El regreso de Tilo Wolff y Anne Nurmi a la arena musical viene marcado por un insólito aire reivindicativo y por un endurecimiento, a veces tremendo, de su música, todo con la intención de sumar nuevos adeptos en su particular revolución.
"Revolution" es un trabajo de Lacrimosa editado en Hall of Sermon (Ref: HOS 8030) en Septiembre de 2012. Interpretado por Tilo Wolff como cantante,compositor e instrumentista & Anne Nurmi a las voces y los teclados & JP Genkel en las guitarras desde Suiza & Finlandia y se centra en el estilo Gothic Metal y tiene una duración de 54,22 minutos. Enlaces Relacionados:Lacrimosa & Hall of Sermon Valoración: 8 sobre 10
La indignación ante la situación que nos está tocando atravesar en estos tiempos no es sólo patrimonio de los países del sur de Europa sino que también ha sido capaz de calar en las mentes de algunos ciudadanos de países plácidos, felices y sin excesivas preocupaciones, al menos si las comparamos con las de países como España, Portugal, Grecia, Irlanda o Italia. Es el caso del ciudadano suizo Tilo Wolff y de la ciudadana finlandesa Anne Nurmi, dos personas cuya tranquila existencia, rodeados de música y viajando por el mundo recibiendo continuamente el calor y el cariño de un público cada día más numeroso, no hacía pensar que pudieran tener tiempo y ganas de revestirse de un halo de furiosa rabia y encabezar una revolución.
Si en lanzamientos anteriores existía un equilibrio, fragílisimo y tenue como un soplo de aire, entre la parte más sinfónica y la más metalera de Lacrimosa, en este disco Tilo Wolff se ha inclinado con decisión por la opción de reforzar la vertiente más metalera de su criatura. Nada queda ya aquí de discos como “Angst” o “Einsamkeit”; incluso aquel lejano ‘Copycat’, con aquellas guitarras que tanta polémica causaron entre la parroquia gótica hace ya casi veinte años, queda al nivel de una tonadilla infantil si la comparamos con algunos de los momentos más intensos de este “Revolution”.
Y es que este notable endurecimiento en el sonido de Lacrimosa tiene su explicación cuando examinamos atentamente los créditos del disco y descubrimos que en el colaboran miembros de la banda alemana de trash metalKreator, viejos amigos de Tilo Wolffcon los que éste había colaborado en “Endorama”, su álbum de 1999. Esta radicalización sonora se hace evidente en temas como ‘Verloren’, 'This is the night' o 'Rote sinfonie' con pasajes durísimos, combinados con las habituales orquestaciones y salpicados, como siempre, de encantadoras melodías que esta vez, sin embargo, no son capaces de establecer un equilibrio entre las dos vertientes sonoras de Lacrimosa, pues se dejan atrapar y se desvanecen, casi olvidándose cuando los elementos más duros arrollan el ambiente. Tan sólo ‘Interlude – Feurzeug I’, un breve y bellísimo interludio a piano de menos de un minuto y ‘Refugium’, una delicada y hermosa perla a base de piano y oscuros teclados, son las únicas canciones que se libran de la intensa “metalización” a la que ha sido sometido el sonido de Lacrimosa.
Aún así el disco contiene momentos brillantísimos, originales y cautivadores. No en vano estamos hablando de Tilo Wolff, pese a todo y pese a todos, un verdadero genio capaz de dar lo mejor, y también lo peor, en sus discos. A mí me ha gustado en líneas generales el tema que da título al disco, ‘Revolution’, uno de los más intensos y potentes, pero que al mismo tiempo está repleto de oscuras melodías y revestido de una agilidad y un dinamismo que lo hacen digno de las pistas de baile más selectas. También los ritmos de ‘Feurzeug II’ son atrayentes, cabalgantes y muy rápidos, los cuales funcionan muy bien al mezclarse con vibrantes orquestaciones y con unos curiosos teclados más dignos del sinfonismo de los setenta que de épocas más actuales. En fín, una mezcla curiosa que funciona sorprendentemente bien.
Pero sin duda que el tema más destacado, y nunca pensé que diría esto tratándose de un disco de Lacrimosa, es el de Anne Nurmi. ‘If the world stood still a day’ es un prodigio sonoro del mejor gothic rock, sin apenas rastros metaleros, en el que nuestra heroína demuestra que por fín ha aprendido a cantar. Su voz, tan criticada, suena por fín de forma majestuosa en medio de potentes y heroicas percusiones, melodías brillantes y ritmos que te obligan a abandonar el estatismo. Sin duda, el mejor tema del disco y uno de los mejores de la carrera más reciente de Lacrimosa.
No es, ni de lejos, mi disco favorito de una banda que, hace muchos, muchos años fue muy importante en mi vida. Por eso, y sólo por eso, yo continuaré dándoles el crédito y la confianza necesarios hasta su disolución o hasta el fín de mis días, lo que llegue antes, porque se que aunque retuerzan y alteren su sonido, Lacrimosa siempre me va a ofrecer momentos musicales que disfrutaré con pasión, aunque no sean suficientes como para subir el disco donde estos se encuentren a mi altar particular de trabajos imprescindibles.