Una vuelta por las manifestaciones artÃsticas del siglo XX desde un punto de vista diferente a la visión mediática del arte alejado de la figuración y la imaginación, rescatando a todos esos autores que en su obra han contribuido aportando su granito de arena al Arte Fantástico.
La verdad es que definir el Arte Fantástico es harto complicado. En principio serÃa toda aquella representación artÃstica en que medie el componente fantástico, osea, la imaginación. ¿Y en que expresión artÃstica no entra en juego la imaginación? Me parece que podemos descartar a pocos: a los Realistas, a los Impresionistas, a los que practican el Historicismo, a los Veduttisti, a los Retratistas, sà son unos cuantos, pero muchos más son los que incorporan la imaginación a su proceso de creación.
Entendiendo el Arte Fantástico en sentido amplio yo echo en falta a algunos grandes como Bacon o Tamara de Lempicka. Tampoco puedo perdonar a un clásico del mundo fantástico como es Escher, con sus lugares y seres fantásticos basados en las paradojas de las Matemáticas y de la GeometrÃa.
A pesar de los matices que he apuntado anteriormente sobre las disquisiciones sobre lo que es o no es fantástico, este libro mira el arte del siglo XX bajo un sesgo que nos permite ver otra evolución distinta de la del arte hoy más considerado, que son las diversas formas de abstracción o conceptualización que tanto han proliferado en nuestro siglo y de las que personalmente no soy aficionado. En este siglo se han cargado todo lo que tenga cualquier relación con lo figurativo y nada de eso vale.