El riojano afincado enMadrid Javier Herce da un nuevo impulso a la novela gótica, mezclándola con toques de literatura pulp y con un intenso aroma al más desgarrado melodrama victoriano.
"Matar a un vampiro" escrito por Javier Herce en la editorial de Ediciones Babylon (ISBN: 978-84-939204-5-6) con 236 páginas. Desde España y presentado en 2011 se encuadra en el género Terror Enlaces Relacionados:Javier Herce & Ediciones Babylon Valoración: 8 sobre 10
El director de la excelente revista online “Ultratumba” tiene ya tras de sí una destacada carrera literaria, que combina con una afición a la fotografía cuyos resultados pueden verse tanto en la mencionada revista como en la portada de “Matar a un vampiro”, debut de Javier Herce en el género literario del terror. La acumulación de intereses y talentos en su persona convierten al autor en un artista multidisciplinar, con muchas cosas todavía por decir y por descubrir.
Según declaró el autor durante la conferencia de presentación de su novela en la III Semana Gótica de Madrid, esta historia es sólo una primera parte, de la que pronto debería haber una continuación si el tiempo y las musas lo permiten. En ella podremos leer el cruel y mortífero acoso que un vampiro ejerce en torno al protagonista de la novela, cuya familia va siendo asesinada miembro a miembro en una continua espiral de tragedia y terror, al tiempo que dicho protagonista no puede evitar sentir una profunda atracción sensual y sexual por el mencionado vampiro.
A grandes rasgos este el argumento de una novela que tiene, a mi entender, un gran punto a favor y otro punto, no excesivamente grande, en contra. Comenzando por el primero diré que la mezcla entre folletín victoriano y novela pulp que nos propone Javier Herce funciona con brillante eficacia. Más basada en la acción y en los diálogos que en la descripción y la ambientación, “Matar a un vampiro” avanza en su historia con fluidez, desgranando tragedias y sustos a grandes dosis y absorbiendo al lector cada vez más. En este sentido puedo contar mi propia experiencia, pues a mi me fue imposible soltar la novela desde su página setenta hasta el final, tan metido como estaba en la historia y en su dinámico desarrollo.
Su punto más débil es, como acabo de apuntar, la escasa ambientación y descripción de personajes, ambientes y situaciones, obligando al lector a realizar un esfuerzo extra para imaginárselos y recrearlos en su mente. De la mayoría de los personajes apenas se nos ofrece una descripción, si es que se ofrece, y tampoco se nos explica, más allá de levísimas referencias, como son las habitaciones, las casas, los lugares donde transcurren los acontecimientos. Cuando se escribe una novela ambientada en la Inglaterra victoriana, cómo es el caso, o en cualquier otra época diferente a la actual, creo que se deberían dar más datos acerca del aspecto de los personajes y de su entorno.
Dónde si que no ahorra detalles Javier Herce a la hora de describir es en las muertes de algunos de los personajes, como por ejemplo en la de los policias masacrados por un lobo o en cómo el vampiro protagonista aplasta, literal y lentamente, la cabeza de un hombre. Yo, particularmente, le agradezco esa profusión y esa recreación en los detalles más morbosos y desagradables de las muertes y le ruego que para la segunda parte de la novela sea igual de generoso a la hora de ambientar situaciones y describir personajes sin dejar, por supuesto, de ser tan minucioso como es en las escenas gore.
Obviando este tema, lo cierto es que “Matar a un vampiro” es una novela sumamente entretenida y adictiva, pura literatura pulp digna de haber figurado en revistas como la hace muchos años desaparecida “Weird Tales” ( eso sí, aliviando la carga sexual que tiene ) o de haber ennoblecido la mítica colección Selección Terror de la también desaparecida Editorial Bruguera. El continuo sufrimiento del protagonista, a quien no cesan de ocurrirle desgracias y tragedias, engancha tanto como el cada vez más frenético argumento, que va sumergiendo a los personajes y al lector en una espiral de horror y muerte con un final sumamente abierto, que nos hace esperar lo mejor frente a la prometida segunda parte de la novela.