Colección de relatos del magnífico romántico norteamericano Nathaniel Hawthorne.
"Cuentos contados dos veces" escrito por Nathaniel Hawthorne en la editorial de Acantilado (ISBN: 978-84-96834-10-1) con 474 páginas. Desde Estados Unidos y presentado en 2007 se encuadra en el género Relatos Enlace Relacionado:Acantilado Valoración: 8.5 sobre 10
Nos encontramos ante una recopilación del escritor norteamericano Nathaniel Hawthorne, prolijo sobre todo en la narrativa de historias breves o “cuentos”, como a él le gustaba llamarlos. Es un escritor que vive en el siglo XIX y va a encuadrar sus relatos en su lugar de origen y vida, Nueva Inglaterra. Autor del Romanticismo norteamericano, se le ha puesto a menudo en relación con Poe, sobre todo por algunos de sus cuentos de corte siniestro.
En la selección que hoy comentamos podemos ver la amplia gama de registros del relato en Hawthorne: a veces costumbrista, a veces histórico, a veces fatal y nunca exento de un doble sentido en sus mensajes. Este carácter tan variado da un cierto tono ecléctico al volumen y no sabemos muy bien tras terminar un relato, hacia donde nos llevará el siguiente.
Como mencionábamos más arriba, en esta obra también vamos a encontrar numerosos cuentos ubicados en Nueva Inglaterra, algunos de ellos en Salem (aunque no hay referencia a bruja alguna en ellos). Va a hablar de tradiciones paganas –“El palo de mayo de Merry Mount”- que fueron violentadas por los puritanos, o de los cuáqueros, que tampoco salieron bien parados. También hablará de hitos históricos como de la proclamación de independencia de Nueva Inglaterra.
En el terreno romántico, las parejas tocadas por un designio casi maldito o los amores imposibles están presentes en algunas de las narraciones, como es el caso de “La búsqueda del lirio”. También nos llevará a la fuente de la eterna juventud en “El experimento del Doctor Heidegger”.
Quiero destacar especialmente dos relatos que tienen como protagonistas a retratos de carácter perverso: “El retrato de Edward Randolph” y “Los retratos proféticos” y que me han llevado sin lugar a dudas a colocarlos como precedentes de “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde.
Aunque yo personalmente hecho de menos los relatos más siniestros de nuestro autor, bien es verdad que me he divertido bastante con la lectura de esta obra, la cual dibuja muy bien los variados registros en la narrativa de Hawthorne.
Señalar por último la magnífica traducción de Marcelo Cohen bajo el sello Acantilado.