El cineasta alemán Tom Tykwer se atreve a llevar a la gran pantalla este clásico de la literatura contemporánea. Los perfumes se tornan en belleza femenina en una pelÃcula que ha tenido no muy buena prensa pero que las almas oscuras sin duda disfrutaremos de ella.
La adaptación de novelas a la gran pantalla es una tarea a veces harto dificultosa pues hay que transponer en imágenes lo que la mente del lector imagina. En pocas ocasiones la pelÃcula supera al film aunque hay honrosas ocasiones en que esto si sucede asÃ, y me viene a la cabeza por ejemplo El Nombre de la Rosa de Humberto Eco, y eso sin desprestigiar a este ilustre literato, pero es que la transposición cinematográfica fue soberbia.
Yo reconozco que la pelÃcula despertó de algún modo mi lado más sádico pues ardÃa en deseos de que este personaje asesinara a las muchachas y pudiera extraer de ellas su esencia. Asà tenemos un film si no sensual yo casi dirÃa erótico, precisamente por esa fascinación del asesino por el aroma de la mujer, fundamentalmente virginal.
El final de la pelÃcula es bastante sorprendente, como que de un cuento se trata, con concesiones a una grandÃsima imaginación. Quizá con lo que menos me quede es con los instantes finales de la pelÃcula en los que el protagonista se despide del mundo de una manera tremendamente surreal.