Un interesantísimo movimiento artístico que surge como reacción a la imparable Revolución Industrial en la Inglaterra de 1850 y que tiene como foco principal el constituido por el pensador John Ruskin y cuenta en sus filas con algunos de los magistrales Prerrafaelitas.
"The Arts and Crafts Movement" escrito por Rosalind P. Blakesley en la editorial de Phaidon (ISBN: 0-7418-3849-7) con 272 páginas. Desde Gran Bretaña y presentado en Noviembre de 2006 se encuadra en el género Arte Enlace Relacionado:Phaidon Valoración: 9.5 sobre 10
La editorial Phaidon, una de las más brillantes editoriales en lo que a propuestas artísticas se refiere nos ofrece en esta ocasión un pequeño tesoro: la investigación acerca de uno de los movimientos más importantes en materia de artes decorativas, el Arts and Crafts. Y si no que se lo digan a Ikea cuyos principios tienen también algo que ver con este interesante movimiento.
Estamos en la primera mitad del siglo XIX en Inglaterra, donde la Revolución Industrial está ya avanzando por su incesante camino. Es en estos momentos en los que algunos pensadores que tienen relación con el mundo artístico se empiezan a plantear si la industria es positiva para el arte o sin embargo si es perjudicial para el mismo. Así John Ruskin, conocido teórico relacionado directamente con el Prerrafaelismo, quien contra los principios de la Revolución Industrial reivindicará la artesanía fabricada a mano antes que la producción en serie, y ello envuelto en una vuelta a la naturaleza que debe ser plasmada en este tipo de obras.
Será uno de los Prerrafaelitas, William Morris, quien también en Inglaterra, hacia la mitad del siglo, quien ponga en práctica las ideas de Ruskin y conforme el movimiento Arts and Crafts. Otros dos prerrafaelitas ayudaran a Morris a desarrollar sus ideas: Dante Gabriel Rossetti y, más intensamente, Edward Burne-Jones. Otro personaje destacable del grupo iniciador será Philip Webb quien aportará una nueva dimensión al Arts and Crafts abriéndolo hacia a la arquitectura. Con ello retomarán un principio surgido en el mundo germano, “la obra de arte total”, que plasmarán en sus edificios, diseñados y decorados como un todo artístico.
El libro, y creo que muy acertadamente, después de hundirnos en las raíces teóricas y de narrar el surgimiento del movimiento en Inglaterra, pasa a describir las diversas e importantes bifurcaciones del mismo por la geografía europea y norteamericana. Así nos descubre su florecimiento en el resto de Gran Bretaña donde tenemos por ejemplo el auge en Glasgow con la figura del genial Charles Rennie Mackintosh, cuya obra toca tangencialmente con el otro movimiento decorativo de la época, el Art Nouveau. También es muy interesante su desarrollo en Irlanda donde los motivos que van a tomar proceden de la tradición céltica local.
En el continente la autora nos traslada primeramente a la órbita germana, donde de nuevo vamos a encontrar los puntos de contacto con el Art Nouveau, es el caso de la Colonia de los Artistas en Darmstadt, donde nos encontramos arquitectos y decoradores de la talla de Joseph Maria Olbrich, Peter Behrens o Josef Hoffmann. Luego acude a Hungría y Polonia, donde podemos destacar la Escuela de Cracovia, a través de la cual Casimires Mlodzianovski difundió el estilo en la zona.
También el movimiento llegó a tierras rusas con la figura destacable de Victor Vasnetsov, quien trasladará estos principios además de edificios e interiores a la construcción de iglesias. El periplo europeo concluye con la llegada del Arts and Crafts a los países nórdicos. Aquí habremos de destacar la figura de los pintores Gallen-Kallela y Carl Larsson y los arquitectos Herman Gesellius, Armas Lindaren y Eliel Saarinen.
En el salto al continente americano vemos la influencia del Arts and Crafts en un autor fundamental, el arquitecto Frank Lloyd Wright, sobre todo en su primera época.
El libro se cierra con el final del movimiento que se clausura con la Primera Guerra Mundial, hecho que afecta también al Art Nouveau. Es una pena, pues yo creo que estos movimientos daban una importancia muy relevante a la decoración y que en nuestros días prácticamente hemos perdido. Parece ser que triunfaron los argumentos de Adolf Loos en la Viena de principios del siglo XX en sus textos como "Ornamento y delito" en los que condenaba el uso de los elementos decorativos en la arquitectura.
Hablando del planteamiento formal del libro, además de su exhaustivo recorrido histórico-geográfico, está profusamente ilustrado recogiendo en imágenes los hitos principales del movimiento. Además al ser un libro de un formato considerable, algo mayor que el folio, podemos apreciarlas muy claramente. El único handicap para nuestros lectores es que el libro está en edición inglesa. Esperemos que pronto podamos tenerlo en edición española.
Un libro muy cuidado y con un gran rigor investigativo. Muy recomendable para los enamorados del arte y para aquellos que piensan que la decoración no es algo superfluo.