El trabajo de Phanatos es encomiable. Trabajan con una sólida base de formación clásica, con instrumentos como el piano y el violonchelo como guías maestras. Sabedores de los tiempos que corren no han dejado escapar la oportunidad de emplear un poquito, sólo un poquito, la electrónica. También cabe notar que toda su música es instrumental, han preferido dejar la voz humana ahí escondida. También hay que notar el aspecto narrativo de su música, con un tema muy agradable al oído sobre el que ejecutan variaciones haciéndonos recordar a lo largo de las canciones esa melodía inicial.
Quería hablar sobre la feminidad. La portada del single, a cargo de Natalie Paquette, es una fotografía muy quemada del rostro de una chica que nos mira fijamente a los ojos. De alguna manera lo femenino está muy presente en Phanatos. Es esa tendencia etérea, de ensoñación, del mundo de las musas. Pones el single y te dejas llevar, flotar, suspirar. Los hombres somos mas rudos, aunque cuando nos tocan la vena sensible nos espeluznamos también.
Ambos cortes tienen ese deje triste, que pone sobre todo el violonchelo. Todo es pausado, ambiental. Sin duda la componente fílmica está ahí, pues parece ser que Phanatos proviene del mundo de la ambientación musical de películas. Esto se aprecia sobre todo en el segundo corte, toda una exquisita delicia. Tempo lento, que va como dándote suaves empujones, con la cuestión de las variaciones del tema.
El ángel y el demonio nos remiten a la vieja dicotomía del bien y el mal, tan propia de nosotros los occidentales. Aquí el tema está velado de Romanticismo, probablemente ángel y diablo son las dos caras de una misma moneda, quizá haya también algo de “El Paraíso Perdido” de Milton, quien abogó por la naturaleza celestial de Lucifer.
Sin duda, si dos canciones te dan tanto que pensar es que el sustrato bajo ellas es tremendamente sólido. Recomiendo encarecidamente este single a las almas románticas y os emplazo a que lo degustéis mirando algunas ilustraciones de Gustav Doré o de William Blake sobre el Cielo y el Infierno... A disfrutarlo. |