kim Novak en “Me enamoré de una bruja” (1958) o la más bruja de todas: Helen Mirren en “Excalibur” (1981).Y es que la parte femenina del gremio es la que más y mejor ha sido reflejada en la pantalla.
En resumen, los únicos puntos de interés de esta película radican en analizar la evolución del brujo en el cine antes mencionada y la de su director. Renny Harlin, finlandés en Hollywood, se reveló como un solvente director de cine de acción en los 90 filmando superproducciones como “La jungla 2:alerta roja” (1990) o “Máximo riesgo” (1993). Su punto fuerte siempre ha sido la solidez narrativa pero carece de la personalidad de un James Cameron o una Kathryn Bigelow, por poner dos ejemplos de directores que sí imponen un sello característico.
Como curiosidad se casó con Geena Davis y la convirtió en heroína de acción. Rodaron juntos dos películas en las cuales ella era el “sexo fuerte” y ellos el “sexo débil”: “Laisla de las cabezas cortadas” (1995), una de piratas que hizo quebrar la productora Carolco, y “Memorialetal” (1996), un thriller macarra con referencias a Alfred Hitchcock. Estos dos fracasos de taquilla le mandaron indefinidamente a la serie b. Pero concretamente en España pasará a la historia por haber dirigido “Las aventuras de Ford Fairlane” (1990), las andanzas del detective rockanrolero interpretado por el cómico Andrew Dice Clay, cuyo discutido doblaje a cargo de Pablo Carbonell la convirtió en clásico instantáneo.