Un ejemplo tÃpico de como un director puede sobreponerse a una historia que en manos de alguien menos habil hubiera caido rapidamente en los tópicos y el aburrimiento. Un film tremendo, tenebroso e inquietante con una excelente producción y un final brutal.
Si bien los filmes citados anteriormente gozan de una envidiable calidad, o si no cuentan con la bendición de una costosÃsima producción, suelen caer en los mismos fallos. Por un lado señalar de nuevo las inevitables ridiculeces que muchas de estás pelÃculas cometen a la hora de mostrarnos aparatitos y demás cacharritos tecnológicos. Sin más comentarios. Por otro, la absoluta ingenuidad a la hora de presentar las situaciones sociales y polÃticas que retratan, donde el binomio entre el bien y el mal aparece inocentemente retratado, no en vano muchas de estas pelÃculas poseen casi un carácter de fábula para adultos. Quizás tenga que ser asÃ, o no.
La trama es en principio sencilla, en el año 2009 la humanidad ha colapsado. Simplemente los niños han dejado de nacer y el mundo se ha sumido en la destrucción y el caos. En Inglaterra el gobierno mantiene el control mediante el ejercicio de la represión policial y militar, a la que vez aplica estrictas leyes de inmigración que implican la expulsión del paÃs de todos los extranjeros. La crisis económica y el hambre sobrevenido provoca numerosos conflictos sociales, atentados terroristas, inseguridad, arrebatos mÃsticos de fe religiosa, miedo…Thomas, el personaje encarnado por Clive Owen, es un antiguo activista desencantado que trabaja como funcionario mientras enjuaga su melancolÃa en el whisky. Un buen dÃa el pasado reaparece en la figura de su antigua compañera Julian, ahora lÃder de un grupo antisistema armado que lucha contra las medidas represoras del gobierno. A partir de aquà Thomas se embarca, ayudado por su amigo Jasper, en una odisea por toda Inglaterra salvaguardando un secreto del que dependen las esperanzas de toda la humanidad.