El segundo volumen de la colección Monsters Unleashed de la editorial Tyrannosaurus Books junta a dos auténticos iconos del terror, uno imaginario y otro espantosamente real, en una aventura tan delirante como imposible y, por tanto, absolutamente maravillosa y recomendable.
"Drácula y los crímenes de Jack el Destripador" escrito por Miguel Ángel Naharro en la editorial de Tyrannosaurus Books (ISBN: 978-84-941736-5-3) con 246 páginas. Desde España y presentado en Septiembre de 2013 se encuadra en el género Terror Enlaces Relacionados:Miguel Ángel Naharro & Tyrannosaurus Books Valoración: 9 sobre 10
Miguel Ángel Naharro ( Barcelona, 1975 ) es sin duda uno de los más destacados valores de la nueva y excelente hornada de escritores españoles de terror. Su arte y su talento se pueden apreciar en numerosas antologías de relatos que han aparecido en los últimos tiempos, en sus colaboraciones con la revista online Ultratumba o en la página web de la que es editor, Action Tales, entre otros muchos sitios en los que ha publicado algunos de sus relatos o novelas. Dado este currículum no es de extrañar que Tyrannosaurus Books le eligiera a él para el segundo volumen de su magnífica serie Monsters Unleashed que, para quien no la conozca, situa a los protagonistas clásicos del cine y la literatura de terror en ambientes y situaciones más propios del cine de las series b a la z que en aquellos para los que originalmente fueron concebidos.
Lo que tenemos en esta ocasión, por si el título no os da una pista lo suficientemente clara, es un enfrentamiento entre el señor de los vampiros, el gran Drácula, y Jack el Destripador. La idea de partida, un Drácula que sobrevive a la persecución de Van Helsing y sus compañeros y decide convertir el mundo en un lugar poblado por vampiros, no es nueva. Tenemos por ejemplo aKim Newman, quien en su excelente “El año de Drácula” ya la desarrolló, y también desarrolló la idea de un Jack el Destripador que asesina prostitutas vampiras, como sucede en esta novela. Pero, aunque el punto de partida es similar, el desarrollo es notoriamente diferente en ambas historias, como no podía ser menos.
Drácula tiene aquí mucha más presencia, convirtiéndose en un personaje fundamental de la trama, una trama que está mucho más cercana a la novela gótica que “El año de Drácula” y que recupera muchos más elementos de la novela de Stoker, como las tres vampiras que acompañan al conde. La intención de vampirizar a la sociedad británica primero y mundial después apenas es un proyecto recién iniciado pero que, dado el poder hipnótico y embaucador del maligno conde, lleva visos de hacerse realidad muy pronto, pues ha conseguido atraer a su bando a eminentes personajes de la más alta sociedad británica, a los que ha iniciado en el culto al vampirismo a través de una sociedad masónica que esconde mucho más de lo que parece a simple vista.
Sólo cuatro personas, el doctor Campbell, el inspector Abberline ( sí, el mismo que investigó realmente los crímenes del Destripador ), el padre Mordeaux y la prostituta Charlotte Reilly, se enfrentarán a Drácula, al ejercito de vampiras que le secunda y a la sociedad masónica que le rodea. Los cuatro personajes pasan a lo largo de la novela ( o se nos recuerdan en flash backs ) por terribles experiencias que les conducen inexorablemente al convencimiento de que deben hacer cualquier cosa por abortar los planes del vampiro y por destruirle a él y a su círculo. Si lo consiguen o no, o si deben pagar algún precio por ello, es algo que debéis leer vosotros mismos.
Lo que sí os puedo contar es que “Drácula y los crímenes de Jack el Destripador” está plagado de escenas terroríficas y angustiosas, que se desarrollan en un Londres neblinoso y oscuro, muy oscuro, y que se trata de una de las novelas más autentícamente terroríficas que he leído en los últimos tiempos. Esto si que es una novela de terror como Dios ( o Satán ) manda, con sustos, con ( mucha ) sangre, con vampiros en la más clásica de las tradiciones y sin concesiones a las modernas tendencias de humanización y ablandamiento de estos fascinantes seres, los amos de la noche. Si queréis recuperar el espíritu más clásico del cine y la literatura de terror no dejéis de haceros con este novelón. Novelón por su calidad, no por su extensión, pues sus poco más de doscientas cuarenta páginas se me han hecho terriblemente cortas…
Drácula tiene aquí mucha más presencia, convirtiéndose en un personaje fundamental de la trama, una trama que está mucho más cercana a la novela gótica que “