Nuestro repugnante modo de existir, en una de las obras maestras de la literatura y la filosofía del Siglo XX, escrita por el genuino padre del existencialismo francés
"La Náusea" escrito por Jean Paul Sartre en la editorial de Diana con 259 páginas. Desde Francia y presentado en 1938 se encuadra en el género Existencialista Valoración: 9.75 sobre 10
"La Existencia", ‘palabra’ clave de éste y muchos trabajos literarios y filosóficos, fue tratada por éste francés nacido en Paris en 1905: Jean Paul Sartre, y su Existencialismo ateo del pasado Siglo XX. Muy influído en su original pensamiento por los grandes filósofos de la abstracción alemana: Hegel, Husserl y Heidegger. El propio Husserl fue una de las grandes inspiraciones de la novela "La Nausée" escrita en 1938.
Sartre toma parte en la Resistencia Francesa contra la ocupación nazi (colaboración- resistencia – o auto-conservación); el tomar parte por uno u otro bando fue básico para los existencialistas, ya que para ellos esto era un ejemplo ‘concreto y consecuente’ de una de las bases de su filosofía: "La Elección". En 1945Sartre deja la enseñanza y crea con Simone de Beauvoir la revista sobre política y literatura: "Les Temps Modernes". Se relacionan con las altas esferas de la cultura. En 1960 escribe un tratado filosófico llamado: "Crítica de la Razón Dialéctica". Es en 1965 cuando Sartre es galardonado con el Premio Nobel de Literatura, el cual rechaza por ir en contra de sus ideas y atentar contra su integridad. Muere en Paris el 15 de Abril de 1980, despedido por cientos y cientos de sus seguidores, tras haber llevado una intensa vida basada en la elección, la libertad, y la revolución como único camino posible para recuperarla.
Libertad que nos pertenece e incluso encadena, siendo conscientes de ella somos también responsables de ser libres, y los que son conscientes de ella son conscientes de todo lo que somos (actitudes, emociones, ilusiones…) y saben que lo que elegimos ser es inevitable. Y sobre todo, doloroso, convirtiéndose en una pesada carga, llamada por SartreAngustia. Tema principal de esta temprana obra del autor.
No hay manera real de escapar a La Angustia si ya la has conocido. Conscientes de que nuestra conducta en fin último es impredecible, reafirmamos más nuestra Angustia. Pero no hay verdades universales acerca de nuestro comportamiento, somos seres únicos y auténticos en la medida en que somos sinceros con nuestras elecciones.
La Nada comienza con la existencia dudosa de los objetos que se desvanecen al pensarlos, es entonces cuando el mundo entero la espera, cuando quisiera por fin, salir de la pereza en que se sume al parecerse un día al otro.
Relata generosos y degenerados momentos excusándose en una vida que no le pertenece y a la vez cada día es más suya: "La Vida del Marqués de Rollebon". Y al contrario, ya que Antoine Roquentin acaba prestándole también su vida.
Para Jean Paul Sartre el presente es lo único que existe, mientras todo lo que no es presente no existe: "Yo soy mi pensamiento. Por eso, no puedo detenerme. Existo porque pienso…y no puedo dejar de pensar. En ese mismo momento- es atroz- si existo es porque me horroriza existir. Yo, yo me saco de la nada a la que aspiro; el odio, el asco de existir son otras tantas maneras de hacerme existir, de hundirme en la existencia”.
Existencia que se traduce en decenas de amargos presentes como cuando al comprar el periódico "Antoine" lee que ha sido hallado el cuerpo de la pequeña Lucienne, la niña que fue violada y asesinada. La intensidad exaltada de un día en que las cosas existen con mucha fuerza.
“La existencia es blanda y rueda y se zarandea, yo me zarandeo entre las cosas, soy, existo, pienso, luego me zarandeo, soy, la existencia es una caída acabada, no caerá, caerá, el dedo rasca en un tragaluz, la existencia es una imperfección”…
Sartre trata los sentidos que después de parecer tan seguros, dejan de serlo para pasar a ser tan solo un profundo malestar. “La existencia no es algo que se debe pensar de lejos. Es preciso que nos invada bruscamente, que se detenga sobre nosotros, que pese sobre nuestro corazón como una gran bestia inmóvil…sino, no hay absolutamente nada”. “Existir es estar ahí simplemente”. “Los existentes aparecen, se dejan encontrar, pero nunca es posible deducirlos”. La contingencia- La gratuidad perfecta. "La Náusea" trata esos momentos “perfectos”: “Esos momentos repugnantes”. Suena “Some of these days, you ´ll miss me honey” “Esa abundancia no hacía el efecto de generosidad, al contrario…era lúgubre, miserable, trabada por sí misma”.
Los árboles y los animales son demasiado débiles para morir, siendo su única muerte posible la que les llegue del exterior. “Todo lo que existe nace sin razón, se prolonga por debilidad y muere por casualidad”. “La existencia es un lleno que el hombre no puede abandonar”. Imposible que no exista esa larva resbaladiza.
La Nada es solo una idea que flota en la inmensidad, no ha venido antes de la existencia, es una existencia como cualquier otra, y aparecida después de muchas otras. Las Ciudades. ¿Cambiar de ciudad?, son todas casi iguales, dice. “Las ciudades me dan miedo”. El círculo de la vegetación acabará invadiendo la ciudad cuando ésta muera. Hay que quedarse en las ciudades mientras estén vivas.
El protagonista de esta novela ve de nuevo a la que fuera su ‘amor’: Annie. Se da cuenta que ya no tienen nada de que hablar, comprende cuanto había contado con Annie para salvarse .”En lo más fuerte de mis terrores, de mis náuseas, mi pasado ha muerto, M. Rollebon ha muerto, Annie volvió para quitarme toda esperanza. Estoy solo en ésta calle blanca bordeada de jardines. Solo y libre. Pero ésta libertad se parece un poco a la Muerte”.
"La Náusea" me concede una corta tregua, pero sé que volverá, es mi estado normal. Estoy demasiado agotado para soportarla.
El Aburrimiento; profundo, profundo, el corazón profundo de la existencia, la materia misma de la que estoy hecho”.
Los Hábitos; no desaparecen, no están muertos, continúan afanándose.
El Instante que me encierra y me limita por todos lados. El Instante del que estoy hecho que en breve será solo un sueño borroso.
Presagios: Si la naturaleza de pronto un día se pusiera a palpitar…¿De qué servirían todos sus inventos?. Sartre hace una descripción de imágenes, de presagios, narra mutaciones y sangre, provocadas por la naturaleza a los humanos, a: “Aquellos que saben que habrá un mañana, que todo es mecánico”. Imágenes. Cientos de suicidios, hombres sumidos en la soledad, y yo me carcajearé, y les preguntaré:- ¿Qué habéis hecho de vuestro humanismo?. Y yo no tendré miedo, ya que al fin y al cabo serán solo variaciones sobre la existencia. “La existencia es lo que temo.”
Figuras ligeramente ambiguas, como la del Autodidacto y figuras femeninas como Annie o la patrona del Rendez-vous des Cheminots, son con las que el protagonista mantiene ciertos contactos.
Cuando digo “Yo” me suena a hueco. Me siento tan olvidado... Luego el Yo palidece, se extingue. “Todo lo que me queda de real es existencia que se siente existir” dice Antoine de Roquentin cuando se dispone a abandonar Bouville. En cambio, la existencia del auto-didacto, su Yo, está vivo, le duele. En esa ciudad todos piensan en él. La conciencia.
Hay conciencia de cada momento, de cada cosa, hay conciencia de la conciencia. “Hay conciencia del dolor, el dolor es consciente entre los largos muros que se volverán y volverán nunca”.
“Hacer algo es crear existencia, y ya hay bastante existencia”.