La mafia, tema atemporal en esto del cine cuenta con un altísimo listón desde El Padrino, afortunadamente hay directores que han seguido atreviéndose y en este caso con gran acierto.
"Infiltrados" dirigida por Martin Scorsese con la distribución de Warner Bros Pictures y presentada 2006. Interpretada por Leonardo DiCaprio como Billy Costigan & Jack Nicholson como Frank Costello & Matt Damon como Colin Sullivan & Mark Wahlberg como el sargento Dignam & Martin Sheen como el capitán Queenan & Ray Winstone como El Francés & Vera Farmiga como Madolyn & Alec Baldwin como el capitan Ellerby desde Estados Unidos y transcurre entre los géneros Thriller & Policiaca & Drama , tiene una duración de 150,00 minutos. Enlaces Relacionados:Página Oficial España & Página Oficial USA Valoración: 8.25 sobre 10
La película retrata la batalla del departamento de Policía de Massachussets contra el crimen organizado de origen irlandés que controlaba la zona desde principios de los 70. Es la historia de Colin Sullivan (Matt Damon) y Billy Costigan (Leonardo DiCaprio), miembro el primero de la mafia e infiltrado en la policía, todo lo contrario que el segundo, y también la de sus actos, decisiones y consecuencias, y de la vida paralela que a nivel de relaciones personales pueden llevar.
No es la primera vez que Martin Scorsese explora este tipo de ambientes, en su haber encontramos películas como Casino, Uno De Los Nuestros o Gangs Of New York. En esta ocasión vuelve a retratar con detalle el bando de los que defienden la ley. El director ha contado además con un veterano real de la policía que vivió uno de esos capítulos como asesor para proporcionar mayor veracidad a la historia.
El guión de título original The Departed, es de William Monahan inspirado en la película Juego Sucio (Infernal Affaire) Hong Kong2002 de Andrew Lau y Alan Mak. En la producción Brad Grey, Graham King y el mismísimo Brad Pitt, resultando para algunos una copia exacta por sus muchos detalles coincidentes, remake que da más fuerza y protagonismo a los personajes para otros.
A nivel interpretativo y pese a las críticas que he escuchado, debo alabar el gran trabajo de los dos personajes principales, Matt Damon y Leonardo DiCaprio, actores jóvenes que junto a Mark Wahlberg (que interpreta al sargento Dignam), han pasado de ser considerados sólo caras bonitas a irse ganando mi admiración a lo largo de sus carreras.
A través de Colin Sullivan, vemos cómo se forja un gángster, el ir viendo su historia desde pequeño y su relación con Madolyn, interpretado por Vera Farmiga, hace que a pesar de ser una persona corrupta y sin escrúpulos no consigamos odiarle, como si el entorno no le hubiese dado la oportunidad de ser otra cosa.
En el caso de Billy Costigan vemos el peligroso oleaje moral y emocional que sacude a los policías que se infiltran y deben pasar por criminales. Este tipo de “encargo” dota instantáneamente al personaje de una elevada talla moral, ya que si algo sale mal –lo hemos escuchado en multitud de películas – “nosotros no te conocemos”…
No me pareció cruda en lo que a violencia estricta se refiere. Recuerdo sin ir más lejos aquella cinta de Donnie Brasco, dirigida por Mike Newell, en la que los detalles sobre los trabajitos que debía ejecutar el infiltrado dejaban los pelos de punta. Pero plasma sin embargo con sencillez y crueldad que los puñetazos hacen sangrar, las balas en la cabeza matan y que difícilmente habrá finales felices para muchos de los que se meten en estas cosas, ni recompensa por lo que se pierda en el camino.
A parte de secundarios de lujo de la talla de Martin Sheen o Alec Baldwin por citar algunos, no puedo terminar sin hablar de Jack Nicholson en su interpretación de Frank Costello, jefe de la mafia del momento, excesivo como sólo él sabe ser, y del que cuentan que su afán improvisador dio más de un quebradero de cabeza al director que tuvo que recurrir a él porque Robert De Niro, uno de sus actores-fetiche, se encontraba enfrascado en otro rodaje. De todos modos, en cuanto a jefes se refiere, la inmortal sombra de Vito Corleone planeará por siempre suscitando comparaciones entre los que se atrevan a aceptar papeles similares.
Pero los tiempos han ido cambiando y mientras en El Padrino hubiese resultado imposible desmantelar operaciones enteras mediante el envío de un “sms”, facilidad que por otro lado, no ha caído en gracia a todo el mundo, ahora hay que tener presente que el otro topo también podría andar armado móvil en mano, incluso es posible que permanezca sentado a tu lado, de modo que lo más prudente sería silenciarlo… sí, me refiero al móvil, por supuesto.