La editorial Darkland rescata para nosotros un título de la literatura pulp española que ya se había convertido en mítico por lo difícil de su localización y en el que vaqueros, cazarrecompensas y forajidos varios se enfrentan a la figura del mítico vampiro transilvano.
"Rancho Drácula" escrito por Silver Kane en la editorial de Darkland Editorial (ISBN: 978-84-942819-0-7) con 192 páginas. Desde España y presentado en 2014 se encuadra entre los géneros Terror & Western Enlace Relacionado:Darkland Editorial Valoración: 8.5 sobre 10
Los más fieles lectores de Mentenebre saben que aquí nos gusta apostar, cuando hablamos de literatura, por obras un tanto diferentes dentro del campo de la fantasía, el terror y demás géneros afines, unos géneros, dicho sea de paso, que no nos cansamos de comprobar que tienen unas fronteras enormemente permeables en la que cada vez caben más cosas; unas cosas que serían difíciles de encajar unas con otras si no fuera porque a los autores que asumen el riesgo de unirlas les sobra talento por todos los lados.
Este es precisamente el caso de Silver Kane, también conocido como Francisco González Ledesma, uno de los titanes de la literatura pulp española y de los pocos que ha conseguido también hacerse con un prestigio fuera de la literatura de kiosko; su serie de novelas policíacas protagonizadas por el carismático inspector Méndez y, sobre todo, el premio Planeta que obtuvo en 1984 por “Crónica sentimental en rojo” así lo atestiguan. Bajo el seudónimo con el que escribió “Rancho Drácula” este periodista y abogado barcelonés, que llegó a ser redactor jefe del diario La Vanguardia, publicó a lo largo de casi cuatro décadas más de mil doscientas novelitas del Oeste, policiacas, de terror o de ciencia ficción en la ya extinta editorial Bruguera, lo que puede darnos una idea del fecundo talento de este escritor, similar al de muchos de sus compañeros de editorial.
La presente novela se publicó originalmente en 1960, siendo el número 115 de la colección Kansas, una de las muchas que Editorial Bruguera dedicó al lejano Oeste. Su aparición se llevó a cabo en forma de volumen doble y su argumento era extraño, muy extraño y también muy original para la España de la época, aunque lo cierto es que no lo era tanto en el mundillo pulp de fuera de la Península, donde ya existía una cierta tradición de historias Weird Western, que es como se denomina el subgénero en el que podemos encuadrar "Rancho Drácula". Básicamente, el autor nos cuenta la historia de un rico hacendado estadounidense, aficionado al coleccionismo, que compra un ataúd que supuestamente perteneció al mismísimo Drácula y que, de forma sorprendente, ha acabado en algún rincón perdido del Far West. La superstición empieza pronto a hacer mella en su ánimo, creyendo firmemente que el celebérrimo conde vampiro volverá en algún momento a buscar su ataúd para yacer en él durante el día, como manda la más ortodoxa tradición vampírica. El pánico se desatará entre los personajes cuando uno de ellos aparezca desangrado y con huellas de colmillos en el cuello en la habitación donde está el ataúd.
Paralelo a esta línea argumental más terrorífica, tenemos otras más ortodoxas dentro de la literatura del Oeste; cazarrecompensas fríos e irónicos, forajidos perversos, ataques, tiroteos… Lo tenemos prácticamente todo en esta novela, a excepción de la intervención de alguna tribu india. Por tener tenemos hasta una pequeña intriga criminal con sorpresa final en lo que se refiere a la persona que está detrás de esa intriga. En fín, que a “Rancho Drácula” no le falta de nada. Un ritmo endiablado, una ambientación fantástica, una agilidad espectacular y un cierto sentido cinematográfico que hace que visualicemos con total nitidez en nuestra mente los acontecimientos narrados son los activos más importantes de este delicioso y delirante pasatiempo literario que sorprenderá y gustará a partes iguales tanto a los aficionados al pulp como a los degustadores de los más exquisitas rarezas y experimentos literarios.