Una parte de la obra de Klimt, generalmente desconocida, a venido a Madrid de la mano de la Fundación Mapfre mostrando las obras de la Colección Sabarsky de Nueva York. En ella pudimos apreciar 100 de sus dibujos preparatorios sobre mujeres que vienen incluidos en el catálogo que aquí comentamos.
"Klimt - Mujeres" escrito por Pablo Jiménez Burillo & Annette Vogel & Jean Clair & Werner Hofmann en la editorial de Fundación Mapfre (ISBN: 978-84-9844-002-5) con 200 páginas. Desde España y presentado en Junio de 2006 se encuadra en el género Arte Enlace Relacionado:Fundación Mapfre Valoración: 8 sobre 10
El libro que tenemos entre manos es el catálogo de la exposición que ha tenido lugar en la Fundación Mapfre de Madriddel 16 de junio al 3 de septiembre de 2006. En dicha exposición se ha podido contemplar una muestra de dibujos de Klimt que custodia la Colección Sabarsky de Nueva York. El catálogo recoge íntegramente la colección allí expuesta, con lo que en el libro podemos apreciar tranquila y plácidamente todas y cada una de las obras.
Por una parte se podría decir que esta es una exposición menor del genial artista austriaco ya que no se recoge ninguna pintura suya sino solamente dibujos preparatorios. Pero no obstante lo que nos ayuda es a entender el mundo introspectivo de Klimt y el paso previo a su trabajo como pintor. El catálogo está organizado en una primera parte con cuatro artículos que nos sirven a modo de presentación, una segunda con el catálogo completo de las imágenes y por último una tercera parte con una serie de notas biográficas de Klimt.
De los cuatro textos que nos introducen a las obras expuestas voy a destacar el primero y más extenso de Pablo Jiménez Burillo. Este texto nos contextualiza perfectamente la obra de Klimt, inmersa en la corriente simbolista que arranca desde mediados del XIX. Nos habla del erotismo como temática clave en ese cambio de siglo sobre todo en el ambiente parisino pero que también tiene lugar en la Viena de Klimt. Y es en el ámbito erótico donde tenemos que encuadrar la obra presentada en esta exposición. Una mujer que por una parte es idolatrada y por otro temida, es el icono de la mujer fatal que aparecerá en la obra de Klimt personificada en "Judit" o en "Salomé". Aunque no es sólo esta la visión de Klimt sobre la mujer pues el genial pintor realiza un recorrido de aproximación hacia ella, penetrando en el universo de su intimidad: la desnudez, el embarazo, el deterioro del cuerpo.
Annette Vogel abunda de nuevo en la aproximación de Klimt a la mujer y sobre todo destaca el papel tan importante que tenían para Klimt sus estudios y variaciones sobre el tema femenino, que usualmente presentaba en sus exposiciones junto a las obras terminadas.
Jean Clair por su parte se centra en el debate sobre el erotismo tan presente en Klimt, en una Viena en las que acaban de saltar los principios de Freud de que el subconsciente humano se mueve por la pulsión sexual. Nos caracteriza a Klimt como un hombre que quiere representar un imposible, a la vez lo más elevado del ser humano, la razón, y lo más bajo, la sexualidad. Propone dos obras que han intentado esta hazaña, "Las Señoritas de Avignon" de Picasso que ya se ha consagrado y por otro el retrato de "Adele Bloch-Bauer" de Klimt, aún pendiente de alcanzar la gloria que se merece.
El último texto es de Werner Hofmann, quizás el que menos me ha inspirado, no obstante entresaco una de sus ideas que me ha resultado interesante, la iconización de la mujer que propone Klimt. Estos dibujos que contemplamos pasarán a estar decorados -en la etapa "dorada" de Klimt- por un fondo y un ropaje de oro, al modo de los iconos bizantinos.
Yo, que me siento fascinado por el universo femenino, he quedado muy impresionado ante esta exposición. En ella hemos podido comprobar cual era el primer contacto o mirada que tenía Klimt hacia la mujer. Su mundo estaba plagado de mujeres a las cuales con su maestría elevaba a un estatus trascendente más allá de la corporeidad mundana. Una visión no frecuentemente conocida de uno de los maestros del Modernismo vienés.
De los cuatro textos que nos introducen a las obras expuestas voy a destacar el primero y más extenso de 
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