En el artículo trataré sobre la presencia de Orfeo en el cine del siglo XX. En primer lugar haré una referencia a los mitos sobre muerte y resurrección; a continuación enumeraré una serie de películas, entre ellas algunos orfeos del siglo XXI; finalmente trataré sobre las tres películas que forman el núcleo central del mito: "Orfeo negro" de M. Camus y "Orfeo" y "El testamento de Orfeo" de Jean Cocteau.
Orfeo negro de Marcel Camus
Pero si ha habido dos películas maravillosas, a mi juicio, han sido Orfeo negro (1959) de Marcel Camus y Orfeo (1950) de Jean Cocteau. Han sido desde el punto de vista literario y artístico dos maravillosas joyas por su renovación del mito en ambas y su belleza musical y poética en la de Camusy por los aspectos poéticos y esotéricos en Cocteau.
Ciñéndonos a la película de Orfeo negro de Camus, la historia se centra en un Orfeo negro que sirve para hacer una maravillosa recreación del mito en la raza negra. ¿Por qué un blanco como Camuselige a un negro para la representación del mito? En primer lugar elige la favela Morro da Babilonia de Río de Janeiro. El autor observa el claustrofóbico bullicio en el que puede abrirse una puerta al infierno, en contraste con la favela Morro da Babilonia, abierta a la naturaleza y al mar hasta el punto de parecer una especie de Olimpo, de lugar de reposo ultraterreno para sus personajes. En segundo lugar, nada mejor que un baile de carnaval, con su samba de origen africano, en la que los negros son unos auténticos maestros. El título de la película, Orfeo negro, se inspira en un libro homónimo del escritor brasileño,Vinicius De Morais. Hay un carácter festivo inspirado en el carnaval, pero al mismo tiempo, casi al final del film, entra Orfeo, tras buscar desesperadamente el cuerpo de Eurídice, en un ritual de santería donde la magia y la brujería nos recuerdan los hechizos del ritual pagano ancestral. Todo ello da un aire africano: Orfeo sufre, llora, porque no encuentra a su amada. La hechicera hace conjuros y en un estado de éxtasis profundo le dice que ella es Eurídice, una vieja con un semblante horrible que representa la muerte. Orfeo encuentra en el tanatorio, después de bajar los escalones (metáfora del descenso a los infiernos, donde ladra un perro como reminiscencias a Cancerbero), a su amada Eurídice y, después de caminar con ella en sus brazos, es apedreado por Mira, cual celosa Bacante.
Los personajes
Orfeo es interpretado por Breno Mello, futbolista brasileño del Santos de Brasil, compañero de Pelé. Fue elegido por Camussin saber que era un famoso futbolista. Sin embargo posteriormente otros futbolistas actuaron en el cine como Pelé en Victory (1981); Zidane en Un retrato del siglo XXI (2006) o Eric Cantona en Buscando a Eric (2009) de Ken Loach; o Maradona, la mano de Dios de Emir Kusturica (2008). En su 58ª edición del festival de Cannes Breno Mello fue invitado en 2005. Con sus 74 años no quedaba resto de su fama y fortuna que había tenido en su juventud. Con dos familias y 5 hijos que alimentar, las deudas pusieron fin a sus excesos. El vivía en la más absoluta pobreza en la ciudad de Porto Alegre, al sur de Brasil, en un barrio llamado Tristeza como el nombre de la canción que interpretaba en la película. Murió en medio de la pobreza en julio de 2009 sin que nadie lo echara en falta, pues llevaba 3 días muerto en su cama.
Eurídice es Marpesa Dawn. En la película no hay que hablar de un enamoramiento, sino de un reencuentro. La suya es una relación cíclica, marcada por lo inevitable de la muerte de ambos.
El ambiente carnavalesco marca la atmósfera mágica, en algunos momentos es onírica, que caracteriza la historia. Las riadas de gente disfrazada, la lluvia de confetis y serpentinas, así como la omnipresente samba, provocan la sensación de que en un contexto tan caótico pueda pasar cualquier cosa, incluso que la Muerte (Ademar Da Silva) se pasee enmascarada por Río de Janeiro, acechando a sus víctimas.
El “espíritu libre” que era al principio de la película encuentra su razón de ser en el amor que Orfeo siente hacia Eurídice: por eso, cuando al llevar el cadáver de su amada en brazos se da cuenta de que, a esas alturas, ya no hay Anábasis (resurrección) que valga- sin contar con esa especie de reencarnación que parecen asegurar los niños de la favela. Su muerte a manos de la celosa Mira (Lourdes de Oliveira), mientras todavía sostiene el cuerpo de su amada en brazos, es como el ataque de las Ménades (Bacantes) tracias en el mito original, una liberación que le permite reencontrarse con su pareja en el otro mundo, en espera de que el destino vuelva a concederles una nueva oportunidad de estar juntos.
Hermes es un personaje, que como el dios de los caminantes, hace de cobrador de un tren que lleva a los viajeros al carnaval de Río de Janeiro. Cuando Orfeo lleva en brazos a su amada Eurídice, ya muerta, dice a un desconsolado niño: “Este sí era un amor verdadero”.
Finalmente he aquí un bello fragmento de una canción de la película:
O meu amor por vossé fue como o “Orfeo negro, murreo mais nao no meu coraçao….chorei agora oyendo issas notas, lembrando o seu rostro…. Amo-te, sempre vou te amar, vida minha….meu amor, meu destino, amo te.
“Mi amor por ti fue como “Orfeo negro”, muero pero no en mi corazón…. Lloraré ahora oyendo esas notas, recordando su rostro…..te amo, siempre te amaré, vida mía….mi amor, mi destino, te amo”.