El conde Drácula se adapta a la cultura popular del siglo XX mediante un camino lleno de vicisitudes desgranadas de forma fascinante por el historiador David J Skal.
"Hollywood Gótico" escrito por David J Skal en la editorial de Valdemar (ISBN: 978-84-940298-9-9) con 416 páginas. Desde Estados Unidos y presentado en Mayo de 2015 se encuadra en el género Cine Enlaces Relacionados:David J Skal & Valdemar Valoración: 8.5 sobre 10
Sin duda que David J Skal es uno de los mayores expertos, no ya norteamericanos sino mundiales, en los temas referentes a la cultura oscura y su difusión a través del cine, la televisión y otros medios propios del siglo XX. Si a eso unimos su estilo narrativo, directo, claro y sumamente ágil y entretenido, no es de extrañar que de su mano una historia aparentemente menor e intrascendente, como es en realidad la aquí tratada ( el relato de la adaptación al cine y al teatro de una obra literaria ) se convierta en un apasionante culebrón lleno de intrigas, zancadillas, mentiras y trapacerías varias, cuya lectura no se puede abandonar desde la primera hasta la última página y que nos deja con la sensación de haber asistido al desarrollo de un culebrón a la altura de Falcon Crest, Dallas o Dinastía.
Para poner en situación al lector despistado, David J Skal empieza el libro ( originalmente publicado en 1990 y revisado por el autor en 2004 ) con un capítulo dedicado a la génesis de “Drácula”, la novela, y a las circunstancias y el entorno de su autor, imprescindibles para conocer buena parte de los acontecimientos que vendrían después. Esta parte, por más entretenida que sea, no aporta nada nuevo a los que ya conocen, aunque sea de forma somera, la vida y milagros de Abraham Stoker, pero siempre resulta entretenido volver a leer sobre sus relaciones con su mujer o con el actor Sir Henry Irving, personaje singular de la Inglaterra victoriana y a decir de muchos una de las principales fuentes de inspiración de Stoker para crear el inmortal personaje del vampiro transilvano.
Lo realmente interesante y novedoso de este ensayo viene cuando el autor describe, con todo tipo de detalles y apoyándose en numerosos testimonios y recuerdos, el azaroso camino recorrido por aquellos que quisieron publicar la novela en EEUU y más tarde adaptarla al teatro, intentos boicoteados sistemáticamente por Florence Stoker, la combativa viuda del autor de “Drácula”, siempre atenta a cualquier amago de adaptación de la novela de su marido que no le reportara ningún beneficio en forma de derechos de autor. En una época en la que esos derechos no estaban claramente delimitados ni legislados la lucha de Florence, que se extendió durante años y que a punto estuvo de conseguir que desaparecieran todas las copias de la película “Nosferatu” de Murnau, adquiere proporciones épicas y no puede menos que despertar cierta admiración por su constancia infatigable.
Esta pelea constante, con un alto coste en forma de disgustos, bancarrotas y desgracias varias, ya fue apuntada en otras obras del autor, como “Monster Show”, pero es aquí narrada con una exuberancia de detalles que asombra y engancha inevitablemente a todo lector curioso e interesado por las tripas y el backstage del mundo del teatro y del cine. Cuando Florence fallece las adaptaciones se multiplican, llevando a la figura del conde vampiro a extremos difíciles de imaginar, tanto de interés como de ridículo. El autor se detiene con detalle en el proceso de selección de casting y rodaje del Drácula de Tod Browning y de su versión hispana, así como en las circunstancias de Universal, el estudio que las rodó y que con ellas daría paso a una era dorada del terror, cinematográficamente hablando.
El último capítulo del libro hace un repaso a lo que vino después de esa maravillosa época a la que acabo de hacer referencia; el ocaso y la degeneración progresiva de los años cuarenta, el resurgimiento a finales de los cincuenta de mano de la productora británica Hammer Films y su caída a mediados de los setenta y los intentos de resurgimiento que han venido produciéndose desde entonces de la mano de directores de cine como John Badham, Francis Ford Coppola o Stephen Sommers. Se hace también un interesante repaso a las nuevas representaciones teatrales basadas en el mito de Drácula e incluso se hace referencia a ballets expresamente creados para celebrar dicho mito. Toda una explosión de creatividad que se ha visto aumentada desde el momento en que en 1997 se cumplieron los cien años de publicación de la novela de Stoker y, por tanto, ha pasado a ser de dominio público y ya no hay que pagar derechos.
En definitiva, estamos ante un ensayo que se devora con un interés como el que pueden despertar las mejores y las más adictivas novelas ; una lectura ideal para cualquier época y momento del año y que te dejará con un buen sabor de boca, además de con un enorme interés por ver todas las películas y representaciones teatrales y artísticas que se mencionan en “Hollywood Gótico”, si es que no las has visto ya.